Entrevista a ZORAN MIKULIC - BalonmanoVeteranos.com

Creo que es una mezcla de ambas cosas porque creo que en parte se nace con esa facilidad, pero otra es fruto de muchas, muchas horas de trabajo. Sobre todo a los zurdos, a los que los entrenadores nos hacían entrenar más y más duro.

Sobre aquella cifra anotadora, se trata de uno de esos días que aparecen y que se aprovechan. Que conste que aquel día lance 24 veces y de portero estaba Alexandre Bulligan… así que no fue fácil pero pasó.

La verdad es que mi trayectoria estuvo bastante bien, aunque pudo ser mejor. Tuve tiempo de ganar 3 Copas EHF, 2 con TuS Nettelstedt y 1 con el Granollers, además de una Medalla de Oro Olímpico con la selección de Croacia. También fui máximo anotador de la Liga Asobal en la temporada 1994-95 además del record de 212 goles en un mismo partido, pero no estoy contento del todo porque pudo ser mejor.

Sobre los mejores años de mi carrera, sin duda fueron de 1990 al 2000, cuando jugué en España y Alemania.

Tuve una carrera muy larga y me enfrente a muchos y muy buenos porteros. No puedo destacar a ninguno porque la mayoría se convirtieron en amigos que lo siguen siendo a día de hoy y por eso no quiero destacar a ninguno. Aprovecho además para saludarlos a todos.

Fiche por el Teucro en diciembre del 89 proveniente de la Moteloplastika, donde no estaba contento. Fue Rasic, natural de Sabac, quien me llamó para sustituir al zurdo que había en el Teucro y la cosa salió bien. Allí empezó mi etapa en España, y guardo unos muy buenos recuerdos. A día de hoy sigo muy en contacto con los amigos de Pontevedra, Vigo y Granollers.

Lo malo lo dejo apartado porque la vida es así. En la vida te pueden pasar cosas buenas y malas, y las malas trato de olvidarlas y las buenas las guardo. Quiero aprovechar para saludar a la abuela Eulogia de Pontevedra, que fue mi segunda madre y que debe tener ahora unos 90 años pero la sigo llamando cada año porque me cuidó mucho cuando llegue a España.

El balonmano español en aquella época era reconocido internacionalmente por  tener una forma de jugar donde primaba el buen juego y donde además se protegía a los jugadores en los lances del juego, nada que ver con la durezas propia del balonmano alemán y nórdico.

Sobre España, solo decir que mi hija nació en Pontevedra. Vivimos muy bien en España y guardamos un enorme cariño a todos los amigos y aficionados.

Sobre todo me gustó el balonmano alemán por su dureza. Se entrenaba unas 8 o 10 veces a la semana trabajo de fuerza porque le daban mucha importancia. De hecho, las carencias técnicas las podías suplir con la parte física.

Pero España en los últimos años está en la cumbre del balonmano mundial con su particular forma de jugar, demostrando que la condición física es importante pero no tanto como le dan en Alemania.

No me gusta hablar de mí mismo y creo que deberían ser otros los que me tendrían que definir. No sabría responderte y prefiero que quien me haya visto jugar opine sobre como fui como jugador.

No hablo de política y de las cosas que pasaron, pero con la desaparición de Yugoslavia salieron muchas selecciones de calidad en diferentes deportes como balonmano, baloncesto o waterpolo. En fútbol no tanto.

Ganamos aquel Oro en el año 96 y fue increíble. Cuando estás en la Villa Olímpica tu eres parte de la élite del deporte mundial y eso es uno de los mejores momentos como deportista.

Recuerdo que visite a los españoles, y que me encontré con Jose Luis Torrado, que estuvo en Pontevedra y me ayudó mucho en la recuperación de las lesiones.

Guardo grandísimos recuerdos de aquella medalla y aquella selección donde nos juntamos todos esos grandes jugadores y competimos contras grandísimos rivales. Conseguimos la Medalla de Oro y eso te convierte en Campeón Olímpico para siempre.

Cuando dejé Alemania en 2001, jugué un año en Austria y al siguiente año ya fui jugador entrenador en Zadar, que era una experiencia nueva para mí.

Con 38 años me retiré y volví a Croacia, termine los estudios de Management Deportivo y Entrenador con Licencia-Categoría A. Me gusta trabajar con los jóvenes y en la actualidad estoy muy centrado en trabajar con los jóvenes talentos.

Cuando uno se hace entrenador, empieza a pensar en 14-15 personas, antes solo pensabas en ti mismo, en tu forma de jugar y la manera de concentrarse.

El haber sido jugador antes ayuda mucho, pero sobre todo hay que entender a los jugadores jóvenes, y no estar todo el tiempo de lo que yo fui, o de lo que pasaba en mi época. Hay que entenderlos y que ellos vean que les entiendes. Hay que tener más psicología y ver la manera de poder llevarse y entenderse con la gente.

La última que estuve en España fue en León, pero ya no me acuerdo en qué fecha fue. Quizá el año 2000.

Precisamente mi mujer y yo queríamos ir esta primavera a Pontevedra y fíjate la que se ha montado con el tema del coronavirus. Así que hemos aplazado el viaje pero lo haremos y os llamaré cuando vaya a España.

Por último, quiero agradecer que os hayáis acordado de mí. Me alegro de haber sido parte del balonmano español. Veo que habéis hecho muchas entrevistas de jugadores de aquella época y quiero aprovechar para saludarlos a todos: compañeros y rivales.

Un abrazo muy, muy fuerte a toda la gente del balonmano de España.