Entrevista a XABIER MIKEL ERREKONDO - BalonmanoVeteranos.com

Digamos que los fundamentos que me han impulsado a apostar por un equipo han sido principalmente la curiosidad por conocer nuevos ámbitos, la aventura ayudada por la presencia de gente conocida y el reto deportivo por continuar aprendiendo y mejorando. Bajo ambas me hubiera gustado que hubiera cuajado la oportunidad de jugar en el FC Barcelona. De todos modos reconozco que sin pertenecer a su disciplina, el FC Barcelona siempre ha supuesto un reto deportivo de máxima altura y, por tanto, un acicate en la preparación personal.

Sí que me hubiera gustado. Alemania y Francia hubieran supuesto un reto deportivo de máximo nivel, y el reto añadido de aprender un nuevo idioma y adaptarse a una nueva sociedad. De todos modos, me hubiera encantado haber jugado uno o dos años en Japón.

Teniendo en cuenta que solamente llevaba 6 años jugando al balonmano y que se incorporaban Bogdan Wenta y Alfred Gislason a la primera línea, lo vi como una oportunidad aunque con la preocupación de si sería capaz en un plazo corto de responder con garantías a un equipo de aquella categoría. La adaptación a la técnica y táctica de pivote ya necesitó de algo más de tiempo…

BIDASOA: Fue la primera toma de contacto con el balonmano de élite, un salto brutal y una oportunidad inigualable para mi desarrollo. A solo 20 minutos de mi casa, en Usurbil, y reciente ganador de su primera liga. Obtuvimos éxitos en Copa Asobal y Copas del Rey, y jugamos por primera vez la Copa de Europa, eliminados por el Tussen Essen en semifinales. Muy doloroso resultó la derrota en la final de la Recopa contra al Milbertshofen, tras el cantado “robo” de los árbitros en Alemania.

TEKA: Tras el Mundial de Suecia 93 fue un salto cualitativo que supuso la consolidación como pivote. Tras un comienzo difícil y cambio en la dirección, con Julián Ruiz conquistamos los dos títulos más importantes, la Liga y la Copa de Europa. Además resultó un descubrimiento y un verdadero placer la convivencia en Santander y Cantabria. Guardo buenos recuerdos y amigos y amigas. Pena que para la tercera temporada la empresa Teka sorpresivamente dejara el patrocinio y abandonara el club. Difícilmente puede mantenerse un equipo en la élite sin un gran presupuesto. Además, en la última pretemporada rompí por vez primera la rodilla: ligamento cruzado, menisco y cartílago, el verdadero problema a largo plazo.

CUIDAD REAL: Con la rodilla recién recuperada, Ciudad Real resultó una oportunidad para aupar un equipo humilde hasta media tabla. Bebhesko, Hermida y super Claudio Gómez eran garantía de trabajo y seriedad. Además disfrutamos de una muy buena amistad tan necesaria lejos de casa. Sin embargo, hubimos de acordar la ruptura del segundo año del contrato por continuas desavenencias con la directiva, con comportamientos lejos del mínimo respeto que se debe a sus jugadores.

PORTLAND: Fue como la vuelta a casa tanto por cuestiones familiares como sociales y políticas. Además conocía al entrenador Zupo y a la mayoría de los jugadores, por lo que no me lo pensé dos veces. Chechu Villaldea, Oleg Kiselev, Alberto Martin, Ambros Martin, Oscar Mainer, Buligan, Mayoral … veía un equipo con posibilidades ambiciosas aunque externamente se nos consideraban demasiado mayores  dado que superaba la media de los 30 años! Sin embargo, el primer año quedamos segundos en la liga y por primera vez en su historia el Portland jugó la Copa de Europa cayendo en semifinales ante el Zagreb. Habíamos roto la barrera psicológica de los 30 años. La conquista del máximo galardón europeo con la llegada de Hombrados, Richardson, Jakimovic, Garralda… tras vencer en la final al FC Barcelona en 2001 fue épica y a todos nos dejó  un exquisito sabor que aún perdura.

ADEMAR: Fue una sorpresa fichar por el Ademar puesto que me había preparado para dar por finalizada mi vida deportiva en Iruñea y estaba inmerso en plenos San Fermines cuando recibí la llamada de Manolo Cadenas. El Ademar acababa de ganar el título de Liga y la opción era demasiado tentadora. La directiva con Juan Arias a la cabeza fue tan seria y profesional como cercana, Manolo Cadenas un regalo, y un equipo de muchos quilates conformado por un jovencísimo Raul Entrerrios y demás compañeros de altura, aún cuando habían salido jugadores tan destacados como Alberto Entrerrios e Iker Romero. La rotura de la rodilla por segunda vez, supuso definitivamente el final de mi carrera deportiva a los 37 años, que fue en parte compensada con el título de Copa del Rey y el disfrute auténtico de una ciudad excepcional llena de buena gente y con la mejor hinchada e toda la liga, pues se dedica a animar a los suyos en vez de insultar a los contrarios.

Imagínate, yo sin ninguna experiencia en la élite y en nuestro primer partido en Europa ante uno de los mejores jugadores del mundo. La copa de Europa es especial en todos sentidos, pues es la competición más exigente y complicada, pero también la más valorada, por lo que todo jugador desea conquistarla, y en ese camino toda preparación se vive con mayor intensidad. Para mí ganar la Copa de Europa ha supuesto lo máximo, es mucho más que vencer durante 60 minutos de partido, es sentir con especial intensidad cada esfuerzo realizado y lucharla y compartirla con los compañeros y con tu familia y amigos. Por todo ello, fue muy bonito el primer título conquistado con el Teka, y muy especialmente satisfactorio y gratificante el obtenido tras vencer la final al FC Barcelona en 2001, pues lo vivimos intensamente desde diferentes ámbitos más allá del propio equipo, y lo sufrimos mucho y lo disfrutamos completamente.

No es que eche de menos ningún título, sino que quizá tengo la sensación de que quizá podíamos haber hecho más y tener más opciones al título de liga en la segunda temporada en Teka y en alguna con Portland. Por otro lado, la Copa del Rey es el Segundo título más valioso del entorno ASOBAL, y ha sido codiciada por los equipos más ambiciosos. Para ganarla hay que vencer tres partidos en cuatro días. El esfuerzo físico es muy alto y, dosificarla y el trabajo mental son fundamentales. Por todo ello, cada título de la Copa del Rey tiene su propia historia y un valor propio.

Las derrotas ponen a prueba una parte fundamental del trabajo de preparación de todo jugador, y es la mental. La gestión eficaz de la mentalidad hará que un jugador pueda ser excelente, además del resto de las cualidades. Hay que saber aceptar un gol del contrario,  que no suponga una piedra en la mochila y así poder continuar dando lo máximo. Hay que aceptar haber perdido contra un equipo superior. Aunque, hay derrotas que duelen más. Pero solamente así se puede encaminar la preparación para sobreponerse y volver a obtener éxito.

La derrota en Alemania fue una experiencia dolorosa deportivamente, y desagradable porque la conclusión general fue de robo descarado efectuado por los árbitros. Culpar de todo a los árbitros es un deporte muy extendido. Sin embargo, como en el caso que nos ocupa, si hay que criticarlos se critica y a seguir; es el sino de todo jugador y equipo, hay que seguir. De todos modos, el nivel de los arbitrajes sigue siendo una asignatura pendiente. Deberían tener mayor preparación y menor poder. Sabiendo que la mayoría de los partidos se dilucidan en los últimos minutos, debieran simplificarse más las normas empleando criterios objetivos, al contrario de lo que se está haciendo,  para facilitar su labor.

Aunque como dices el sabor puede ser agridulce, guardo muy buenos recuerdos. El vestuario estaba repleto de gallos con mucho carácter, pero como en toda convivencia la clave está en encontrar tu lugar, y sobre todo cuidar tu espacio. Salvo alguna incidencia no hubo mayor problema. En cuanto a los pivotes, más que un tándem formamos un tridente con Yuri Nesterov, y lo que se presuponía muy complicado de gestionar finalmente resulto sencillo y lo supimos llevar bien, pues éste solamente era convocado en competición internacional.

Fue muy dolorosa la desaparición del Portland San Antonio pues es una parte importante de mi vida, que compartí con muchos grandes como Villaldea, Mayoral, Kiselev, Ambros Martin, Richardson, Jakimovic, Hombrados, etc.

En cuanto a las limitaciones físicas, Chechu Villaldea es una referencia a valorar cuando cojo de una rodilla resultó crucial en la consolidación del Portland y acabó máximo goleador de la Liga. Con ayuda de un buen equipo médico y si la mente positiva y ambiciosa el cuerpo dará mucho más de sí.

Siempre tuve claro que el balonmano profesional supondría una etapa en mi vida, un kit-kat en mi vida laboral.   Ha habido otros retos otras etapas, y vuelta a mi empleo como informático. Hace tres años obtuve el título de entrenador nacional y tras dos años entrenando a cadetes y juveniles femenino, actualmente entreno al senior masculino de Usurbil. Me gusta ver balonmano tanto al Bidasoa como al Bera Bera, disfruto viendo balonmano femenino y especialmente el de base. Ojalá se consolide y valore con recursos y derechos el balonmano femenino para constituir una estructura estable y fuerte desde la base, atractiva y laboralmente digna para que las jóvenes se animen más y más.

Para mantener una liga al máximo nivel europeo hace falta que los equipos dispongan de  presupuestos importantes.  Actualmente, es evidente la falta de recursos económicos. La solución no puede venir de simplemente esperar al dinero. Para esa oportunidad hay que tener preparados todos los aspectos posibles: constituir las direcciones de los clubs y las federaciones con personas ambiciosas y con capacidad de gestión,  preparar  preacuerdos con los medios (prensa, radio, tv, …), trabajar las redes sociales para darle valor añadido y principalmente fortalecer el deporte base generando mejores jugadoras y jugadores.