Entrevista a TALANT DUJSHEBAEV - BalonmanoVeteranos.com

Creo que todo el mundo que tiene carácter ganador lo lleva en la sangre. Es como una “droga” que necesitas siempre… competir y competir. Como jugador y entrenador es algo que nos satisface el entrenarnos y competir con esa idea de ganar. Cuando sabes que todo el mundo quiere ganarte, te motivas todavía más.

Por supuesto mi mujer es lo más importante que tengo en mi vida. Siempre me ha apoyado. Por ejemplo, cuando nació nuestro primer hijo, Alex, siempre entendía que yo tenía que descansar bien y prepararme bien para los entrenamientos y partidos, y me daba mucho tiempo libre. Ahora mismo, como es la madre de dos hijos jugadores también, sufre menos porque estamos juntos, pero sigue sufriendo y dándonos consejos desde su parte de visión del balonmano.

Los factores clave creo que son el talento natural que es muy importante, la actitud porque marca la diferencia, y la condición física que es algo fundamental. Me gustaría destacar el carácter, que se puede entender como actitud. Siempre me han gustado los jugadores de sangre caliente, que saben motivarse de una forma extra.

Como jugador no sé que porcentaje he tenido de cada uno de ellos, quizá un poco de todos. Pero lo más fundamental creo que ha sido el carácter que heredé de mi madre.

Todos los jugadores buenos me inspiraron porque siempre marcan la diferencia y querías parecerte a ello. Pero también he tenido referentes de otros deportes como natación o triple salto que me inspiraron para practicar el deporte y superarme día a día.

La vida es así, un jugador de carácter que es destacado genera normalmente dos reacciones, o amor u odio. En la mayoría de los campos me odiaban porque iba a competir y a ganarles, y en tu campo te quieren, te adoran y te admiran. Muchas veces esto te afecta porque en ocasiones hay quien quería aprovecharlo de algún modo y lo intentaba llevar con naturalidad aunque no siempre me salía bien.

He tenido la suerte de que tanto en Teka Santader, como Ciudad o Kielce he tenido proyectos muy bonitos por desarrollar y poder competir por las ligas, las copas y la champions. Poder competir contra los mejores del mundo siempre motiva. En Alemania también tuve proyectos importantes pero no fueron como quisiéramos.

Todos los trofeos, sobre todos colectivos, son muy bonitos. Son mucho más bonitos que los individuales porque reconocen el trabajo hecho por el grupo, y es que el balonmano es un deporte colectivo y es lo que tiene que tener más relevancia.

No siempre a lo largo de la temporada se pueden disfrutar porque en ocasiones a la semana siguiente tienes que disputar un nuevo título y tienes que aparcarlo todo hasta final de temporada.

He tenido la gran suerte de haber vivido en muchos vestuarios diferentes, y siempre he sabido diferenciar los que eran mejores y peores. El vestuario tiene que ser una familia donde todos rememos en la misma dirección, por eso trato de la mejor manera a mis jugadores porque he sido jugador antes y trato de no hacer lo que a mí no me gustaba que me hicieran. Me encantan los jugadores de mucho talento, mucho carácter y mucha disciplina, y por el contrario, los incompatibles conmigo son aquellos que anteponen sus intereses personales a los del grupo.

Considero a mi hijos como lo más bonito que tengo en mi vida, es  mi familia y ellos son para mí lo más importante. He tratado de ser para ellos no solo padre sino también el amigo. Creo que Alex es ya un jugador consagrado con cierto parecido a mí por el tamaño, donde Daniel es más alto y más grande, con otro tipo de juego. Estoy muy contento con los dos porque ambos tienen creatividad y no son egoístas.

Desde que nacieron han tratado de llevar el apellido con naturalidad viéndome como un padre pero también como un amigo con experiencia que siempre les da los mejores consejos posibles.

La salud de la Liga Asobal va mejorando después de la gran crisis que nos obligó a todos a salir de España. Desafortunadamente ahora estamos enseñando a los jugadores de países diferentes. Claro que me encantaría regresar a España y tener un buen proyecto, y contribuir a recuperar esa etiqueta de mejor liga del mundo. Ojalá aparezcan en Bilbao con el Athletic, con el Sevilla, Real Madrid o Atlético de Madrid de nuevo proyectos de apuesta seria por nuestro deporte con equipos competitivos.

Es una experiencia muy bonita poder entrenar a una selección. Es verdad que en aquella ocasión tenía ganas y era más joven, y estoy muy agradecido a húngaros y polacos por aquella oportunidad. Pero es muy duro y muy difícil. La selección es un trabajo diferente donde necesitas muchísima experiencia porque tu trabajo se concentra mucho en un mes y medio o dos meses de trabajo. Me gusta más la idea de entrenar día a día. Ahora mismo no haría la misma locura de compaginar.

Respecto a España, ahora hay un grandísimo seleccionador y mientras esté, no tengo la más mínima intención de ocupar su puesto. Si en un futuro deja la selección, no niego que sería un reto muy bonito que me gustaría poder afrontar si piensan en mí para ello.

Los entrenadores españoles no solo están de moda sino que demuestran día a día su valía. Me alegro muchísimo por todos los que hemos salido fuera aunque lamento que hayamos tenido que salir por tema de crisis. Entrenamos en países diferentes con mentalidades muy diferentes, demostrando que somos muy válidos. El balonmano española siempre ha tenido una forma particular de entender este deporte, y hemos conseguido abrir las fronteras a otras potencias del balonmano con jugadores mucho más potentes físicamente.

A día de hoy sigo disfrutando del balonmano. La cabeza me dirá cuándo para o cambiar de rol, como ser seleccionador con un ritmo más pausado por ejemplo. Pero por el momento me veo muchos años en los banquillos si la salud me lo permite.

Cuando me retire, estoy seguro de que iré a vivir a España… Santander, Madrid o Ciudad Real, no sé, pero tengo claro que será en España tratando de estar muy cerca de mis hijos y mis nietos.