Mito y leyenda del balonmano, fuiste un jugador de ensueño que maravilló al mundo durante muchos años. ¿Cómo se vive siendo todo un icono dentro y fuera de Suecia? ¿Cuánta responsabilidad hubo en ser el espejo en el que se miraron todos los jóvenes jugadores durante años?
Estando en la carrera como jugador, debo decir que no reflexioné tanto sobre ello. Era parte del rol profesional como jugador de balonmano. Después de la carrera, teniendo un poco más de tiempo para pensar en ello, yo diría que, por supuesto, estoy orgulloso, si algún jugador más joven se fijó en mí, y se interesó para jugar o para tratar de practicar más duro para lograr su desarrollo.