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Entrevista a SAMUEL TRIVES

Entrevista a SAMUEL TRIVES

Un nuevo ejemplo de enorme jugador y persona preocupada por su formación, la que nos visita en la sección “BalonmanoVeteranos.com entrevista a…” y es que el madrileño Samuel Trives es Diplomado en Magisterio por la Universidad, Máster en Comunicación y Periodismo Deportivo, y Máster en Gestión y Administración de Entidades Deportivas.

Sus inicios en el balonmano profesional se remontan al desaparecido Juventud Alcalá, de allí al Teka de Santander, y posteriormente al Bm Ciudad Real donde tuvo su mejor etapa. Llegó a la capital manchega gracias a Rafa López León cuando el equipo peleaba por no bajar y tras 9 temporadas allí, dejó al club en la élite del balonmano europeo. Recuerda aquella época como la mejor de su vida tanto a nivel deportivo como formativo y personal, ya que en Ciudad Real se formó y desarrollo como persona y como deportista, nacieron y se criaron sus hijos, e hizo muchísimas amistades que perduran a día de hoy. Regresó a Madrid en 2005, al BM Alcobendas,  club en el que pondría fin a su carrera en el deporte de alta competición en el año 2010.

Su palmarés es ciertamente envidiable y es que en él podemos encontrar casi todos los títulos: Liga Asobal, Copas del Rey, Copas Asobal, Recopas, Supercopas de España. Sólo se echa en falta una Copa de Europa, algo que tuvo muy cerca al disputar una final frente al FC Barcelona que perdieron en los últimos 15 segundos.

Pero Samuel Trives sigue muy vinculado al balonmano gracias a su labor y compromiso en la formación de los más jóvenes como entrenador en el Club Balonmano Colmenar Viejo de Madrid y la Federación Madrileña, y “mata” el gusanillo del deporte montado sobre la bicicleta. No es difícil verle disputar pruebas de montain bike o cliclimo en ruta, evidenciando que sigue en un estado de forma físico envidiable.


TRAYECTORIA
1991 Club Juventud Alcalá
1996 Teka Cantabria
1996-05 Bm Ciudad Real
2005-10 Club Balonmano Alcobendas


PALMARÉS

Ciudad Real

2 Recopas de Europa de Balonmano
Liga Asobal
2 Copas Asobal
Copa del Rey de Balonmano

Teka Cantabria
Copa del Rey
2 Copas Asobal
Supercopa de España

Preguntas

Empecemos por los orígenes, ¿cómo, cuándo y por qué te inicias en el balonmano Samuel? ¿Qué te enganchó de este deporte de niño? ¿Qué jugador fue quien te deslumbró?

Empecé a jugar con 12 años en el colegio. Ese año me quería apuntar al deporte donde iban mis amigos, el futbol claro, y justo ese año no había futbol, sólo había balonmano. Nos apuntamos todos sin tener ni idea y empezamos ahí, con la suerte además de ser zurdo y no haber casi zurdos. Así que muchas casualidades juntas, porque en pocos meses pase del cole al equipo de Móstoles que era una selección de chicos de todos los coles de la zona y que dirigía Juanma López, que fue mi primer entrenador. Era jugador de Leganés y luego jugo en el Arrate muchos años, y con el paso del tiempo pudimos jugar como rivales en ASOBAL muchas veces.

Mi ídolo cuando empecé a tomarme el balonmano en serio y a verlo en la tele, era Javier Cabanas. Eugenio “el nano” Serrano también me gustaba, pero Javi me encantaba.

Imaginamos que de niño soñarías con ser un campeón, pero… ¿cuándo viste que realmente podrías ser un jugador profesional de balonmano? ¿Qué supuso eso en tu vida y los planes de estudio y vida que seguro tenías?

En toda mi fase de deporte de base, Móstoles, Villalba, Cajamdrid, no pensé en ningún momento en llegar a profesional ni a ASOBAL. Sólo en los dos últimos años juveniles coincidiendo con convocatorias de la selección en categorías inferiores, fue donde pensé que lo mismo tenia suerte y quizás podría jugar en ASOBAL. El último año de juveniles llegaron las ofertas, y fue cuando realmente me di cuenta que al menos durante un tiempo mis sueños se iban a cumplir.

Siempre en mi familia tuvimos claro que lo primero eran los estudios y luego el deporte. El paso a sénior coincidió con el paso a la Universidad y la idea era intentar combinar estudios y deporte, así que empecé Ciencias Políticas en la Complutense. Mis entrenamientos con el equipo de Asobal fueron difíciles de compaginar en el día a día, pero todo esfuerzo merecía la pena.

Tus inicios como profesional se remontan al desaparecido Juventud Alcalá-Cajamadrid, ¿qué recuerdas de aquella época? ¿Cómo viviste personalmente la desaparición del club  en una ciudad donde el balonmano llegó a ser religión y ciudad natal de grandísimos jugadores?

Los recuerdos de esa primera fase son maravillosos. Al principio con un equipo con parte de los veteranos de Cajamadrid, auténticas instituciones y estrellas de Asobal con un montón de chavales jóvenes con ganas de comerse el mundo y con proyección.

Cada año fuimos mejorando y mi tercer año en el club, con la llegada de Manolo Laguna y los jugadores de Alcalá, Guijosa, David Hernández, Oscar de Luis y el trio ruso Lvov, Karlov, Barbashinski, dimos un salto de calidad e hicimos una temporada increíble que nos llevó a la final de la Copa del Rey y a luchar por el título, y aquello fue increíble.

Aquel equipo jugaba un gran balonmano y además disfrutábamos entrenado y jugando. Luego llegaron los problemas económicos y yo me fui a Santander y esa temporada de impagos y encierro de mis compañeros la viví en la distancia, con mucha pena y dolor por mis amigos y por el balonmano en Alcalá.

Fichaste posteriormente por Teka Cantabria, llegando además los primeros títulos a tu particular vitrina. ¿Qué recuerdos guardas de aquel club, aquella ciudad, aquellos compañeros y aquellos títulos?

Santander fue un salto, pase de un equipo joven y modesto a uno grande que jugaba en Europa y que ese mismo año había sido Campeón de Europa y de liga. El salto al menos en lo deportivo era bestial, jugabas con los mejores jugadores del mundo. El año que llegué, los tres fichajes fuimos: Jovanovic, Jaume Fort y yo… incredible. Además ya estaban allí, Melo, Hombrados, Reñones, Domínguez, Talant, Yakimovich, Luison, Chechu Villaldea y en mi puesto Alberto Urdiales. Un equipazo tremendo. Fueron dos temporadas de pelear por todo, de debutar en Europa y de ir cogiendo experiencia. También de los primeros títulos que a un chaval de 21 años le parecían la leche.

Cambiaste de aires para llegar a Ciudad Real, viviendo la transformación del equipo en lo que finalmente fue, un dominador de Europa. Ganaste en Ciudad Real importantes títulos tanto en España como en Europa, compartiendo vestuario con rutilantes figuras mundiales. Con la perspectiva que da el tiempo, ¿qué valoración haces de aquellos años en la capital manchega?

Tanto deportiva como personalmente, ha sido la parte más importante de mi vida. Llegué a Ciudad Real muy joven y fueron 10 años los que pasé allí. Empezamos con un equipo modesto, humilde, donde estaban jugadores como Claudio Gómez, Bebeshko, Ángel Hermida… y llegaron otros como Jordi Nuñez, Lubian, Isra Perez o Jorge Fernández. Dirigidos por Rafa López León, llegamos a pelear por la Liga y a una final europea contra el todopoderoso Flensburg.

Eso a pesar de impagos y retrasos, pero formamos una familia, un grupo de amigos que disfrutaban dentro y fuera de la pista. Luego se dio paso a un proyecto a medio plazo de Super Equipo, y empezaron a llegar jugadores top como Mariano Ortega, Pepelu (José Luis Pérez Canca) y dimos un salto de calidad. Posteriormente, ya con la llegada de los Megacracks, se cambió el chip con otros objetivos, otro estilo de juego y otro potencial diferente.

El poder haber vivido la transición del inicio con buenos jugadores y chavales, a un equipo para luchar por todo, para mí fue un privilegio. Mi hijo nació el día que ganamos la primera Recopa de Europa, así que estoy totalmente marcado por Ciudad Real. Luego llegaron más y me siento un afortunado por ello, pero sin duda por encima de los títulos me quedo con el cariño de la gente que aun siento cuando vamos o tengo algún contacto y por supuesto con la “familia” que se creó en esos años. Esos son los verdaderos “títulos” que me llevo de Ciudad Real.

Cerraste el círculo de tu trayectoria regresando a Madrid, en esta ocasión a un club modesto como Bm Alcobendas. ¿Cómo se reinventa uno para dejar de pelear por títulos y centrarse en objetivos igual de duros pero menos gloriosos como la permanencia?

La idea, cuando decido volver a Madrid, es ir reorientando la vida e ir preparando la transición al “día después”, momento crítico en la vida de todo deportista.

La dureza fue clara, pase de mayo de 2005 donde perdimos una final de Champions en el Palau, a mayo de 2006 a bajar de Asobal. Sin duda es pasar del mayor éxito deportivo posible a la mayor decepción deportiva de mi carrera. Fue bestial pero quizás eso hizo que pasara de querer seguir jugando, disfrutaba entrenando y compitiendo, era otro enfoque pero reconozco que la clave para seguir esos años adelante la tuvo Rafa Guijosa. Cada entreno era un reto, cada partido una batalla y la idea de subir y volver a Asobal estaba ahí, y logarlo fue un subidon. Después un año maravilloso y perfecto para poder  retirarme como siempre uno sueña. Pasé de firmar por 2 años para retirarme a jugar 5 temporadas y saborear el balonmano al máximo hasta el último momento.

Llega el año 2010 en el que decides cerrar definitivamente tu etapa como jugador profesional. ¿Cómo fue la maduración de aquella decisión, siempre complicada cuando se lleva además cerca de dos décadas de corto? ¿Cuál fue el motivo principal? ¿Te llegaste a arrepentir de la decisión en algún momento después?

La retirada estaba más o menos clara. Se alargó más de la cuenta y quizás incluso podía haber seguido porque estaba físicamente bien, me gustaba viajar y competir, y estaba a buen nivel o eso creía. Lo habíamos hablado muchas veces con Rafa y quería dejarlo de la mejor forma posible, y creo que el momento fue perfecto. El año siguiente cuando empezó la temporada, quizá eche de menos la pretemporada pero no duro mucho. Sobre todo he echado de menos los viajes, las cartas, las pelis, ese ambiente pre partido y por supuesto los partidos sí que los eche de menos, pero tenía clara mi decisión. Fue el momento perfecto.

Algo que admiramos de Samuel Trives, además de por lo excelente jugador que eres, es que supiste aprovechar el tiempo y no solo eres Diplomado en Magisterio (Especialidad Educación Física) sino también Máster en Dirección y Administración de Entidades Deportivas. ¿Cuáles eran tus planes de futuro cuando decidiste colgar las zapatillas?

Mis planes eran claros, querían ser profesor en un colegio. Lla docencia y la formación me encantan y la idea era opositar o bien buscar un colegio privado donde ejercer, pero los planes no salen como uno piensa y estando aun en activo ya empecé a trabajar para Adecco en un programa nacional para integración de deportistas. Después pase a Fundal y de ahí a la Comunidad de Madrid en la Fundación Madrid por el Deporte, siempre relacionado con deportistas, deportes, integración, eventos, marketing etc… También mucha suerte el poder tener estas experiencias laborales, no llegue al colegio pero nunca se sabe…

Desde 2015 eres Consultor en Marketing, Comunicación y Ventas. ¿Qué cosas de tu etapa como deportista de élite te sirven en la actualidad como consultor?

Todos los consultores o formadores que no vienen del deporte en seguida usan el deporte como ejemplo de generación de valores para la vida laboral, así que yo, que vengo de ese mundo, puedo hablar en primera persona del trabajo en equipo, la gestión del estrés, la colaboración, la comunicación, la superación, el trabajo por objetivos y otros muchos valores del deporte que están presentes en la vida laboral y son realmente necesarios. Esas habilidades generadas en el deporte son claves para tu rendimiento, y aunque muchos trabajadores que no han sido deportistas los tienen, creo que los deportistas los tenemos más interiorizados e integrados y eso son Puntos Fuertes que debemos usar en nuestro acceso al mundo laboral. Las empresas lo valoran y debemos hacerlo valer y sobre todo demostrarlo.

Sabemos que has llevado equipos de base en algunos clubes de Madrid, ¿de qué forma sigues vinculado al balonmano?

Llevo entrenando desde mi etapa en Santander, y ahora coordino a nivel deportivo el Bm Colmenar Viejo de Madrid (BACOVI),  entreno a su equipo Juvenil y Segunda Nacional. Además soy el actual Seleccionador Cadete de Madrid para el próximo CESA 2020 de Santander. Así que sigo formando y enseñando a futuros jugadores y sobre todo futuras buenas personas

Desde hace algún tiempo ya, tu pasión se ha montado sobre las dos ruedas y eres asiduo de carreras de MTB o carretera, algunas tan duras como la Cape Epic que corriste este mismo año, y dentro de un proyecto muy interesante. ¿Qué es Proyectocentea? ¿Por qué la bicicleta?

Ya cuando estaba en activo, al terminar la temporada me iba con la bici a hacer grandes rutas. Necesitaba esos días de desconexión. Hice el Camino de Santiago, la Ruta de la Plata, la Transpyr… Todo lo que me llevara a desconectar. Al retirarme ya pude hacer las carreras que veía en la televisión y las revistas especializadas que me llamaban la atención como la Titán Desert o la Andalucia Bike Race. En este mundillo vas avanzando, te vas enganchando y viendo más carreras por hacer.

Este año he podido hacer alguna de las mejores carreras del mundo como la Cape Epic, en Sudáfrica, para ayudar a un corredor a terminarla, y en la Titán Desert, que era mi cuarta participación, fui con el Proyecto Centea. El objetivo era que un ex drogodependiente, terminara como fase final de su terapia la Titán, asemejando el proceso de superación de adicciones al proceso de superación de una Titán. Se rodó un documental para intentar ayudar a otros. Es un Proyecto muy bonito y emocionalmente potente, por eso volví y cumplimos el objetivo. Si puedes unir tu trabajo y tu afición a causas sociales y cumplir objetivos o ayudar a otros a hacerlos, eres un privilegiado…

Desde tu retirada, ¿no has vuelto a vestirte de corto para algún partido homenaje, benéfico o de veteranos? ¿No hay posibilidad de verte de nuevo en el extremo derecho?

Si, en varias ocasiones y casi nunca con éxito (risas). La última vez fue el 12 de enero en la re-inauguración del Pabellón Carranque con el nombre José Luis Pérez Canca, con un montón de jugadores, amigos y compañeros. En el minuto 3 me lesioné, una rotura de fibras importante, tengo claro que no puedo jugar ya (risas). Ya les toca a otros. Yo mejor dirigir…

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