Siendo hijo de un mítico del balonmano nacional como es Jaume Puig, ¿era fácil que acabaras jugando al balonmano? ¿En qué medida condicionó tus inicios como jugador profesional ser hijo de una leyenda como tu padre?
En ningún momento me sentí obligado a practicar el balonmano, pero es obvio que como era el deporte que practicaba mi padre tenia muchas opciones de practicarlo.
A parte, en la escuela también fue el deporte que escogí junto a mis amigos y eso acabo de facilitar las cosas.
Al principio de llegar a la élite si que se me veía como el hijo de Jaume Puig, pero poco a poco fui labrando mi camino y que la gente me valorará por mi propio rendimiento.