Entrevista a SALVA ESQUER

Pues de nuevo en tierras valencianas para recibir a todo un mítico de nuestro deporte, en la sección “BalonmanoVeteranos.com entrevista a…“, en este caso es José Salvador Esquer Bisbal , conocido en el mundo del balonmano como Salva Esquer.

Natural de Algemesí, donde sigue residiendo en la actualidad, fue uno de los jugadores más talentosos de su generación. Capaz de desenvolverse con soltura, eficiencia y solvencia en cualquier posición dentro del campo. Un jugador sumamente polivalente y valioso, con las aptitudes para atacar de manera inteligente y de defender de manera excepcional.

Sus inicios fueron en Valencia, y jugó en el Teucro de Pontevedra, el Balonmano Cantabria de Santander y el Ademar de León para regresar en el año 2000 a Valencia donde puso punto y final a una trayectoria como jugador de élite de 15 años.

Formó parte de aquella Selección Española que rompió las barreras, consiguió los primeros metales, y nos lanzó a los grandes éxitos que luego han venido. Consiguió una medalla de Plata en el Europeo disputado en España en 1996, y una medalla de Bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta de ese mismo año. Con la Selección sumó un total de 81 partidos y 167 goles.

Hemos querido rescatar un pequeño vídeo de una acción de Salva Esquer en el Mundial de Japón de 1997, y damos las gracias nuevamente a la web Partidos Históricos por conservar estas joyas. Cuando un sabio como Luis Miguel López dice “uno de los mejores defensores en la posición de avanzado“, solo queda rendirse a la evidencia y admirar a Salva Esquer también en labores defensivas.

Desde hace años ejerce como profesor de Educación Física en el colegio donde se formó, Maristas Algemesí. Pero sigue muy vinculado al balonmano en las facetas de entrenador y directivo dentro del mismo club de balonmano, Maristas Algemesí. Toda una suerte y un lujo poder contar con una persona tan excepcional en la formación, a nivel deportivo pero también a nivel personal, de los más jóvenes.

No podemos cerrar este prólogo sin resaltar lo interesante que resultó tomarse un café con Salva Esquer y hablar de balonmano, de educación, de valores, de chavales y del futuro. Una persona francamente valiosa y extremadamente educada de la que aprender muchísimo.

Muchísimas gracias Salva !!!

TRAYECTORIA

1988-96 Bm Alzira
1996-97 SD Teucro
1997-99 Bm Cantabria
1999-00 Ademar de León
2000-03 Eresa Valencia

PALMARÉS

Bm Alzira

Copa del Rey
Copa EHF

Selección Española

Medalla de Plata en el Europeo de España de 1996
Medalla de Bronce en Juegos Olímpicos Atlanta 1996

Preguntas

Hace más de 15 años de tu retirada como jugador profesional, pero tu huella sigue muy presente y viva porque seguimos recordando al excepcional jugador que eres. ¿Qué valoración harías de tu dilatada etapa como jugador de balonmano? ¿Qué cosas destacarías como las más positivas?

La valoración es muy positiva tanto por resultados como amistades, inquietudes… Fui un jugador constante en el trabajo y en el esfuerzo, características que me ayudaron a sumar en cualquiera de los proyectos en los que estuve.

Junto a otro amigo de esta web como es Juan Alemany, sois dos iconos del balonmano masculino valenciano. ¿Sigues sintiendo ese cariño y admiración especial en tu tierra?

El balonmano es un deporte de minorías, que mientras estas jugando algo se acuerdan de ti, pero luego el tiempo pasa y aparecen más jugadores. Es verdad que en alguna gente calamos y aquellos que eran seguidores, si que demuestran cariño y admiración.

Empezaste como profesional en el Bm Alzira, y terminaste tu carrera en el Eresa Valencia. ¿Casualidad o siempre tuviste como prioridad regresar a Valencia para terminar tu carrera deportiva en tu tierra?

En los inicios, en mi mente, no aparecía el poder dedicarme al balonmano de manera profesional. Sin embargo luego ha sido mi vida. Tuve la suerte de poder tener un equipo cerca de Algemesí, el Balonmano Alzira que luego se llamó Caixa Valencia y Avidesa, y la suerte de que un entrenador como Cesar Argilés se fijase en mí.

Posteriormente salí de Valencia, pero fue por la desaparición del equipo, y puede que ahí empezara a creerme que podía dedicarme al balonmano.

La vuelta a Valencia fue por una propuesta profesional idónea para mi futuro, que por supuesto acepté, y de momento continuo trabajando como Profesor de Educación Física en mi colegio de siempre, los Maristas Algemesí.

Siempre es difícil hablar de uno mismo, pero… ¿cómo te definirías como jugador? ¿Cuáles crees que eran tus principales virtudes cuando estabas de corto en el 40×20?

Si es verdad que es difícil hablar de uno mismo, pero lo intento.

Me definiría como jugador de equipo, colaborador y generoso en el esfuerzo y con los compañeros. A nivel más técnico no era un jugador fino, pero sí rápido, principalmente en los trabajos defensivos. En ataque podía jugar en cualquier posición y cumplir, sin ser un super primera línea y tampoco un excelente segunda línea, pero me adaptaba bastante bien en cualquier posición.

Eras un jugador realmente completo, con enorme talento y creatividad en ataque donde generabas juego para todos tus compañeros, y un gran defensor sobre todo en la posición de 5:1. ¿Cómo llega uno a dominar tantas facetas de un juego tan complejo como es el balonmano?

Creo que todos los jugadores pueden realizar diferentes facetas del juego, pero muchas veces depende de las necesidades del equipo. Así que con los años fui aprendiendo a jugar en diferentes posiciones. En mis primeros años Cesar Argiles me daba minutos en cualquier parte del campo, así que igual jugaba de pivote que de extremo o primera línea. Todo esto me reforzó en mi progresión hasta darme cada vez más minutos de central.

Lo del avanzado fue casual porque normalmente se defendía 6:0. En un partido con los mayores cuando era juvenil, el equipo titular no funcionaba, el partido iba mal, y Cesar Argilés desesperado me dijo que saliese y fuese a por el balón, así que como juvenil, salí a por todas, y aunque se perdió el partido, robé bastantes balones y poco a poco empecé a disfrutar de la posición de avanzado. Por mis características, podía adaptarme a cualquier posición defensiva, así que eso fue mejorando mis aportaciones a los equipos en los que estuve.

Al margen de tu descomunal talento, siempre fuiste un jugador sumamente elegante y exquisito en el trato con los compañeros y rivales. ¿Quién te inculcó esos valores? ¿Son también parte de los valores que tu has tratado de enseñar?

Vengo de un colegio Marista y son valores que te inculcan desde pequeño. Por supuesto que el trato con las personas es lo más importante. Tengo muy buenos recuerdos de compañeros, rivales, entrenadores, árbitros, directivos de todos los clubs.

De pequeño me enseñaron a competir, pero también a respetar a compañeros y rivales. El balonmano es un deporte de contacto, pero cuando acaba el partido debemos reconocer el esfuerzo que realiza cada jugador independientemente del resultado.

Al margen de Valencia, jugaste en Pontevedra, Santander y León. ¿Qué recuerdos guardas de cada uno de esos clubes, ciudades, aficiones y compañeros?

Siempre comento cunado hablo del pasado, que si pudiese repetir mi experiencia en el balonmano, lo volvería hacer con los ojos cerrados.

Pontevedra fue mi primer destino después de la desaparición de Alcira. Para mí fue complicado por ser la primera vez que salía de casa, pero me encontré que con unos compañeros excepcionales, además de una afición volcada con el balonmano.

Santander fue espectacular, quizás llegue en mi mejor momento, y el grupo humano de jugadores-entrenadores facilitó la adaptación al Club y a la Ciudad. Ciudad que me encanta y a la que continúo vinculado porque mi mujer es de Santander.

León fue un paso profesional importante, por poder trabajar con Manolo Cadenas y también por el gran ambiente de vestuario.

Las tres ciudades me gustaron mucho, el ambiente de balonmano que se respiraba en cada lugar de la ciudad hacía que te sintieras muy acogido.

La Selección Española es tu otro gran equipo, con quien disputaste más de 80 partidos, anotaste más de 160 goles y fuiste partícipe de aquel gran hito que fue el Bronce de los JJOO de Atlanta 96. ¿Qué significó para ti defender los colores de España en competiciones internacionales? ¿Aquella selección sentó las bases de los grandes éxitos de la selección que han venido después?

En ningún momento de mi juventud me planteé que participaría en unos JJOO, me parecía que estaba muy lejos de alcanzar. Cuando nos clasificamos estábamos contentos por ir, pero no ha sido hasta muchos años después cuando realmente he visto lo importante que es participar en unos JJOO, y más si al final ganas una medalla.

Al finalizar los JJOO, estaba contento con el resultado del equipo y lo que supuso para el balonmano español, pero independientemente del resultado, estaba muy orgulloso de mi trabajo para el equipo. El grupo trabajó con mucha ilusión y fe, y me sentí muy importante dentro del bloque.

Esa medalla fue el principio de otras muchas para el balonmano español, cosa de la que me siento muy orgulloso.

Llevas casi 20 años dedicado a la docencia y ya hemos leído en alguna ocasión, que tus alumnos al principio no sabían quién eras y lo que habías logrado. ¿Qué cosas de tu etapa como deportista profesional has incorporado a tu actual trabajo como Profesor de Educación Física? ¿Cómo valoras el estado actual de la educación en nuestro país, está igual de delicado que el de nuestra Liga ASOBAL?

El deporte y la competición te dan unos valores de esfuerzo, sacrificio, intensidad, responsabilidad… e intento que en mis clases no falten estos valores.

La educación no pasa por su mejor momento, y es bastante difícil inculcar unos valores que son imprescindibles para triunfar, pero que la gente prefiere triunfar sin esos valores.

El balonmano creo que va resurgiendo, después de unos años complicados. Simplemente hay que ver la cantidad de jugadores y entrenadores que hay fuera de nuestro país para reconocer el buen nivel que tenemos, pero habría que pensar como pueden volver todos esos jugadores, para que nuestra liga sea de las más competitivas.

Tu vinculación con el balonmano sigue siendo intensa, aunque ahora desde el deporte de base y la formación de los más jóvenes en el Club Maristas Algemesi. ¿Cómo está el balonmano nacional actual, desde la élite a la cantera? ¿Qué se necesita para potenciar nuestro deporte?

Lo que se necesita es dinero para que aquellos jugadores que se van a jugar a otros países pudiesen quedarse, pero las inversiones de los equipos en España son bajas y ahí es donde habría que preguntarse por qué. Quizá la ley del Deporte, quizá mayor sensibilización con deportes que no sean Futbol…

Para mí los jugadores llegan con un nivel técnico alto, pero con poco trabajo de grupo y poco sentimiento de equipo, dando prioridad a egos personales antes que a los colectivos.

En Maristas Algemesí tenemos bastantes equipos de base, así como un equipo en Primera Nacional, que para ser una ciudad pequeña, está fenomenal. Pero el principal problema que veo es el bajo esfuerzo que están dispuestos a ofrecer los jugadores por conseguir mejorar.

Tras tu retirada, ¿has vuelto a vestirte de corto para jugar algún partido homenaje, veterano o benéfico? ¿No echas de menos el balón, el crear juego o robar el balón en defensa? ¿Cómo no vemos a Salva Esquer jugar la Liga de Veteranos de la Comunidad Valenciana?

He jugado algún partido, pero hace años ya… ¡¡¡ojalá pudiese hacerlo!!!

Hace tres años me operé de la cadera, así que llevo una prótesis que no debo forzar para que me dure el mayor tiempo posible.

Me gustaría mucho poder participar en la Liga de Veteranos, pero mi cabeza dice que no seria lo mejor para mi cadera. Aunque sigo relacionado con el balonmano como entrenador y directivo, aunque realmente lo que me gusta es jugar…. y ver que no puedes, es duro!!!.

El deporte de Elite es lo que tiene, hay grandes días y alguna decepción, de todo se aprende y así es como se crece.

Entrevista a SALVA ESQUER - BalonmanoVeteranos.com