Entrevista a RAÚL ENTRERRIOS - BalonmanoVeteranos.com

Cuando comienzas a practicar un deporte de pequeño, es difícil imaginar que tu vida estará ligada tantos años al alto nivel. Siempre sueñas con llegar y competir en un gran club o en la Selección como los jugadores que veías por la televisión. Con el tiempo, he conseguido cumplir gran cantidad de esos sueños y otros que no podía imaginar, trabajando muy duro y manteniendo la misma ilusión que tenía cuando comencé. Estoy orgulloso de mi carrera, de los pasos que he dado y continúo disfrutando de ella cada día.

Somos una comunidad pequeña pero que realiza un gran trabajo de base. Nos adaptamos muy bien a este deporte, al trabajo de equipo y a la capacidad de sacrificio y exigencia. Es una lástima que durante tantos años no hayamos tenido un equipo masculino en la élite que pueda servir como base y motivación para todos esos jugadores jóvenes en formación.

Siempre digo que ha sido un privilegio poder tener a mi hermano como modelo de juego. Cuando yo era cadete o juvenil tenía la posibilidad de ver como mi hermano comenzaba a dar sus primeros pasos en la alta competición con un gran rendimiento. Su forma de jugar siempre me pareció la deseada, jugando en equipo y tomando buenas decisiones para él mismo y sus compañeros. Aprendí muchísimo viéndole.
Pero yo no soy Alberto ni tengo sus características. Con esa misma filosofía he tratado de crecer y madurar como jugador en la posición de central. Nunca me lo he tomado como un reto a superar sino algo especial que además nos permitió disfrutar de grandes momentos juntos en la selección.

Recuerdo ambos con mucho cariño y creo que sin haber pasado por estos dos equipos habría sido más complicado llegar a un club como el FC Barcelona y permanecer en él tantos años. Fue un privilegio poder trabajar con Manolo Cadenas y Juan Carlos Pastor.
Ademar de León fue mi primer equipo y hogar fuera de Asturias. Llegar joven a un equipo que acababa de ser Campeón de Liga la temporada anterior no era sencillo. Pero durante los seis años que estuve allí crecí muchísimo como jugador y como persona, en un club, ciudad y época donde la exigencia competitiva era muy alta. Gracias a ello llegó el debut con el equipo nacional y mis primeros títulos. Fue una gran primera experiencia en Asobal.
El cambio a Valladolid siguió esa misma línea. Desde el principio encajé en la filosofía del equipo, me encontré muy a gusto en la ciudad y disfruté mucho del ambiente de Huerta del Rey y de su afición. Al igual que en León, me encontré un vestuario fantástico que funcionaba dentro y fuera de la pista lo que nos hizo conseguir el primer título europeo del club. Además, fue muy importante para mi crecimiento como central, ya que fueron de un gran aprendizaje. Recuerdo con mucho cariño esta etapa y fue duro ver como este club histórico desaparecía unos años después.

El éxito y las victorias no es lo normal. El deporte te da momentos buenos pero también derrotas duras y difíciles de las que cuesta levantarse. Pero de todas ellas hay que aprender y como deportista tienes que pensar en el siguiente objetivo con mayor motivación que el anterior. Para mí lo raro sería no motivarse cuando tienes la opción de competir por ganar cada partido y competición, independientemente de si la has conseguido o no con anterioridad. Nuestra carrera como jugador es efímera así que hay que aprovecharla al máximo.

Como comentaba, el hecho de estar durante nueve temporadas previas en equipos competitivos como Ademar y Valladolid me ayudó a crecer y consolidar mi juego. Eso hizo que en el momento de llegar al FC Barcelona ya contase con experiencia en todas las competiciones. Pero una vez aquí, no he dejado de aprender e intentar mejorar mi juego lo máximo posible para ayudar al equipo, y es por ello que llevo aquí diez temporadas.
Esa temporada me había comprometido con el Ademar para volver a jugar allí en un proyecto de varios años. Pero el Barça volvió a insistir en el fichaje hasta el punto de querer abonar la cláusula y así lo hizo. Entendí que Pasqui me quería como pieza importante dentro del equipo y que debía asumir con ambición ese nuevo reto.
Una vez aquí, comprobé rápidamente que tomé la decisión correcta. El FC Barcelona es el mejor club del mundo, nos permite luchar por todos los títulos con una estructura difícil de igualar. Lógicamente fue un cambio significativo a nivel personal y deportivo. La exigencia es máxima pero siempre me la he marcado individualmente. No hay mejor sitio para competir que este y tanto mi familia como yo estamos muy a gusto en la ciudad.

Sin duda son los dos momentos deportivos más grandes que he vivido aquí. La Copa del Rey ganada en mi ciudad, Gijón, también fue muy emotiva.
Ganar la Final 4 en un escenario como el Lanxess Arena lo hace único, difícil de describir desde dentro. Es una competición muy complicada y conseguirla así, delante de todo ese público lo hace inolvidable.

La liga Asobal era en aquellos años la mejor del mundo en cuanto a plantillas. Contábamos con un gran núcleo de jugadores españoles históricos y fichajes extranjeros referentes en el balonmano mundial. Todos los equipos eran muy competitivos y había un grupo de 6/7 equipos que estaban en la zona alta entre los que podía darse cualquier resultado. Eso se trasladaba a Europa y los resultados así lo reflejaban.
Desgraciadamente dejamos de lado muchas otras cosas que quizás fuesen más importantes. Con todo ese potencial económico se debería haber invertido en las estructuras de los clubes, marketing y en crear un modelo de deporte que implicase a las empresas privadas y masa social. Actualmente es momento para poner esas bases. Los medios no son los mismos pero contamos con mucho talento e implicación para hacerlo.

Está claro que la competición ha cambiado desde hace unos años, pero nosotros asumimos cada torneo con una misma idea en la cabeza, que es salir a ganarla.
Independientemente del equipo que tengamos delante o de su potencial, siempre nos exigimos el máximo y esto es algo que se refleja en la pista y los resultados. Se trata de hacer nuestro trabajo lo mejor posible y con la mayor implicación.

Jugar en la selección es siempre un privilegio y estoy orgulloso de haber tenido continuidad durante tantos años. A lo largo de todos ellos hemos tenido momentos buenos y malos pero el equipo siempre ha sido un ejemplo a seguir.
Lógicamente no es lo mismo participar con la selección que con el club. Aunque los dos son tremendamente competitivos, con el FC Barcelona entrenamos todos los días y hay una mayor continuidad en el trabajo. Con la selección esto es más intermitente, y durante el tiempo que nos reunimos hay que aprovechar el tiempo al máximo.
La gran mayoría nos conocemos y compartimos esos momentos desde hace muchos años. Esto ha hecho que el equipo sea ya como una familia y compita de la misma forma.
Conseguir cualquier título, ya sea con el club o equipo nacional, es algo que te queda marcado. Colaborar para situar al balonmano español en lo más alto es algo que debemos valorar y disfrutar, y los últimos años han sido inolvidables en este sentido.

Siempre he intentado ser un jugador respetuoso y honrado con todos mis equipos y en todas las pistas. Aprecio mucho las muestras de cariño que recibo en muchos lugares y me hace sentir que trabajo de la forma correcta.
Todos hemos sido pequeños y hemos aprendido de los deportistas que veíamos en la pista o por la televisión, y debemos de ser responsables respecto a esto. Así que todos los jugadores, y en especial los que tenemos la posibilidad de competir con la selección, debemos ser un ejemplo tanto dentro como fuera de la pista.

El panorama deportivo que teníamos previsto ha cambiado drásticamente por la situación que estamos viviendo. El no poder terminar la carrera con una temporada normal y en la pista, y el retraso de los JJOO de Tokio a 2021 hacen que me plantee continuar e intentar disfrutar de un año más como jugador.
Aun así, mi idea es seguir ligado a este deporte una vez me retire. Me he preparado académicamente para este momento, tengo además el título de entrenador, y quiero aportar todo lo que he aprendido estos años, continuar formándome y ayudar en todo lo que pueda en el club.