Entrevista a RAÚL BARTOLOMÉ - BalonmanoVeteranos.com

Bueno, recuerdos hay muchos. Estuve en varios equipos y he vivido prácticamente casi todo lo que un jugador puede vivir a nivel de clubes: títulos, pelear por entrar en Europa y pelear por no descender e incluso por ascender… Cada situación tiene su historia y la verdad que estoy orgulloso de haber conseguido los objetivos que cada club se marcaba. Eso es para mí lo más importante, conseguir los objetivos marcados por cada equipo.
Pero si tuviera que citar tres me quedaría con el Campeonato Juvenil de España con el Bidasoa, la Copa de Europa con el San Antonio y el ascenso de categoría con el Huesca.

Tanto Juancho como Xepkin eran otra historia comparados conmigo, otro nivel (risas).
Ellos eran pivotes de mucha altura, mucha envergadura, y por su zona era muy muy difícil entrar
Yo algo más bajo, menos fuerte y por lo tanto me tenía que anticipar mucho más. Si tuviera que destacar algo de mi juego defensivo sería la anticipación a ser posible y la pelea y el contacto en cada acción, si no era muy difícil defenderá grandes fintadores y lanzadores que tenía la liga.

A mí de ataque cuando empezaba me gustaban Etxaburu y Luison García, y además tuve la suerte de compartir vestuario con ellos. Después llegaron otros grandes pivotes de ataque como Sskrbic o Urios. Pero para mí uno de los más determinantes que ha habido ha sido Julen Aguinagalde.
Y en cuanto a nivel defensivo siempre he dicho que la pareja de defensores que hacían Kiselev y Xabier Mikel en el san Antonio Campeón de Europa será difícil de volver a ver.

Cuando el san Antonio me llamó pensé, Zupo ha marcado el teléfono mal, no me va a llamar a mí. El san Antonio estaba empezando con ese nombre, Portland, y ya tenía jugadores como Kiselev, Xabier Mikel, Villaldea, Alberto Martín o los extremos Ambros y Mainer. Encima fichaban a Barbeito, a Olalla… ¿Y a mí también? Fue ilusionante fichar y entrar en ese equipo aunque el primer año no fue fácil por varias lesiones. Los dos siguientes años fueron mejores sin duda.
Lo bueno es que además de ser grandes jugadores había muy buen ambiente, me trataron genial y no me trataban como al juvenil….
Y tanto Zupo con Lezaun gestionaban muy bien el grupo, sabían que había que dejar que la gente llevara su ritmo, sin presión pero sin que cada uno hiciera lo que quisiera. Aprendí mucho de todos.

Zupo tenía dos cosas muy claras en aquel momento: la defensa tenía que ser dura, contundente y en ataque dejaba que cada uno sacara su calidad al servicio de una táctica colectiva sencilla, dejaba hacer al jugador.
Creo que esa era la clave para que todos estuvieran contentos y dieran el cien por cien por el equipo, sobre todo en los momentos claves y en los grandes partidos.

El mejor sin duda fue Richardson. Nunca sabías que podía hacer porque el mismo hasta el último segundo antes de hacer la acción tampoco lo sabía. Tenía mil y una posibilidades en su cabeza y todas las iba a hacer bien. Es el jugador más completo que he visto.
Y el mejor fintador no sabría decirte, cualquier pequeño que se acercara era difícil de defender, los jugadores altos siempre sufren ante las fintas los pequeños.

A mí siempre me han gustado los porteros nórdicos, atacan muy bien al lanzador, cuando te giraban los tenías a un metro, eran explosivos. Por ejemplo Svensson, Kasper Hvidt o Peter Norklit. Otros como Torrego o Barrufet, por su tamaño, era también difícil de superar.

La verdad que como te decía antes, me adapte creo que muy bien. Siempre me ha motivado más el objetivo que otra cosa. Conseguir lo que se quiere, sea lo que sea siempre es gratificante y para eso se entrenaba.

Yo me retire por decisión propia. Si es verdad que poco tiempo antes tuve la lesión del desprendimiento de retina que ayudó a mi retirada pero me encontraba bien físicamente y podía haber continuado jugando. Pero creo que lo hice en el momento oportuno, no me arrepiento ni del momento ni de haberme retirado, de hecho nunca he tenido la tentación de volver a jugar.
Si miro atrás estoy contento de mi trayectoria, he disfrutado de lo que he hecho, tengo grandes amigos gracias al balonmano. Con eso me siento más que satisfecho.

Estamos hablando de balonmano. Todos sabemos que excepto algunos elegidos, no da como para en la retirada vivir de las rentas. Ojalá fuera así pero no lo es. Así que la formación académica es igual que importante o más que la deportiva. Hay que estudiar, lo que sea, lo que guste, pero prepararse para el día después. Nunca estará de más estar formado.

Pues tuve la suerte de entrar por Armand Torrego. Hablé con él y él habló en Medcomtech. Se lo agradezco mucho. El ambiente es bueno y cuando coincidimos siempre sale el “vaya golpe que me diste”, o “vaya finta que te hice” o que “malo eras”…. Pero somos todos buenos amigos y nos gusta juntarnos: Kike Andreu, Javi Tarrasó, Héctor Castresana, Ivan infestas…
Y Juan Sagales como jefe marca sus directrices pero deja hacer. Es cercano, siempre dispuesto para hablar con él. Sería un buen entrenador también seguro (risas).

Para mí lo más importante es ser responsable en el trabajo diario, comprometido y saber que cada día hay un trabajo nuevo dentro de un objetivo general. Mi trabajo es igual que mi vida deportiva, para mi es idéntico. Y cada año empieza de nuevo y siempre hay oportunidades nuevas. Estoy muy contento con mi trabajo y con el sitio donde lo hago.

Ahora mismo entreno un par de equipos, juveniles y senior, en Elizondo, en el BKT.
Estoy muy contento allí, el club es pequeñito pero muy por la labor de hacer cosas, organizarse bien y mantener y aumentar la afición en El Valle del Baztan.
La liga Asobal la verdad que la sigo poco, los resultados del Bidasoa y del Huesca que fueron mis equipos y veo pocos partidos.
Lo que he visto es un balonmano diferente, diferente tipo de jugador, un balonmano más rápido, creo que se corre mucho.
Es el nuevo balonmano pero yo me quedo con el balonmano que viví, el balonmano que hacían todos esos compañeros que han pasado también por esta entrevista. Un saludo para todos.