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Entrevista a QUIQUE ANDREU

Entrevista a QUIQUE ANDREU

Como olvidar los portentosos saltos y las cualidades físicas y técnicas tan envidiables del valenciano Quique Andreu, un jugador polivalente y versátil que podía jugar en el lateral o el extremo izquierdo según las necesidades del equipo en cada momento.

Pudimos disfrutar de él durante las 14 temporadas que estuvo en activo en nuestra élite, donde jugó en Alzira, Bidasoa, Valencia y Algeciras. Con el mítico Avidesa Alzira conquistó una Copa EHF y una Copa del Rey, y con Elgorriaga Bidasoa una Supercopa de España, una Recopa de Europa y otra Copa del Rey, completando así un palmarés muy deseable por cualquier jugador. Pese a coincidir con grandísimos laterales, llegó a ser internacional con la Selección Española en 23 ocasiones, prueba de su enorme calidad en el 40×20.

También pudimos verle “hacer de las suyas” en el balonmano playa junto a otros ilustres de nuestro balonmano. Y es que para una modalidad tan dinámica, vertiginosa y espectacular como es el balonmano playa, un jugador tan explosivo y físico era una gozada y todo un lujo para el público.

Se retiró en el año 2004 y en cierto modo sigue vinculado al balonmano al llevar ya 9 años trabajando en la empresa Medcomtech, fundada por el mítico ex jugador del FC Barcelona Joan Sagalés, y donde trabajan más de una docena de ex jugadores de balonmano.


TRAYECTORIA

1990-95 Avidesa Alzira
1995-98 Elgorriaga Bidasoa
1998-04 Eresa Valencia
2004 Bm Algeciras


PALMARÉS

Avidesa Alzira
Copa EHF
Copa del Rey

Elgorriaga Bidasoa
Supercopa de España
Recopa de Europa
Copa del Rey

Preguntas

Imposible olvidar a un jugador explosivo como pocos, con unas capacidades físicas y técnicas increíbles  que convertía en espectacular cada acción. ¿Dónde radica el éxito de esa facilidad con la que aparentemente hacías las cosas? ¿Qué porcentaje le confieres a la genética y cuanto al trabajo físico y de gimnasio?

Evidentemente la genética tiene mucho que decir. Cada deportista explota sus cualidades, pero igual de importante es el trabajo diario físico, la pista y la disciplina para mejorar y potenciar esas cualidades.

Hablando de genética, provienes de una familia con muchos nombres propios en futbol y sobre todo baloncesto. ¿Cómo es y cómo se vive en una familia donde el deporte tiene tanto protagonismo y donde hay tanto triunfador? ¿Cómo eran las reuniones familiares con tanto deportista de élite?

Si, cierto, en mi familia siempre se ha respirado un ambiente de deporte a todos los niveles, desde los que hemos llegado a nivel profesional como el resto. La genética una vez más marca y tengo primas y sobrinas que me pasan en altura y con posibilidades de un futuro profesional.

Tus orígenes deportivos  se encuentran en el colegio Calasanz y en la figura de Ángel Ferriol. ¿Qué recuerdos guardas de tus comienzos en el balonmano? ¿Qué fue lo que te enganchó de nuestro deporte cuando es obvio que tenías capacidades para casi cualquier deporte?

Efectivamente fue Angel Ferriol quien me inculco la pasión por este deporte. Practicaba muchos deportes pero Angel insistía de una manera explícita en que jugara a balonmano por encima de cualquier otro deporte.

En mi familia el deporte predominante era el baloncesto, mi primo y primas, mi hermano, incluso mis hermanas que estuvieron jugando en las categorías inferiores del desaparecido Dorna Godella.

Llegas en 1990 al Avidesa Alzira, donde con apenas 19 años coincides con leyendas de la talla de Alemany o Ricardo Marín… ¿Cuánto imponía compartir vestuario con jugadores de tanta talla? ¿Cómo fuiste capaz de hacerte un hueco y de convertirte en un jugador tan válido durante los 5 años que estuviste en el equipo?

La verdad es que fue fácil. Habia un grupo humano excelente en ese equipo con Alemany, Selma, Salva Esquer …. Precisamente fue Juan Alemany, con el que aun guardo una gran amistad, el que me arropó bajo su capa de veterano y me ayudo en todo momento. Fueron 5 años maravillosos en todos los sentidos aunque el final fuera la desaparición del club por problemas económicos.

Un total de 4 equipos en los 14 años de carrera deportiva… ¿Cómo definirías a cada uno de ellos?

AVIDESA ALZIRA: Aquí inicié mi carrera profesional , coincidiendo con jugadores de nivel mundial de los cuales aprendí día a día, con grandes éxitos deportivos y con un final triste e injusto por problemas económicos.

ELGORRIAGA BIDASOA: Fue mi gran salto, era el actual Campeón de Europa y liga, fueron dos años a nivel máximo, con tres títulos y la posibilidad de seguir creciendo como jugador al lado de figuras mundiales como Kiselev, Perunicic , Aitor Etxaburu ,Ricardo Marín y muchos más.

ERESA VALENCIA: Supuso mi vuelta a casa, con un proyecto ilusionante y con grandes amigos, de la mano del presidente con el que a día de hoy mantenemos contacto. Después de un año de asentamiento del proyecto conseguimos el ascenso a la Liga Asobal con una gran repercusión en Valencia. Fueron unos años inolvidables, pero una vez más problemas de sponsor y económicos llevaron a la desaparición del club.

BM ALGECIRAS: Mi paso fue breve pero también muy positivo. Era un proyecto con grandes jugadores y poder económico para ascender a Asobal, y así fue, con una gran fiesta que se vivió en Algeciras con una gran expectación.

Precisamente con el equipo “heladero” conquistaste 1 Copa EHF y 1 Copa del Rey. ¿Qué recuerdos guardas de aquellos títulos y sus celebraciones?

Fueron dos títulos muy peleados y ansiados. Un club con poca historia conseguía derrotar al todopoderoso FC Barcelona en la Copa del Rey en Pamplona con un gol de oro de penalti del gran Basile Stinga. El recibimiento en Alzira fue memorable, al igual que cuando ganamos la EHF. Era una ciudad que vivía por y para el balonmano.

Tres temporadas también en todo un clásico como Elgorriaga Bidasoa conquistando además 1 Supercopa, 1 Recopa de Europa y 1 Copa del Rey. ¿Cómo era el ambiente que se respiraba en aquella época en Irún y como se festejaban los títulos?

En Irun el deporte principal, aunque parezca extraño, era por encima de baloncesto y futbol el balonmano. El pabellon de Artaleku se llenaba todos los partidos, era una ciudad que sudaba balonmano, no podías andar por las calles sin que la gente te felicitara o quisiera alguna foto después de ganar esos títulos. Fueron dos años de éxitos y alegrías e Irún será siempre mi segunda casa. Después de 20 años aún tengo grandes amigos allí.

2004 es el año de tu retirada que se produce militando en el Bm Algeciras. ¿Cómo fue la toma de aquella decisión? ¿Hasta qué punto influyó la situación del club? ¿Cómo afrontaste el cierre de una etapa tan importante de tu vida y con qué perspectivas de futuro?

Algeciras fue mi último equipo profesional. Como he dicho antes mi paso por Algeciras fue efímero debido a la situación que atravesaba el balonmano Valencia. Al año siguiente tuve la oportunidad de emprender un nuevo proyecto en Puerto Sagunto donde estuve dos años más intentando, desde abajo, ir subiendo categorías para ascender a la Liga Asobal. El club lo consiguió y aun hoy representa al balonmano Valenciano en la Asobal.

Pudimos verte jugar en varias ocasiones torneos de balonmano playa donde tus cualidades físicas eran todo un plus de espectacularidad. ¿Qué recuerdos guardas de tus participaciones en la arena? ¿Qué otros grandes de la pista se desenvolvían bien en la playa?

Mi paso por el balonmano playa fue muy satisfactorio. Es otro ambiente, en algunos casos festivo, otra manera de entender este deporte que a día de hoy ha cuajado y que es todo un espectáculo que recomiendo probar a cualquier balonmanista por su belleza y espectacularidad, donde se promueven los valores del fair play.

Tenías tanta calidad que jugabas de lateral izquierdo o de extremo izquierdo en función de las necesidades del equipo. ¿Qué grandes jugadores eran los que te inspiraron siendo joven? ¿De qué compañeros, de entre todos los que tuviste durante tu carrera, aprendiste más tanto en el plano deportivo como personal? ¿Qué grandes entrenadores destacarías como los más importantes de tu carrera?

Por mis condiciones y necesidades del equipo he jugado prácticamente en todos los puestos. De lateral izquierdo era donde más disfrutaba, pero mi puesto especifico era el extremo donde he coincidido con grandes compañeros como Cañadillas, Aleix Franch, Javier Tarrasó …

De jugadores no podría decir menos de 20, he tenido la gran suerte de coincidir con grandes deportistas y personas, muchos de ellos entrevistados en esta web.

De entrenadores destacar a Cesar Argiles que es quien confió en mi para fichar por el Avidesa y fue también el que me dio la oportunidad de jugar en la Selección.

Llevas años trabajando en la empresa que fundó otro mítico ex jugador como es Joan Sagales, donde es muy fácil encontrar ex jugadores. ¿Cuántas charlas de café con compañeros de trabajo tienen como protagonista el balonmano y los recuerdos de las épocas en activo? ¿Cuánto se acaba echando de menos y como lograste quitarte el mono de la pega y el balón?

En Medcomtech llevo trabajando ya 9 años, compartiendo anécdotas y congresos con excompañeros de profesión. Si no cuento mal somos 13 exjugadores profesionales de balonmano en la empresa, a las órdenes del mítico Juan Sagales, que siempre vio el perfil del ex deportista como un plus para este trabajo con valores como el compañerismo, el trabajo y la dedicación.

El olor de la pega, la tensión del inicio del partido y los viajes en equipo siempre se añoran con cariño. Ha sido parte de nuestra vida y estoy muy orgulloso de lo que conseguí y de que mi hijo Hugo siga practicando este deporte.

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