Entrevista a PETAR METLICIC - BalonmanoVeteranos.com

Saludos a todo el mundo en España. Me encuentro bastante bien y sigo metido en el mundo del balonmano. Terminé mi carrera hace 7 años, pero sigo como entrenador.

Me cuido y me mantengo en forma jugando al baloncesto con unos amigos. Vivo en Split (Croacia), mi ciudad natal y la verdad es que estoy disfrutando esta época después de haber jugado tantos años balonmano.

Estamos en tiempos bastante complicados para todo el mundo y espero que esto termine pronto y que la vida vuelva a ser como antes.

Hablar de mi como jugador de balonmano es muy complicado porque siempre es complicado hablar de uno mismo. Pero bueno, desde minuto uno, desde que empecé a jugar balonmano disfrutaba de este deporte. El balonmano ha sido para mí una cosa a la que he  dedicado 20 años y que he disfrutado desde el primer momento.

A mí me gustaba jugar mucho en equipo. Hacer pases decisivos, disfrutando en defensa… Una cosa que tenemos los balcánicos es ese carácter bastante duro, y lo importante es que he amado mucho el balonmano y es algo que siempre le digo a los míos. Tienes que amar lo que haces y eso ha sido una estrella que me ha guiado durante mi carrera deportiva.

He jugado con muchos grandes jugadores, he aprendido mucho de ellos y de los entrenadores, sobre todo en España donde aprendí mucho y me ayudó a tener una gran carrera.

Mi forma de ser siempre ha sido dar lo máximo y respetar a todos los compañeros, entrenadores, árbitros y público. Al inicio de mi carrera, cuando eres joven eres más loco, pero con los años vas cogiendo experiencia. Siempre he sido muy competitivo, con un carácter fuerte, pero con mucho respeto hacia todos.

He hecho muchos amigos y los compañeros que he tenido y muchos rivales, se han convertido en muchos casos en buenos amigos porque el balonmano no es ganar títulos. Cuando eres admirado y querido fuera del campo es una victoria realmente importante. Me he llevado muchas personas en el corazón y mucha gente que me  ha ayudado durante mi carrera y personas después del balonmano.

He disfrutado en todos los lugares donde he jugado, pero España ha sido para mí un segundo país donde pasé 8 grandes años. Empecé una vida familiar en España junto a mi mujer y con mi primer hijo prácticamente recién nacido, donde se me acogió desde el primer momento y donde hicimos muchos amigos también fuera del balonmano. España para mí es un sitio donde he disfrutado todos los años que he jugado y donde he conseguido muchos e importantes triunfos.

Luego he jugado en Eslovenia, un país muy cercano a Croacia donde lo pasé muy bien, y en Francia donde  también note la admiración y cariño del público francés. Aunque solo estuve un año en Francia, me sentí muy cómodo y muy feliz.

Pero España es un sitio estupendo y especial, con gente magnífica y eso nunca lo podré olvidar.

León es una ciudad donde llegué sin saber nada de español y sin conocer a nadie, y la verdad es que recibí la ayuda de todo el mundo en el club. Tenía un poco de miedo al llegar, pero esta ciudad me acogió impresionante.

Estoy muy agradecido a Manolo Cadenas, que fue mi entrenador. Fue muy duro tener a Manolo como entrenador porque todos sabemos lo exigente que es, pero al final, cuanto pasan los años y recuerdas las cosas, él me ayudó mucho y el equipo fue un equipo muy bueno gracias a que él supo sacar el máximo de nosotros.

Con el público y la gran afición de León fue todo más fácil y además conquistamos un título europeo que fue una sorpresa y nos hizo crecer como jugadores y como club. Recuerdo la vuelta a León y la gran cantidad de público que nos recibió… algo que no podré olvidar.

Ciudad Real fue un proyecto enorme. Viendo con quien iba a jugar, la verdad es que era para hacer dos equipos que podían ganar cualquier título. Esos 5 años en Ciudad Real fueron fenomenales. Tantos títulos conquistados, y una relación entre nosotros que fue de mucho respeto y admiración de todos, y con un Talant que era su primer trabajo como entrenador.

Los entrenamientos eran muchas veces más duros que muchos partidos, porque con una plantilla de tantos y tan buenos jugadores, con un nivel mundial de todos, imagínate como eran los entrenamientos. Además Talant lo llevaba muy bien, nos trataba a todos igual y todos éramos muy amigos dentro y fuera del campo, algo vital para lograr todos esos éxitos.

Aquellas temporadas fueron muy divertidas pero también muy duras y muy complicadas. Había muchos y muy buenos equipos. Barcelona sobre todo, y Talant muy motivado contra ellos siempre (risas). Pero hemos tenido unos enfrentamientos muy duros, con muchas ganas de ambos equipos por ganarse. Más o menos solíamos salir más contentos nosotros de esos partidos.

Recuerdo también al Portland San Antonio, León, Valladolid… una liga muy interesante y muy complicada donde todos los partidos fuera de casa eran bastante complicados. Y es una pena que ahora mismo en España haya desaparecido el nivel y aquellos grandes equipos que solían estar entre los 5 más importantes de Europa. Pero espero que pronto la cosa cambie y que la liga española vuelva a ser como antes.

Uno nunca se cansa de ganar títulos. Cuando uno se dedica a algo que le gusta mucho y que disfruta de ello, yo creo que la motivación siempre está ahí. También es importante tener compañeros que te empujan y entrenadores que te motivan para mejorar cada día.

Cada título para mí ha sido muy importante, y he disfrutado desde el primero al último. La verdad es que al final ha habido muchas cosas que he ganado, tantas que no las recuerdo todas, y algunos trofeos están en casa, otros en casa de mis padres y algunos no se ni dónde están, pero lo importante es que mi cabeza lo sabe.

Jugar para mi selección fue una cosa muy especial para mí. Ya sabéis que Croacia es un país pequeño. Jugar en aquellos momentos, recién salido el país de la guerra, fue algo muy importante y especial. Tanto para mí como para los compañeros que tuve entonces, fue algo que disfrutamos mucho, donde lo dimos todo y donde recibimos el cariño de nuestros aficionados en cualquier torneo que jugamos.

Además ganando títulos como Mundial o Juegos Olímpicos, significó mucho para nuestro pequeño país. Y jugando con jugadorazos como Ibano o el resto, fue todo muy fácil para mí. Empezamos en 2003 como primera vez que nos juntamos todos juntos, llegando del Europeo de 2002 donde fuimos últimos por lo que no había ninguna expectativa por parte de nuestra afición. Nadie seguía de verdad al balonmano en Croacia en ese momento, pero empezamos ganando ese título y a partir de ahí, un seguimiento importante por nuestro deporte.

Ganar títulos con la selección siempre es un poquito más especial que ganarlos con tu club. Sobre todo cuando no es esperado como en Portugal 2003 y después en Atenas 2004. La pena que me da es que después de aquellos 2 campeonatos, tuvimos Eslovenia 2004 donde me lesioné en semifinales muy al principio del partido y no pude jugar tampoco la final, e Ibano también se lesiono y no pudo jugar la final tampoco, y creo que si hubiéramos podido jugar los dos, podríamos haber ganado 3 títulos en apenas 2 años.

Luego llegó Túnez 2005 donde nos encontramos con estos amigos españoles, con mucha gente con la que había jugado y que conocía, y fue un partido especial donde España jugó espectacular y no tuvimos ninguna oportunidad. España mostró su calidad en aquel momento y nos tocó quedar contentos con la plata.

En 2013 decido dejar de jugar. Tenía 36 años entonces y llevaba ya 2 años separado de mi familia que estaba en Croacia ya. No fue muy complicado porque ya tenía claro en mi cabeza que la de Francia iba a ser la última temporada y que después lo iba a dejar. Con la trayectoria que ya tenía y los éxitos logrados, ya pensaba que debía de estar contento.

Le doy la mayor nota a mi trayectoria no solo por los títulos conseguidos sino por haber amado este deporte y haberlo dado todo. Además sabía que iba a seguir ligado al balonmano como entrenador, y eso también lo hizo fácil.

El camino natural para mí era seguir ligado al balonmano tras dejar de jugar. He sacado todo los títulos para poder ser entrenador y llevo ya unos años trabajando con los niños, disfrutando en todo momento.

¿Qué si echo de menos el jugar? (risas) El entrenar y jugar no, porque ha sido muy estresante, donde había que dar el máximo y cuando iba cumpliendo años más. Si echo de menos el público, los compañeros…

Mi hijo pequeño, de 15 años, está jugando balonmano, pero no le estoy presionando y no le entreno, que es mejor para él. Le veo muy bien, pero no estoy obsesionado. Él tiene su camino y yo le voy a apoyar siempre, tanto si decide seguir jugando como si no. Lo importante es que es un niño sano, normal y que le gusta el deporte.

La verdad es que en España tengo muchos amigos después de jugar tantos años allí. Tengo muchas ganas de ir a España, el problema es que aquí tengo muchas cosas que hacer, trabajo, familia… Pero el pasado febrero estuve en Madrid viendo a un amigo y me lo pasé genial.

Cuando pase todo esto del Covid espero poder ir a Ciudad Real y León para ver a amigos que hace tiempo que no veo.