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Entrevista a PATRIK CAVAR

Entrevista a PATRIK CAVAR

Los balcánicos siempre tienen algo especial y en esta ocasión hablamos de uno de los mayores talento croatas de la historia del balonmano, y es que muy pocos jugadores han llegado al nivel de calidad, magia y éxitos de Patrik Cavar.

Uno de los mejores jugadores de balonmano, sino el mejor, de la década de los 90 que tuvimos la enorme fortuna de disfrutar en España, primero en el FC Barcelona del Dream Team y después en el Granollers, subiendo de manera significativa el nivel y el espectáculo de nuestra Liga ASOBAL.

Un jugador distinto y diferente que además era capaz de jugar francamente bien como extremo izquierdo, central o pivote, siendo el jugador polivalente más increíble de la historia del balonmano. Pero aún seguía deslumbrando a la hora de lanzar penaltis o incluso a la hora de defender, demostrando que era un jugador total con una concepción única y privilegiada del juego en el 40×20.

Por supuesto fue internacional con la Selección Croata, y en nada menos que en 133 ocasiones y conquistando 3 medallas: Bronce en Europeo, Plata en Mundial y Oro en Juegos Olímpicos. Pero su palmarés es una espectacular colección de títulos donde destacan esas 5 Copas de Europa, 2 con Zagreb y 3 con FC Barcelona. Toda una gesta al alcance de muy pocos jugadores a lo largo de la historia de nuestro deporte y que habla del tipo de jugador de raza y carácter ganador que siempre ha sido.

Pero donde definitivamente termina de deslumbrar, y hablamos de un jugador irrepetible, es en una conversación. Y es que resulta ser una persona sumamente accesible con quien es muy fácil hablar y con quien se disfruta  enormemente departiendo de balonmano y de la vida misma. Fue un lujo y un placer enorme poder tenerle un par de horas y disfrutamos muchísimos de su gran español.


TRAYECTORIA

1990-91 RK Zagreb
1991-97 Badel 1862 Zagreb
1997-01 FC Barcelona
2001-05 Bm Granollers
2005-06 Medvescak Zagreb


PALMARÉS

Clubes

5 Copa de Europa (2 con Badel Zagreb y 3 con FC Barcelona)
3 Supercopas de Europa (FC Barcelona)
7 Liga de Croacia
3 Liga Asobal (FC Barcelona)
2 Copa del Rey (FC Barcelona)
2 Copa Asobal (FC Barcelona)
3 Supercopas de España (FC Barcelona)


Selección

Medalla de Oro en Juegos Olímpicos de Atlanta 1996
Medalla de Plata en Mundial de Islandia 1995
Medalla de Bronce en Europeo de Portugal 1994


MÉRITOS Y MENCIONES INDIVIDUALES

Mejor jugador de la Liga Asobal 1998-99
Máximo goleador de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996
Incluido en el equipo ideal de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996
5 veces mejor jugador de la liga de Croacia
5 veces máximo goleador de la liga de Croacia

Preguntas

Eres uno de los mejores jugadores de la década de los 90, y hablamos de una década donde había grandísimos talentos en las pistas, lo que acentúa aún más tu calidad. ¿Llega uno a ser consciente de la importancia y relevancia que tuviste aquellos años? ¿Qué grandes jugadores de aquella época destacarías como los mejores contra los que te enfrentaste?

En esa época no era tan consciente de todas estas cosas, pero luego, cuando eres más mayor y piensas más en las cosas que has hecho durante tu carrera deportiva, especialmente en los años 90 en los que había un balonmano de mucha calidad cuando estuve en Zagreb y Barça, entonces si valoro más lo que hice en aquellos años. Ahora si entiendes la importancia de las cosas que has hecho, pero cuando era joven, no pensaba en ello.
Respecto a los jugadores, cuando jugué en Zagreb creo que todos los jugadores del Barça me parecían los mejores. Jugábamos contra ellos y estaba claro que estaban un escalón por encima de los demás. Me acuerdo que me preguntaba muchas veces como era posible que fueran tan rápidos, con una portería excelente, te crearan tantos problemas, dominaran todos los aspectos del balonmano como contraataque, defensa, ritmo, ataque… En todos los aspectos eran casi perfectos.
Cuando jugué en el Barcelona, yo creo que es más interesante saber que equipos fueron los que nos crearon problemas que destacar a jugadores de manera individual. Éstos equipos fueron el Kiel, que era muy fuerte, Veszprem, que nos crearon muchos problemas, y también el Portland San Antonio porque tuvimos muchas dificultades, incluso nos ganaron la final de Copa de Europa en mi último año en Barcelona.

Pocos jugadores han demostrado además, tener tu capacidad para jugar de manera increíble en posiciones tan diferentes como el extremo izquierdo, el central o el pivote. ¿Uno nace con el talento para saber jugar en cualquier posición o es fruto del trabajo, el entrenamiento y la motivación? ¿Cómo, cuando y quien fue el primer entrenador que te utilizó en diferentes posiciones y como lo aceptaste al inicio?

La respuesta fácil es decir que es todo eso (risas). La verdad es que en mi caso todo influye, mi aspecto físico me permitió jugar de pivote para pelear con jugadores más fuertes que yo, mi rapidez me permitió jugar en defensa para anticiparme y también encontrar pases a mis compañeros… Pude ser así un jugador de gran versatilidad.
De las 4 cosas que mencionáis, las dos más importantes son motivación y talento natural. Está claro que tienes que entrenar cosas diferentes en función del puesto que ocupes, pero tienes que entender cómo te vas a comportar en cada sitio. Para mí, el central es la posición más difícil porque tienes que organizar y marcar el juego, dar asistencias, llevar el ritmo… En el extremo y el pivote estás más a la espera, dependes de lo que la primera línea haga.
Yo tenía un buen uno contra uno, pero por ejemplo en el extremo los entrenadores me cortaban el hacer mucho uno contra uno. Se prefería que el extremo estuviera pendiente de recibir un buen balón para finalizar.
En la primera línea puedes incluso decidir lo que quieres hacer, y decir… mañana voy a lanzar 8 o 9 veces. Pero en el pivote y extremo no puedes hacer eso.
Disfruté mucho en mi época de pivote porque jugué con un enorme jugador como fue Pérez Canca en Granollers. Tuvimos una relación perfecta, el de central y yo de pivote. Yo hablaba mucho con los jugadores sobre como podíamos facilitar la vida uno a otro.

Llegas a España en 1997 para formar parte del legendario Dream Team que fue aquel FC Barcelona. ¿Cómo se produjo tu fichaje por el Barça? ¿Qué fue lo que más te sorprendió del club que quizá no esperabas? ¿Qué destacarías de aquel equipo como lo más singular?

Me contactó Valero Rivera y Milan Kalina en el Campeonato del Mundo de Japón. Tuvimos una cena y Valero me dijo que quería que fuera a Barcelona porque pensaba que les podría ayudar y que sería bueno para mí. Yo tenía otras ofertas de otros clubes, pero cuando hablé con Valero, no lo pensé ni un solo segundo. Como comentaba antes, el Barcelona me parecía tan superior al resto de equipos, que pensé que sería bueno ir allí a ver cómo funcionaría entre tanto grandísimo jugador. Esa fue mi principal motivación, ir a jugar con los mejores jugadores del mundo. Que te llame el Barça es un honor, pero principalmente significa que lo has hecho bien y que realmente vales como jugador.

Un total de 4 años en el Barça y a las órdenes de Valero Rivera, uno de los entrenadores más exigentes del mundo, y dentro de una plantilla con muchos de los mejores jugadores de la historia. ¿Cómo fue tu adaptación? ¿Qué fue lo que más te costó y lo que menos? ¿Qué destacarías de la forma de entrenar, el nivel de exigencia y el hambre de títulos de aquel grupo?

Lo que más me sorprendió, aparte de saber que era un equipo fantástico, fue descubrir que había muchos jugadores que sabían inglés y eso fue de gran ayuda para integrarme porque yo no sabía nada de español. Asi que estoy muy agradecido a Enric, O´Callaghan o Urdangarín. Ellos me ayudaron mucho a integrarme en el club y en la vida en la ciudad. Otra de las cosas que me llamó la atención fue la profesionalidad. Se entrenaba muy serio, cada detalle contaba y se tomaba en serio.

La forma de entrenar era muy diferente a la de otros equipos. Por ejemplo en Zagreb los entrenamientos duraban mucho tiempo, en torno a las dos horas y media, pero había muchas pausas. En Barcelona todo era más corto pero mucho más intensos. Entrenábamos con mucha más concentración y el nivel de exigencia era muy, muy grande porque la manera de entrenar de Valero es muy exigente. Siempre busca la perfección de cada jugador, de cada acción, de cada detalle.
Respecto al hambre de título, siempre existe en el Barça porque allí no tiene valor una segunda posición. Solo vale la victoria y el título. Así lo entendíamos y así entrenábamos. Preparándonos para conquistar grandes retos, y te puedo decir que ese hambre de títulos era en cada jugador y cada miembro del cuerpo técnico en todo momento. En la política del Barça entra el darte todas las facilidades, pero al mismo tiempo exigirte lo máximo.

Con el FC Barcelona ganaste infinidad de títulos entre Ligas, Copas del rey, Copas Asobal, Supercopas de España y Europa, y sobre todo 3 Copas de Europa, aunque tú ya habías ganado 2 con Zagreb. ¿Dónde residía la clave para mantener la motivación tan alta en todo momento y para que el ganar títulos no supusiera relajación alguna? ¿Cómo valoras ser uno de los pocos jugadores de la historia que tiene 5 Copas de Europa, título que todos persiguen y solo algunos consiguen alguna vez en su trayectoria?

Tener 5 Copas de Europa es algo de lo que estoy muy, muy orgulloso. Como decía antes, cuando eres joven los éxitos tienen valor pero no tanto como cuando eres maduro y miras atrás. Ganar tantos títulos es increíble y no hay tantos jugadores que hayan ganado tantos títulos, pero también tengo que decir una cosa muy importante, y es que todos los éxitos que conseguí con Zagreb y Barça, fueron gracias a los excelentes jugadores con los que jugué. Sin ellos no hubiera sido posible porque jugar con gente de esa calidad te posibilita optar a tanto y poder ganarlo.

En 2001 cierras tu etapa en el Barça pero no abandonas, y es que fichas por el eterno rival, el Bm Granollers. ¿Cómo se produce tu salida del FC Barcelona y que te llevó a fichar por el Bm Granollers? ¿Qué diferencias encontraste a nivel de estructura de club y de exigencia deportiva? ¿Cómo te amoldaste para pasar de pelear por todos los títulos a objetivos deportivos menos relevantes?

Yo llevaba cuatro años en Barcelona y el ritmo de jugar, de entrenar y de competir del Barça no lo tiene ningún otro club y eso desgasta mucho. Mi fichaje por el Granollers se produce con 30 años y yo ya necesitaba disminuir el ritmo. Las lesiones musculares de aquella época ya me advertían de la necesidad de bajar el pistón. Ese mismo año dejé también de jugar con la Selección, y es que entre los partidos del Barça y la Selección, tenía un volumen de partidos, entrenamientos y viajes muy alto.
En ese momento pensé que el Granollers era un equipo ideal para mí por varias razones, primero porque no tenía que cambiar de residencia y podía seguir viviendo en Barcelona. El número de partidos disminuyó de 80 a 30 al año, y era lo que necesitaba en ese momento. Y ahora pienso que fue todo un acierto ese fichaje porque además mi fichaje supuso un ingreso importante para el Barça en comparación con lo que supuso mi fichaje y el rendimiento que di allí.

Una dilatada trayectoria de 16 años en la élite. trayectoria deportiva empezó en Zagreb alla por 1990 y en Zagreb terminó en 2006. ¿Qué resumen harías de tu trayectoria? ¿Qué destacarías y que crees que te faltó? ¿Cómo fue la siempre difícil decisión de afrontar la retirada?

Por naturaleza soy perfeccionista, y aunque estoy contentísimo de lo que he logrado en mi carrera deportiva, pienso todavía que podría haber hecho un poco más. Podría haber mejorado mi técnica, si bien es cierto que en Croacia no se trabajaba de manera individual con los jugadores. Valero sí que hacía esto. Ahora, gracias a internet, hay mucha más información y es más fácil aprender muchas más cosas. Si en mi época hubiera tenido acceso a vídeos de otros jugadores, seguro que me hubiera desarrollado aún más técnicamente. En mi época, cuando veía a algún jugador con algún lanzamiento o defensa que me gustaba, trataba de incorporarla aunque era muy complicado, no como ahora. Hoy en día puedes aprender mucho más y muchos más detalles gracias a toda la información que hay, en comparación con lo que había en mi época.
También creo que me faltaba madurez en mi juventud. Ahora soy capaz de resolver las situaciones y los problemas de una manera mucho más fácil que entonces. Llegué a Barcelona con 25 años, pero en realidad era un crio que se enfrentaba a una nueva cultura, nuevo idioma… y necesitaba mucho tiempo para asimilarlo todo.
Respecto a mi retirada, fue fácil. Con 36 años jugaba en Francia, tenía buenos números y buen nivel, pero mi cuerpo y mis músculos ya no aguantaban más. Tenía muchos pequeños problemas físicos. Hablé con el club, le expuse mi situación y llegamos a la decisión de poner punto y final.
También es cierto que con 36 años estaba muy agradecido de toda la trayectoria y era una edad bastante avanzada para seguir jugando.

Un capítulo aparte merece tu papel con la Selección Croata con quien conquistaste un Oro Olímpico, una Plata Mundial y un Bronce Europeo. ¿Qué significó para ti defender los colores de tu país? ¿Qué hace tan especial a los balcánicos en general para tener ese carácter competitivo tan marcado? ¿Qué medalla es la más especial para ti?

Significó muchísimo. Cada título para mi tiene un valor especial, pero el Oro de Atlanta es el más especial de todos, el mejor de mi carrera deportiva porque es diferente. Cuando juegas para un club solo te siguen los aficionados de ese club, pero cuando juegas para la selección, es todo un país el que te mira.

Cuando volvimos de Atlanta, el cariño que recibimos en Croacia fue increíble. Todo lo que he hecho con la selección ha sido muy valioso y ese Oro es muy especial para mí.

Sobre los balcánicos decir que estamos un poco locos (risas). Tenemos una cosa que en español se llama “mala ostia” (risas). Ahora más en serio, tenemos una muy buena genética para el deporte, también hay una cultura y una tradición en el país para con el deporte. Mucha gente me pregunta cómo es posible que en un país de 4 millones de personas tengamos tan buenos deportistas en tantos deportes distintos. Y es precisamente esa mezcla de tradición, genética y mala leche, pero también el gran trabajo que hacen los entrenadores desde la época de formación. Se trabaja muy bien con los jóvenes talentos y los frutos y los éxitos están ahí en todos los países que formaban la antigua Yugoslavia.

Desde tu retirada… ¿Cuál ha venido siendo tu relación con el balonmano? ¿Te planteaste en alguna ocasión convertirte en entrenador?

Siempre piensas en esto… ¿cuándo me retire hacía donde voy a ir, qué dirección tomará mi vida? Una opción siempre está vinculada al balonmano, pero la vida de entrenador no es una vida fácil. No me veo como entrenador de balonmano porque no es sencillo, tienes dificultades para encontrar un buen equipo. Y para un perfeccionista como yo, es todavía más difícil. No es que nunca lo barajase pero cuando jugaba al balonmano me enamoré del tenis y he estado algunos años trabajando con buenos jugadores de tenis. Viajaba con ellos y hacía de entrenador. Es mi gran pasión el tenis y quise probarlo, pero encontré un trabajo que me encanta y es al que me dedico ahora que es el de comentarista deportivo.

España marca definitivamente tu trayectoria y tu vida al haber estado aquí 8 años, dejando una gran huella como jugador mágico y sobre todo honesto y profesional. ¿Qué es lo que más añoras de nuestro país? ¿Con qué frecuencia nos visitas y cuándo tendremos ocasión de verte de nuevo por España de visita?

A veces me gusta pensar que estoy en la playa en Barcelona tomándome una clara (risas). No sabía lo que era una clara hasta que llegué a España y me encanta. He de reconocer que he disfrutado mucho de esta entrevista por poder hablar de nuevo español, echo de menos también el hablar español. También echo de menos jugar al tenis en el club Godó de Barcelona y en Montjuic. Me gustaría volver a ver a amigos y ex compañeros que tuve en Barcelona.
España es un gran país donde la gente sabe vivir, y debéis disfrutar lo que tenéis.
La última vez que fui a España fue en 2018 porque decidí llevar a mi mujer para que viera donde pasé una buena época de mi vida. Barcelona es una gran ciudad donde todo es perfecto y sabía que le iba a encantar. Espero, si tengo oportunidad, regresar pronto.

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