Entrevista a PAPITU - BalonmanoVeteranos.com

Bueno, como quizás todos nosotros es en el colegio es donde tenemos el primer contacto. Luego en la Escuela Deportiva  apareció un tal Manuel Cadenas que nos mete el balonmano en vena y nos ayuda a dar nuestros primeros pasos en ese deporte. Con nosotros nació una de las canteras más prolijas del balonmano español.

De todas las ciudades donde estuve guardo entrañables recuerdos. Barcelona por supuesto tras pasar casi veinte años es la que más llevo en el corazón. Aitor y Oriol, mis dos hijos, nacieron en ella y allí deje grandes amigos. Y Cuenca ahora es mi casa. Todas las aficiones te tratan a las mil maravillas, te hacen sentir uno de los suyos, por lo que no puedes tener malos recuerdos. Y lo mismo te puedo decir de los clubs, bueno salvo de uno, en todos el trato fue exquisito.

A ver, cuando llego al F.C. Barcelona lo hago pensando en seguir pasándolo igual de bien que en Leganés jugando a balonmano, allí éramos una familia más que equipo, pero claro todo eso se va al garete cuando te das cuenta que has llegado al mejor club del mundo y que de alguna manera el balonmano pasa a ser tu profesión. Seguirá siendo una diversión pero con la obligación de ganar todo lo que se presente por delante y tienes que pensar 24 horas en tu deporte. Evidentemente todo se hace más fácil con gente como la que coincidí: Valero Rivera, Melo, Novoa, López Balcells, Calabuig, Patxi Pagoaga, Juan Sagales, Serrano, Castellvi, Félix Martinez, López León… Todos auténticas leyendas del balonmano Español.

Evidentemente la primera Liga con el F.C. Barcelona, la primera Copa Asobal que se jugó en Ibiza y ganamos con Teka, y la Copa de Europa del 96 con el F.C.Barcelona que ganamos en Artaleku por supuesto, ya que con 32 años nunca pensé que volvería al Barca después de salir de allí y Valero me dio la oportunidad de ganarla. Y hay un título del que guardo un recuerdo especial y al que le tengo mucho cariño que es el que obtuvimos con el Adrianense, fue un campeonato de España de segunda nacional en el que además de ganarlo nos divertimos un montón durante todo el año con un pedazo de grupo.

Yo me adaptaba bien, hay un momento en el que el balonmano como dije antes pasa a ser tu profesión y como tal intentas realizarla lo mejor que sabes y puedes, sea el equipo que sea donde estés. Seguramente el saber de dónde vienes hace que la adaptación sea perfecta.

Como jugador es quizás el mejor premio que puedes obtener, el reconocimiento de que algo estarás haciendo bien en tu club para merecer el poder defender la camiseta del equipo nacional. Todo un orgullo cada vez que recibía la convocatoria.

El deporte de élite requiere de mucho sacrificio, nuestro balonmano de espíritu de lucha de superación, dedicación, compañerismo, respeto, deportividad , solidaridad, y todo esto lo tenemos que plasmar de una u otra manera en nuestra vida diaria, en lo que te dedicas sea cual sea tu profesión. Una vez acaba tu vida deportiva hay que volver a reinsertarse en la sociedad, dejas de ser un privilegiado y hay que ganarse las habichuelas como mejor se pueda.

No soy consciente de haber sido ejemplo para nadie, pero durante el tiempo que duró mi andadura en el Balonmano de élite lo hice con mucha humildad, esfuerzo, compromiso, pasión y dedicación plena. Si esto son valores quiero confiar que todavía no se han perdido socialmente, y en el balonmano seguro que no.

Cierto es, no echo nada de menos al ver un partido en directo, pero no soy el único de mi época que hizo desconexión… ¿A qué se debe? Pues no sabría decir por qué pero así es. Hoy por hoy no es una prioridad en mi vida, en un futuro no se sabe. Ya por la edad pocos amigos quedan en el balonmano actual, y en Cuenca soy un ciudadano más al que algunos locos del balonmano conocen.

Por supuesto que en televisión veo todo el balonmano que puedo. En mi época era mucho más tranquilo, más pausado, ahora es más rápido, más intenso,  más corporal, ahora es difícil ver a jugadores que lancen desde 10 u 11 metros, se juega mucho dentro del área de nueve metros, y lo que no es lo mismo es el balón claro, antes jugábamos con balones casi como los de futbol y ahora hay tanto espectáculo en los lanzamientos por las dimensiones de la pelota… pobres porteros!!! No sé qué hubiera sido nuestro balonmano en aquella época con este balón de hoy.

De espectador en cualquier momento, de hecho estamos mirando de organizar el primer torneo de veteranos en Cuenca, pero de corto ya te digo que no me verán. Déjame que aproveche esta entrevista para desde aquí, tener un recuerdo a  todos los que formaron parte de mi carrera deportiva, directivos, técnicos (de alguno aprendí lo que no hay que ser en la vida), compañeros (fueron muchos por los muchos equipos que estuve y que algunos ya no están entre nosotros) y rivales que también lo fueron en gran número. Seguro que algo pillé de todos ellos y darles las gracias por acompañarme en lo bueno y en lo no tan bueno mientras duró. Un abrazo fuerte a la familia del BALONMANO.