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Entrevista a NIKOLA KARABATIC

Entrevista a NIKOLA KARABATIC

Si ha habido un jugador determinante los últimos 15 años, capaz de decidir el signo de un partido con su talento, su juego y su carácter competitivo, ese está siendo sin duda alguna el astro francés Nikola Karabatic.

Difícilmente coinciden en una misma persona tantas cualidades y circunstancias que explican perfectamente a su vez porque estamos ante un jugador único e irrepetible, diferente y muy por encima del resto. A su descomunal talento natural hay que sumarle la herencia genética que implica ser hijo de uno de los grandes porteros yugoslavos de la década de los 80 como fue Branko Karabatic. Esencial también la formación y educación que además le dio como entrenador suyo que fue en sus inicios. El carácter combativo y ganador tan propio de los balcánicos que conforman sus orígenes y que le lleva a no rendirse jamás. Y por último la formación y desarrollo técnico, táctico y físico tan espectacular de la escuela francesa de las últimas décadas.

Francia, Alemania y España han sido su casa durante su trayectoria… Montpellier, THW Kiel y FC Barcelona lo han disfrutado como jugador y él ha respondido a las expectativas y el cariño recibido siendo decisivo a la hora de conquistar numerosos e importantes títulos, y es que fue capaz de levantar la Champions League con cada uno de ellos. Desde 2015 Paris Saint Germain es su casa, donde de nuevo ha vuelto a coincidir con su hermano Luka Karabatic y es que la familia es algo primordial y fundamental.

Con la Selección Francesa ha dominado el planeta balonmano durante casi una década, conquistando en repetidas ocasiones las Medallas de Oro en Mundiales, Europeos y Juegos Olímpicos, amén de otras muchas medallas de bronce y solo una plata, en 2016, porque esta selección era habitual de las finales y de los oros. Una selección y una generación que ha pasado a formar parte de la historia como una de esas selecciones ganadoras, dominadoras y hegemónicas para recordar y admirar siempre.

Resulta muy fácil admirar a Niko Karabatic en el plano deportivo. Todos disfrutamos de sus actuaciones en el 40×20 donde no hay encuentro en el que no se deje el alma, aporte grandes dosis de su talento, veamos su carácter ganador, disfrutemos con sus goles y su capacidad de juego en equipo además de su entrega e inteligencia defensivas. Por algo está considerado como el mejor de la historia, y el más completo además. Pero rara vez se tiene la oportunidad de descubrir a la persona, de conocer los valores en los que ha sido educado y que rigen su comportamiento. Nosotros hemos tenido ese privilegio y ha sido increíble descubrir a una persona tan cercana como sencilla, tan humana como familiar, y tan humilde como ganadora.

Merece mucho la pena leer esta entrevista, y estamos convencidos de que todos la vais a disfrutar…


TRAYECTORIA

1990-92 Colmar CB (Francia)
1992-00 Thau Handball Frontignan (Francia)
2000-05 Montpellier HB (Francia)
2005-09 THW Kiel (Alemania)
2009-13 Montpellier HB (Francia)
2013 Pays d’Aix (Francia)
2013-15 FC Barcelona
2015-Act PSG (Francia)


PALMARÉS

Montpellier HB
Liga de Campeones
7 Ligas Francesa
5 Copas de Francia
3 Copas de la Liga de Francia
Supercopa de Francia

THW Kiel
Liga de Campeones
4 Bundesligas
3 Copas de Alemania
3 Supercopas de Alemania
Supercopa de Europa

FC Barcelona
Liga de Campeones
2 Ligas ASOBAL
2 Copas ASOBAL
2 Copas del Rey
2 Campeonatos Mundiales de Clubes
2 Supercopas de España

PSG
4 Ligas de Francia
3 Copas de la Liga
2 Copas de Francia
Supercopa de Francia

Selección Francesa

Campeonato del Mundo
2 Medallas de Bronce en 2003 y 2005
4 Medallas de Oro en 2009, 2011, 2015 y 2017

Campeonato de Europa
3 Medallas de Oro en 2006, 2010 y 2014
2 Medallas de Bronce en 2008 y 2018

Juegos Olímpicos
2 Medallas de Oro en 2008 y 2012
Medalla de Plata en 2016


CONSIDERACIONES INDIVIDUALES

IHF Jugador del Año 2007, IHF Jugador del Año 2014 y IHF Jugador del Año 2016
Mejor lateral izquierdo de la liga de Francia en 2004 y 2005
Mejor lateral izquierdo del Campeonato de Europa en 2004
Mejor lateral izquierdo de la Bundesliga en 2006
Mejor lateral izquierdo del Campeonato Mundial de 2007
Mejor lateral izquierdo del Torneo de París Ile de France en 2007
Mejor jugador de la Bundesliga en 2007 y 2008
Máximo goleador de la Copa de Europa en 2007
Mejor jugador y máximo goleador del Campeonato de Europa de 2008
Mejor central del Campeonato de Europa en 20101​
Mejor jugador en el Campeonato del Mundo de 2011
Mejor central de los Juegos Olímpicos de 20122​
MVP del Campeonato Mundial de Balonmano Masculino de 20173​

Preguntas

De padre croata y madre serbia, era muy fácil que heredaras ese espíritu combativo tan propio de los balcánicos… ¿Qué características de tu juego y de tu personalidad se deben precisamente a esos orígenes familiares? ¿Cuánta importancia e incidencia han tenido tus padres en lo que es Niko Karabatic a día de hoy?

La importancia de mis padres ha sido decisiva en mi carrera deportiva y en el hombre y la persona en que me he convertido. Siempre he tenido mucho respeto por ellos y siempre les he querido mucho. En nuestra casa, mis padres siempre han sido muy importantes quizá porque no teníamos más familia en Francia, teníamos muchos amigos, pero la familia estaba en Serbia y Croacia y eso hizo que estuviéramos muy unidos.

Mi padre fue mi entrenador y mi profesor de deportes en el colegio de pequeño. Después fue mi manager y mi entrenador, y siempre que tenía dudas, él me aconsejaba y me ayudaba. Sin ellos nunca hubiera podido hacer lo que he hecho y cumplir todos los sueños que he conseguido en mi carrera.  Siempre me han enseñado a respetar a todos y a trabajar mucho. Ambos han sido ejemplo de trabajo, y es que se sacrificaron mucho para que Luka y yo tuviéramos una buena vida, y eso siempre me ha motivado para devolverles con mi éxito todo lo que ellos nos han dado.

No todo el mundo sabe que tu padre fue internacional con Yugoslavia , que llegó a Francia precisamente por el balonmano y que se quedó luego como profesor de educación física siendo también entrenador de porteros del Montpellier. ¿Cómo fue el iniciarse y crecer en el balonmano teniendo un referente tan importante en casa? ¿Era de los que te corregía constantemente o de los que te dejaba espacio para equivocarte?

Para mí era todo un orgullo tener un padre conocido, y aunque ahora somos Luka y yo los famosos de la familia, de pequeños era mi padre el que era muy famoso en el balonmano francés y yugoslavo, porque fue uno de los mejores porteros de su época. Jugó los Juegos Olímpicos de Moscú con la selección yugoslava que era la mejor en ese momento. Aquí en Francia, cuando íbamos a ver un partido de la primera división, veía a jugadores que admiraba ir a hablar y saludar a mi padre. También hablaban conmigo y me decían que mi padre les había parado no sé cuántos penaltis… mi padre fue un gran, gran jugador y eso me ha marcado. Me dio ilusión y motivación por trabajar duro para que mi padre estuviera orgulloso de mi. Tener un padre importante en el balonmano me ha motivado  para tratar de ser mejor que él y sobre todo no decepcionarle.

Mi padre además fue un gran entrenador para los más pequeños porque era además un gran educador, así que claro que me corregía y me enseñaba, pero me dejaba mucho espacio y me dejaba hacer mis experimentos. Siempre me daba ejercicios nuevos y trataba de complicarme las cosas. Muy pronto se dio cuenta de que mi sueño era llegar a la selección y ser uno de los mejores, y siempre me ayudó. Hablábamos mucho sobre lo que tenía que hacer, lo que tenía que trabajar y dejándome claro que para llegar arriba había que trabajar mucho. Fue duro conmigo pero no siendo el típico sargento desagradable. Él era duro porque también yo lo quería, pero era una persona alegre y positiva.

Otro hecho singular es que tu hermano Luka también es un profesional del balonmano. ¿Cómo era la convivencia cuando erais pequeños? ¿Hasta que punto había rivalidad entre vosotros a la hora de jugar? ¿Cuánto ha significado y significa haber jugado con él en Montpellier primero y ahora en París?

El hecho de tener un hermano, y más pequeño, siempre marca. Soy 4 años mayor que él, y de niños era el que me molestaba y nos peleábamos aunque jugábamos juntos. En realidad era más una molestia para mí que otra cosa (risas). Me acuerdo que jugábamos mucho al tenis juntos, también al balonmano en casa, y a muchos juegos en casa como el Monopoly porque siempre había muchos juegos en casa. De pequeños no había rivalidad porque era mucho más pequeño que yo, pero me acuerdo del día que me ganó al tenis, dejé de jugar al tenis (risas). Luego Luka fue uno de los mejores jugadores de tenis de Francia con su edad, dejó un poco de lado el balonmano y se fue de casa con 13 años a un internado. Yo me fui de casa con 15, así que tuvimos una época en la que nos veíamos poco, solo los fines de semana en casa. Después, cuando nos juntamos en Montpellier cuando  Luka tenía 19 y yo regresé de Kiel, fue una etapa de estar muy juntos, incluso vivíamos en la misma casa. Después de estar lejos, fue una gran etapa por estar tan juntos y es que siempre hemos estado muy unidos teniendo una relación muy estrecha.

A Luka le gustaba mucho el tenis y mi ilusión era ir a animarle cuando disputara un Roland Garros, pero regresó al balonmano gracias a la ayuda de mi madre porque mi padre no quería que dejara el tenis. Cuando regresó al balonmano, tras solo un año ya estaba jugando con el primer equipo de Montpellier y yo desde Kiel veía como crecía como jugador.

Recuerdo que cuando tenía decidido salir de Kiel hablé con mi padre y le dije que si creía que podríamos jugar juntos Luka y yo, y mi padre llamó rápidamente a la directiva del Montpellier para ver qué posibilidades había de ficharme. Siempre fue un sueño para nosotros, desde el momento en que Luka empezó a jugar a balonmano, el hecho de poder jugar juntos. Siempre ha sido un objetivo importante porque es importante para nosotros estar juntos.

Son muchos los apodos por los que se te conoce: Le Roi, Leónidas, Mister Finales, Campeón de Campeones… ¿Cuál es tu preferido? ¿Cómo vives ser una estrella del deporte y ser todo un referente para los más jóvenes y para cualquier aficionado al balonmano? ¿Cuánta responsabilidad supone ser el ídolo de tanta gente?

(risas) Bueno, me gusta que la gente me llame Niko. El resto no es algo que me influya. Yo soy solo Niko, y fuera de la pista soy alguien muy normal.

Es un gran honor que la gente tenga admiración por mí. Cuando empecé a jugar al balonmano uno de los objetivos era ser el mejor del mundo, ganar muchos títulos, jugar con la selección, jugar en los grandes clubes… pero no era un objetivo tener una afición. Me motivaba el ganar porque mi pasión es el balonmano y la competición. Es verdad que siempre he notado esa admiración, sobre todo en los niños. Cuando me piden una foto o un autógrafo, o cuando me dice que soy la razón por la que juegan al balonmano o que disfrutan viéndome jugar… eso es algo muy, muy grande. Es algo que he descubierto jugando y que no sabía que podía ayudar de esta manera a la gente. Es algo increíble y es un gran orgullo tener ese apoyo de la gente. Me doy más cuenta ahora, después de muchos años jugando, que eso es algo impresionante y que tener ese poder de influenciar o motivar o inspirar es algo increíble, un regalo que la gente me hace con su admiración. Estoy muy orgulloso de eso, es una responsabilidad  también y una forma de obligarme a dar el 100% en cada partido y cada entrenamiento, para devolver ese respeto que me quiere y admira.

Elegido Mejor Jugador del Mundo en 2007, 2017 y 2016… y considerado por la inmensa mayoría como el mejor jugador de la historia por ser determinante tanto en ataque como en defensa además de haberlo ganado absolutamente todo a nivel de clubes y selección. ¿Uno es consciente de que es parte de la historia del balonmano y que lo es además siendo uno de los principales protagonistas? ¿Qué grandes jugadores fueron referentes para ti? ¿Cuáles han sido para ti los mejores jugadores que has visto jugar?

De pequeño siempre tuve esa motivación personal por ser el mejor del mundo. Decía que quería ser el mejor, pero no lo veía como algo egoísta, solo era una motivación personal pero el objetivo es que mi equipo fuera el mejor. Puede que el decir que soñaba con ser el mejor no suene muy humilde, pero ha sido siempre la forma personal de motivarme para dar siempre todo y vivir mi deporte con intensidad. Trato de dar siempre la mejor versión de mí, ganar la mayor cantidad de títulos posibles porque es mi trabajo y es lo que me gusta, pero no porque piense que yo soy el mejor, ni que el jugar mejor me hace mejor persona que nadie, solo es que intento darlo todo.

Claro que es un orgullo escuchar mi nombre cuando se habla de los mejores de la historia, pero este tema se lo dejo a los demás, porque no me gusta hablar de mí. Siempre fue una motivación personal estar entre los mejores y me obliga a trabajar duro todos los días, pero siempre teniendo mucho respeto por todos los demás.

Hay muchos jugadores que me han inspirado pero destacaría a 2 o 3 muy especiales: Stefan Lovgren, que para mí era el mejor jugador del mundo y fue todo un orgullo poder jugar con él en el Kiel y aprender de él. Enric Masip también, gran jugador del FC Barcelona y de la Selección Española al que siempre trataba de ver como jugaba e intentaba inspirarme con su juego. Fue un gran orgullo poder jugar contra Enric. Y en Francia, como no Jackson Richardson que es un jugador mítico y Frederic Volle.

Ya hemos comentado todos los apodos por los que se te conoce, pero es que se acaban los adjetivos para definirte como jugador. ¿Cómo te definirías tú? ¿Cuáles crees que son tus fortalezas y las cualidades que te han diferenciado del resto? ¿Cómo llega uno a ser el mejor de la historia… donde crees que ha estado la clave?

No me gusta mucho hablar de mí, creo que no es mi trabajo, pero tratando de contestar creo que intento ganar y hacerlo todo bien. Pienso que mis fortalezas son que puedo jugar en ataque como en defensa, que puedo jugar en muchas posiciones en ataque y en defensa. Entiendo muy bien el  juego, la táctica del balonmano. Soy muy polivalente y fuerte físicamente y técnicamente. Intento jugar bien y muy colectivo. Adaptarme a las situaciones… cuando toca ser más goleador o pasador. Pienso que también la diferencia es ser decisivo en los momentos decisivos de las finales o partidos, y es que hay mucha gente que juega muy bien al balonmano, pero hay que saber jugar bien en los momentos importantes.

Has jugado en Francia, Alemania y España… que tiene 3 formas muy particulares de entender el balonmano y de desarrollarlo en la pista. ¿Cómo definirías el estilo de cada país? ¿Cuál es el que más te gusta y en el que más has disfrutado jugando? ¿Qué te ha aportado, a nivel personal y deportivo, haber vivido en países con culturas tan diferentes?

He jugado en 3 países diferentes, con entrenadores diferentes y con compañeros diferentes, y eso me ha ayudado a crecer como deportista y como persona. Ese hecho ha influido en mí y ha abierto mucho mi cultura. He aprendido alemán y español, y hablo ahora 5 idiomas. Me ha ayudado a saber adaptarme a las situaciones nuevas y a aprender cómo hacerlo bien para poder entrar en un equipo y llevarte bien con los compañeros. Creo que es una gran fuerza poder adaptarse, porque dentro de una vida vas a tener muchas.
Los estilos de juego en estos países en muy diferente. La diferencia más grande es con Alemania, con la Bundesliga, porque pienso que es algo aparte, diferente, con cosas que no puedes encontrar en Francia o España, y son los pabellones llenos. En Kiel eran 12.000 personas en cada partido, en Hamburgo o Colonia 16.000. Es increíble esas cifras en los partidos de liga y recuerdo mi época en el Kiel como algo muy diferente de los otros países en los que he jugado.
En Barcelona es algo también diferente y especial porque es un lugar donde notas toda la cultura deportiva y la cultura del club, y el ambiente, sin ser tan numeroso como en Kiel, era igual de intenso por la pasión de los aficionados españoles y catalanes.
No me ha marcado tanto el juego o la táctica, siendo como es tan diferente en los 3 países, sino sobre todo la diferencia cultural.

Dos temporadas en España donde fue un privilegio y un placer tenerte en nuestra Liga y poder verte con tanta asiduidad. ¿Cómo se produce tu fichaje por el Barça? ¿Qué destacarías como lo más llamativo de uno de los mejores clubes, de los más laureados y exigentes del mundo? ¿Fue un poco decepción el nivel actual de nuestra Liga donde no había un verdadero rival a la altura del FC Barcelona?

Mi fichaje por el Barça fue muy raro. Era la época en que salí de Montpellier para irme a Aix. Montpellier me dejó ir por 50.000€ en 2013 por el tema de las apuestas, y después, desde Aix salió gratis el poder fichar por el Barcelona. Dos años después, el Barça me vendió por un millón y medio o así (risas). Creo que fue un buen negocio para el Barça, pero es solo humor.

Con el Barcelona mi historia fue de estar siempre muy cerca de fichar por ellos. En Kiel, después de 2 años allí, Enric Masip venía a hablar conmigo para ficharme. Y después de mi etapa en Kiel, el fichaje estaba muy cerca hasta que Montpellier, donde jugaba mi hermano Luka me hizo una propuesta, menor que la que hizo Barcelona, pero para mi era muy importante jugar con mi hermano. Así que todas mis decisiones en mi vida han tenido en cuenta no solo el deporte sino también criterios más humanos.

Para mí siempre fue un sueño jugar en el Barça y estoy muy orgulloso y muy feliz de haber podido jugar allí. Es un club único en el mundo. El club polideportivo más grande del mundo donde la cultura del Barça, la vida allí, el orgullo de la camiseta… no lo encuentras en ningún otro lugar. Pero también es verdad que la Liga Asobal había bajado mucho de nivel desde la crisis del 2008 y la desaparición de muchos clubes, entre ellos el Ciudad Real-Atlético de Madrid, lo que hizo que la Liga, aunque sigue siendo una buena liga, no fuera la misma que antes y eso no juega a favor del Barça. No fue una decepción en absoluto, pero viendo el nivel de antes, si daba un poco de pena el estado actual de competencia en la liga. Es una pena para el balonmano español porque es uno de los mejores balonmanos del mundo.

Al margen de lo deportivo… ¿Qué es lo que más te gustó de la cultura, la gastronomía o la forma de ser de los españoles? ¿Qué echas de menos de nuestro país? ¿Has incorporado a tu vida alguna de nuestras costumbres?

Me adapté muy bien a la vida española. Estuve dos años en Barcelona, que me han marcado mucho tanto a mí como a mi mujer. Nos ha gustado tanto la manera de vivir de los españoles, como la ciudad, la gastronomía, la manera de ser de los españoles tan abiertos, positivos y cercanos a la gente, siempre con bromas y con facilidad para relacionarse. También nos gustó mucho el sol y la playa, así que esos dos años han sido muy importantes para los dos y Barcelona siempre tendrá un lugar especial en nuestro corazón y nos sentiremos del Barça. Una etapa importante de la que quedamos culés para siempre.

Para hablar de tu palmarés habría que hacer otra entrevista aparte, y sería más bien larga porque es interminable el número de títulos que atesoras. ¿Cuál es el título más especial para ti a nivel de clubes? ¿Cómo de diferente ha sido ganar la Champions con Montpellier, Kiel o Barça? ¿Dónde y cómo guardas tal cantidad de títulos, medallas y premios?

Es verdad que he ganado muchos títulos y resulta difícil destacar unos sobre otros. También es verdad que resulta difícil acordarse de todos y de las sensaciones que me han generado. Pero claro, haber tenido la oportunidad de haber ganado la Champions con Montpellier, Kiel y Barcelona ha sido algo excepcional. Haber ganado además la primera con Kiel y Montpellier, aún más increíble.

La emoción de la Champions conquistada con el Barça también fue muy grande y muy fuerte porque en aquella época yo sabía que iba a dejar el club al final de temporada, por lo que yo me había puesto mucha presión para poder ganar esa Final Four. Para mí hubiera sido un fracaso salir del Barça sin haber ganado esa Copa de Europa. La emoción de aquella Champions de 2015 fue increíble por poder ganar con mi equipo y poder devolver la confianza que depositaron en mi los que me llevaron al Barça con la intención, precisamente, de ganar esa Champions.

Algo parecido pasa si hablamos de tu papel con la Selección Francesa… con la que has marcado una época en la que habéis dominado el planeta balonmano por completo. ¿Cuál crees que fue la clave de esa generación? ¿Dónde encontrabais esa infinita motivación por ganarlo absolutamente todo? ¿Qué otras selecciones serían para ti las históricas por la manera de dominar los torneos?

Lo que hemos hecho con la selección francesa es algo increíble. El haber podido dominar casi 10 años, con una racha con no sé cuántos títulos seguidos, es increíble. No sé muy bien como explicarlo. Hemos coincidido una generación increíble tanto a nivel físico, técnico y mental. Con mucha hambre por ganar y que nunca se contentaban con ganar un título, sino que se ponían, tanto después de una derrota como de una victoria, rápidamente a trabajar mirando hacia delante para empezar de cero. Creo que eso fue la clave, jugadores como Omeyer, Guille, Dinart, Abalo… siempre han demostrado esa sed de triunfos. También es verdad que todos hemos jugado en los clubes más grandes, con los mejores entrenadores del mundo y eso lo hemos llevado a la selección. Onesta siempre nos ha dejado jugar, ha sido muy inteligente en ese sentido, y nos ha dejado llevar el proyecto tácticamente y eso fue una de la claves también.

Respecto de las selecciones que me han marcado, la Suecia y Rusia de los 90 que dominaron el mundo del balonmano me encantaron. Después hubo un momento en el que Croacia fue referencia con Balic, Metlicic, Dzomba… Ganaron el Mundial de 2003, el oro Olímpico en 2004 y siempre hemos coincidido con ellos en finales y semifinales, siendo una generación que dominó hasta que llegamos nosotros. Ahora, vemos que todo es más abierto porque el nivel ha subido mucho. España con dos Europeos seguidos o Dinamarca, son selecciones a tener en cuenta. Noruega siempre está cerca aunque no termina de llegar, Alemania también está ahí y eso hace que los torneos sean muy interesantes.

Un grupo de jugadores irrepetibles con Omeyer, Dinart, Jerome, Abalo, Guigou, los hermanos Guille, Narcisse… ¿Era posible tener más talento? ¿Cuánta importancia tuvo Onesta en todos aquellos triunfos? ¿Cuál crees que será el futuro a corto y medio plazo de la selección francesa?

No te puedo decir el futuro de la selección francesa porque nadie lo sabe. Me gustaría que Francia llegase de nuevo al nivel de antes, pero lo veo muy difícil porque veo muy difícil que de nuevo una selección gane tantos títulos al haber subido tanto el nivel. Hay muchas selecciones muy competitivas que tienen oportunidad de llegar a semis o finales.
En Francia hay mucho talento y muchos buenos jugadores, pero ahora toca demostrar ese talento en los partidos importantes, que es donde está la diferencia y donde están los títulos.  Cuando ves el potencial de Francia ves que es enorme, pero hay que demostrarlo en la pista.

Has jugado infinidad de finales y has ganado la mayoría… ¿Cómo te concentras de cara a un partido importante? ¿Qué rutinas, manías o costumbres tienes? ¿Cómo vives el antes y el después de las finales?

Los momentos antes de las finales son los momentos más desagradables de la vida de un deportista porque es cuando sientes la presión colectiva, la presión de la afición, y sobre todo la presión personal que es la más dura. Sé que me pongo mucha presión en cada partido y más antes de los más importantes porque no quiero decepcionar a los compañeros y la afición. Quiero ayudar a mi equipo a ganar títulos y siempre antes de cada partido me pregunto a mí mismo si voy a jugar bien y si voy a estar a la atura. Se siente miedo de no poder dar el nivel y eso me ayuda a dar lo mejor y hacer todo lo que está a en mi mano para no decepcionar. Además de ser desagradable, ayuda mucho a dar la mejor versión de uno mismo.

Tenemos aún muchos años por delante para seguir disfrutando de Niko Karabatic… pero poniendo la mirada en el futuro, ¿qué tienes pensado cuando decidas retirarte? ¿Seguirás vinculado al balonmano? ¿Te atrae el convertirte en entrenador?

Es verdad que la pregunta sobre el futuro empieza a ser muy actual para mí porque los años pasan y se acerca el final de mi carrera. Pero es un tema en el que intento pensar y proyectarme, viendo que es lo que puedo hacer en un futuro. No no tengo muchas ideas aún sobre qué haré precisamente después de mi carrera como jugador. Creo que jugaré hasta que pueda, hasta que mi cuerpo diga stop, y entonces ya veré. Estoy muy abierto, lo importante para mí es poder elegir, y no tener que hacer algo obligado. Lo importante es que con lo que he ganado durante mi carrera lo pueda gestionar bien para que me de una base y poder elegir lo que me apasione y no por obligación. Encontrar algo que me apasione será algo importante para mí. No sé qué será, lo mismo son varias cosas, pero seguro que seguiré vinculado al mundo del deporte aunque aún no sepa cómo será.

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