Entrevista a NENAD PERUNICIC - BalonmanoVeteranos.com

Mis inicios con 5-6 años fue con el Karate. Era una época en la que estabamos muy influenciados por Bruce Lee, pero también practicaba otros deportes como el atletismo, baloncesto o balonmano. En aquellos años solo pensabas en entrenar, estar fuera de casa y practicar muchísimos deportes.

En Montenegro el balonmano es algo muy especial y ya con 12-13 años me decanté por el balonmano únicay exclusivamente.

Estrella Roja es mi casa, es un histórico con 32 deportes dentro del propio club. En Barcelona tienen 15 deportes y nosotros 32. En este club han salido muchas estrellas y muchos jugadores de la selección yugoslava primero y serbia después. Para mi es algo muy especial y emotivo, lo siento como algo mio. Por eso entendía fundamental acabar también mi carrera en el Estrella Roja.

Bidasoa es lo más especial. El lugar donde alcancé mis primeros éxitos y donde jugué con jugadores increibles.

España se parece a Serbia en la forma de entender la vida. Si podemos dejar algo para hacerlo mañana, lo vamos a dejar (risas). En Alemania es todo disciplina, todo programado y sin tiempo para disfrutar con la familia. Una vida distinta, donde entrenas y juegas para preparar el partido, además el tiempo es más triste y se nota en la vida aunque mi etapa en Alemania fue también increible.

Irún la considero mi casa también, mi segunda casa. La gente y como me hicieron sentir, el respeto que me mostraron, el cariño… fue todo un sueño.

Jugué con muchas estrellas y grande jugadores alli, y aunque había equipos mejores, tuvimos la suerte de ganar muchos títulos, sobre todo la primera Copa de Europa.

Irún tiene un lugar especial en mi corazón y siempre lo tendrá.

En Bidasoa tuve un juego diferente que por ejemplo en Alemania. En España se podia jugar de una manera más vistosa, en Alemania era todo más serio.

La clave del éxito estuvo en el grupo de jugadores que nos juntamos, que eramos como hermanos, una familia. Puede que no fueramos el mejor equipo de España, pero lo ganamos todo.

Grandes jugadores como Kisselev, un jugador increible, Etxaburu, gran capitan, un monstruo en la portería como Svennson, también Fernando Bolea, Armand Rubiño, Iñaki Ordoñez… y me dejo muchos nombres. Teníamos mucha química.

En mi primer año en Bidasoa ya tenía un precontrato para fichar por el Barcelona por 7 años pero al final no fui.

Luego hubo problemas económicos en Bidasoa y Svennson me llamaba para ver si iba.

Siempre me atrajo la idea de jugar en Alemania donde los pabellones siempre están llenos. Con todo respeto por FC Barcelona, en Alemania el balonmano es el segundo deporte y quería ver como funcionaría yo en una liga tan dura.

Al final si jugué en Barcelona un año. Quiza fue un error no haber fichado antes, o no. La ciudad es increible y fue muy bonito jugar alli. Jugué poco tiempo pero lo recuerdo con mucho cariño.

Barcelona es todo FC Barcelona, es todo una familia grandísima. Kiel es sólo un club de balonmano, no tiene otros deportes. Kiel funciona como un club de futbol, con mucha gente trabajando alli, es una máquina y aquello es increible.

Si hablamos solo de club de balonmano, Kiel es el más importante. Si hablamos de club que ha ganado más titulos, con los mejores jugadores y con Valero Rivera, Barcelona está más arriba.

Tuve la suerte de jugar en los dos y de haber jugado con jugadores increibles.

En Magdeburgo perdimos una final contra Barcelona en una liga increible donde solo perdimos dos partidos. La liga alemana obliga a jugar al 100% porque sino puedes perder contra el último.

El balonmano no es solo calidad, hay que tener también suerte y Kiel en aquel tiempo era mas fuerte que Magdeburgo pero tuvimos suerte de llegar a una nueva final y ganar la Copa de Europa de nuevo frente a Veszprem.

En Magdeburgo coincidí con jugadores increibles como Kretzche (Stefan Kretzschmar), Kuleschow, Abatí, Stefansson… un equipazo.

Lo comentaba antes, en España y Alemania mi juego fue diferente. En Alemania tenía que jugar más por Jacobsen, por mi pivote y todo eso. Necesitaban algo más, es otra liga y una filosofía distinta.

En España el juego es más fino, con más alegría. En Alemanía es durísimo con los suecos, con distancia hasta 9 o 10 metros máximo. En Bidasoa yo podría irme hasta 14 metros.

Soy de la opinión de que siempre hay que estar aprendiendo, de que si te quedas con la calidad que tienes, no puedes jugar más que 2 años a gran nivel. Yo siempre quise aprender y reinventarme, aprender de los suecos, mejorar fintas… y por esto estoy satisfecho por haber jugado 10 años a nivel grande.

He recibido muchísimo (risas), hay muchísimos defensores muy buenos y muy duros.

Xavier Mikel Errekondo era uno de los defensores fuertes, con un corazon grande y un luchador increible. Yukhov era otro defensor duro. Con Mateo Garralda cada partido era casi como una pelea, pero nos tenemos gran respeto porque tenemos mismo carácter.

Todos grandisimos jugadores.

Hablar de la selección es un tema que duele mucho porque teníamos calidad para ganar una medalla de oro. Pero tener sanciones y no haber podido jugar tres años y medio un partido oficial condiciona mucho.

Hemos tenido talento y carácter, jugadores ganadores, pero faltaba algo. Esa falta de partidos, perder 60-70 partidos, es una diferencia muy grande con suecos, rusos o españoles.

Me nacionalicé alemán porque así se podía tener un extranajero más en el club. Pero al final yo estoy muy orgulloso de ser serbio y de pertenecer a Serbia.

Yo soy serbio montenegrino, ahora hay muchos jugadores que cogen dinero para jugar por otro país. Pienso que hay cosas más importantes que el dinero. No puedes perder tu personalidad y tu mentalidad, donde has nacido es lo que tu eres.

Puede que sea un error, pero yo pienso así.

Respecto a por qué nunca me convocaron con la selección alemana, no se que te puedo decir. En 1999 con todo lo que pasaba en mi país, solo pensaba en como ayudar a mi gente y tenía la cabeza en esas cosas.

En 2004 me operaron del brazo y ya sabía que tras la operación ya no iba a poder jugar como antes. Ya no podría jugar tan duro y tan fuerte y eso te hace pensar en el futuro.

Yo siempre entreno como un chaval de 20 años, pero en aquella epoca todas las noches tenía dolores y tenía que tomar calmantes, por lo que en 2009 decidí dejarlo.

Pasé a ser Director Deportivo del Estrella Roja y al final, con la sanción 7 meses de nuestro entrenador, quise probarme a ver si lo podía hacer bien y me quedé.

Busco el dinero, la ropa para el equipo, los sitios para la temporada, los pisos y los restaurantes para comer…

En Serbia en mi época, el balonmano era el deporte más popular. Desde hace 10 años, es el tercer deporte. Todo demasiado amateur, poco profesionalismo.

El Estrella Roja tiene una gran historia con títulos y grandes jugadores, pero en Belgrado hay dos clubes de futbol y dos de baloncesto, y eso nos lo hace todo muy dificil.

Pese a todo, estoy con ganas y fuerza para pelear. Me adapto y lucho por este club desde hace 7 años con todas mis fuerzas. No es fácil, pero hay que hacerlo.

Siempre era mejor cuando era jugador y te lo daban todo hecho, pero ahora toca pensar por los 25 jugadores.

En 2006, cuando separó Serbia de Montenegro, solo hemos tenido una medalla en 2012. Hemos estados entre las posiciones 10 y 16 del mundo, y mi idea es regresar a posiciones altas.

Nos falta corazón y carácter, yo quiero morir con mis ideas, ya lo hice como jugador y lo quiero hacer como entrenador. Estoy seguro de mi trabajo y me pongo al frente.

Nos falta tiempo. De 35 jugadores que tengo en lista, 25 son nuevos. Los jóvenes jugadores con carácter y calidad están saliendo ahora. Me encanta trabajar con estos chavales porque tienen un gran respeto por la camiseta serbia. La disciplina hace que la gente trabaje y en estos últimos 7 meses se están notando diferencias.

Si Yugoslavia se hubiera mantenido como selección, cada año habríamos ganado medalla. Pero bueno, así es la vida y tampoco quiero pensar lo que pudo ser. Prefiero mirar al futuro y trabajar por lo que puede ser.

Volvemos a tener grandes talentos en Serbia, alguno jugando en España como el pequeño Kukic en Logroño. Le considero mi niño y le doy libertad para jugar. Creo que tiene margen aún para mejorar y yo siempre le digo, o te “mato” o llegas a estrella. También Illic. Chavales que quieren escuchar y con los que estoy satisfecho de trabajar. Tienen 23-24 años y serán estrellas.

Haber sido un jugador importante no se si influye. Yo pienso que “team is team”, puedes tener un jugador con mucha calidad, pero si no entra dentro del grupo, se puede romper todo. Por ejemplo el Barcelona con Masip, Guijosa, Ortega, Garralda, Barrufet, Xepkin… cada uno tenía grandísima calidad, pero funcionaban como equipo. Y eso es la clave del éxito. Cuando las estrellas se integran en un “team”, es garantía de éxito.

Sigo la Liga española, me gusta mucho como juega Cuenca, Valladolid, Logroño… y me gusta mucho ver como Bidasoa vuelve a estar arriba.

Llegan buenos tiempos de nuevo para Bidasoa y creo que regresará algún título. Es un club increible.

Me gusta la liga española porque técnicamente es másfina. Me gusta como se juega. En España se juega más balonmano, balonmano que nos falta porque ahora todo se basa en lo físico, en correr y ya está.

Me duele todo (risas), me duele rodilla, codo, piernas, espalda…  muchísimas cosas. Fue un tiempo bonito haber sido jugador profesional de un deporte bonito como el balonmano, pero ahora estoy “muerto”. No puedo ni andar (risas).

Ahora me han llamado para la despedida y homenaje a Alfred Gislasson que se retira de Kiel a finales de julio, pero voy a ir a asistir, pero no puedo ir a jugar. Además tengo 20 kilos de más ahora mismo (risas).

Muy dificil porque como te digo, ahora mismo me duele todo. Aunque ir a España siempre es un placer, sobre todo con un manchego, pata negra, vino, chorizo… la gastronimía española es increible. La paella de Valencia, los pitxos, las chuletillas de cordero… todo eso me falta en mi día a dia (risas). Para eso tengo memoria siempre.