Entrevista a MARTA LÓPEZ - BalonmanoVeteranos.com

Bueno en mi caso fue un… ¿Cómo no vas a jugar a balonmano? Soy la pequeña de tres hermanos (tengo una hermana y un hermano) y los tres estudiamos en el mismo colegio,  Puertosol, donde siempre ha sido el deporte estrella. Ellos jugaban y me pasaba los fines de semana viendo sus partidos de un lado a otro. Mis padres se organizaban para poder llevarlos y seguirlos y a mí me encantaba. Los he admirado mucho siempre, disfrutaba viéndolos ganar y aprendía de ellos cuando perdían también. Era de las que saltaba a la pista en cada descanso para jugar un rato con el balón y de las que contaba los días para tener la edad suficiente y empezar a jugar yo!! Así que creo que mi familia, y como hemos vivido el balonmano, siempre fue lo que me hizo decantarme por este deporte.

Respecto a la persona clave de mi formación, fue mi entrenador de base que prácticamente estuvo conmigo desde alevines a cadete, Rafa Correa. Con él empecé a formarme en una de las etapas más importantes de una jugadora y conseguimos llegar a sectores, campeonatos y sobre todo disfrutar más aún.

Sin duda Francia es una de las ligas más profesionales y seguras de toda Europa. Lo tienen todo muy bien estructurado y protegen mucho a las jugadoras en todos los aspectos. La federación creo que trabaja muy bien y ofrecen a los jugadores unas condiciones como a cualquier trabajador.

En cada club en el que he estado he aprendido infinidad de cosas, cada club del que he formado parte ha sido en una etapa de mi vida cómo jugadora y personal muy diferentes. BM Alcobendas me marcó porque fue mi primer club en la primera división, ese “salir de casa” , de tu ciudad… te das cuenta que dejas tu etapa juvenil y de diversión atrás para seguir divirtiéndote claro, pero de una manera más seria, dedicándote a ello casi en exclusiva y siendo más profesional. Fue otra etapa de formación entre mis 18 y 22 años, la cual solo me trae buenísimos recuerdos, es un club al que siempre estaré agradecida por todo lo que me dieron y enseñaron, por la gente que conocí y por abrirme aquella puerta que siempre busqué.

Luego estuve en Fleury Loiret Handball en Francia y fue una etapa inolvidable también. Ese paso al extranjero, a tener que pelear por títulos desde el principio, a competir en Europa, entrenar con jugadoras de un grandísimo nivel y palmarés,  a superar una lesión grave … muchas cosas.

Pero debo decir que mi club actual club, el Scm Rm Vâlcea es el que más me ha marcado. Desde el comienzo ha sido el club en el que más he crecido como persona y como jugadora. Cuando firmé aquí venía de dos temporadas horribles, nada salía bien o así lo veía en ese momento. Me planteé dejarlo, pensé que ya no podría remontar y que quizá no merecía más la pena seguir luchando un poco “a contracorriente”. Pero salió esta oportunidad y decidí intentarlo una vez más. Al principio no fue fácil, pero poco a poco le di la vuelta por completo a toda la situación. Me volví a encontrar como jugadora, volví a sentirme yo misma y a disfrutar como nunca. Así que supongo que es el club que más me ha marcado por el momento en el que llegó, por todo lo que he crecido mentalmente estos años, lo que me ha hecho madurar y mejorar dentro de la pista también y por todo lo que he conseguido en consecuencia.

Sinceramente de pequeña veía poco balonmano profesional. Me he perdido muchas jugadoras por el camino y mis referentes han sido muy actuales: Carmen Martín, Marta Mangué, Noelia Oncina, Stine Oftedal que es de mi generación, así que he visto un poco su evolución. Son jugadoras que siempre he admirado y en el caso de Carmen desde que coincidíamos en la andaluza ya me fijaba en ella.

¿Jugadoras significativas en España? Tenemos bastantes ¿eh? La pena es que muchas no hemos podido disfrutarlas realmente por televisión como ahora. Gente como Cristina Gómez, Eli López, Marta Mangué, Macarena Aguilar, Carmen Martín, Noelia Oncina, Verónica Cuadrado, Begoña Fernández… me dejo muchas, lo sé, y sería imposible nombrar a todas las que para mí en algún momento han sido o son significativas.

Yo llegué en mi etapa juvenil y el club llevaba varias temporadas intentando subir y consolidarse en la primera liga. En esos años nos quedamos a las puertas dos veces en la fase de ascenso con su respectivo mal sabor de boca y disgusto, pero no desistieron nunca, así que estoy muy contenta de que Málaga, mi ciudad, tenga un equipo en la élite y que cada año se consolide más en la liga. Que sigan creciendo y mejorando las condiciones porque es por lo que siempre han trabajado.

Pues si hablamos del club Málaga Costa del Sol/ Rincón Fertilidad, siempre se vienen a la cabeza tres hombres: Diego Carrasco, Carmen Morales y Pepa Moreno. Para mí “ Tres clásicos” que han estado en el club a las duras y a las maduras siempre desde el banquillo hasta los despachos.

MÁLAGA: Fue una fase en la que pude seguir siendo juvenil y a la vez progresar como jugadora entrenando y jugando con el primer equipo, así que me ayudó a coger la siguiente etapa de mi carrera con más ganas y más madurez.

ALCOBENDAS: Fue una etapa de formación y crecimiento en todos los sentidos. Muy especial y divertida y la que me abrió las puertas a todo.

FLEURY: La definiría como la etapa en la que aprendí a asumir más responsabilidad dentro del campo, asentarme como jugadora profesional en todos los sentidos y en la que me di cuenta que llegar arriba es difícil y hay que trabajar mucho, pero que mantenerse lo es aún más y requiere más trabajo siquiera.

BERA BERA: Fue un año para mejorar a nivel físico con el que fue nuestro preparador, Gorka Núñez. En el que pude disfrutar más mi vida personal además de conocer a personas increíbles que hicieron ese año mucho más fácil.

VALCEA: Mi “resurgir de las cenizas”, donde he madurado en todos los aspectos, donde he disfrutado del balonmano como nunca por cómo se vive aquí. Una etapa que no deja de sorprenderme y en la que sigo aprendiendo muchas cosas tanto dentro como fuera de la pista.

El título más especial fue sin duda La Copa de Francia de 2014 porque fue nuestro primer título. Pero la celebración más divertida que recuerdo fue después de perder la final de la liga contra Metz por diferencia de goles, y luego nos fuimos de fiesta a ahogar nuestras penas… porque duele perder!!! Pero a celebrar que peleamos hasta el último segundo, y porque jugaríamos Europa la temporada siguiente y aquella noche fue todo risas y diversión.

A nivel de clubes “solo” me queda ganar cualquier título a nivel Europeo: una EHF o una Champions League por ejemplo. Ni siquiera me pondría exquisita, cualquiera sería bienvenido y eso sería la guinda del pastel para mí, y digo “ sólo” porque aunque no soy una persona conformista, debo y estoy muy contenta con todo lo que he conseguido a nivel de club hasta ahora.

Vestir la camiseta de la selección creo que es una sensación diferente, un premio MÁS a todo lo que trabajamos y sacrificamos para llegar hasta ahí, para estar entre las mejores,  aunque solo sea una vez, un partido, ya es algo muy especial y si encima tienes la suerte de conseguir una medalla es sin duda algo que guardarás dentro de ti y que te marca.

Los JJOO son diferentes a cualquier campeonato Europeo o Mundial. Vives durante unas semanas rodeada de personas que entienden lo duro que es llegar hasta ahí, de los mejores en cada deporte. En la villa respiras profesionalidad, ilusión, deporte, trabajo, determinación, diversión, y creo que el sueño de cualquier deportista.

Despertar, asomarte por la ventana y ver a uno con su mochila listo para entrenar, un equipo que va a competir, una pareja que viene de perder o de ganar, gente entrenando un poco por la calle, ir a comer y cruzarte con deportistas que solo puedes ver por la televisión en la cola para coger pasta (risas), o sentarte en el comedor y tener al lado a un deportista individual que acaba de ganar su primera medalla olímpica y está ahí con su cajita abierta, mirándola con los ojos llenos de felicidad y satisfacción…

No sé, para mí los Juegos Olímpicos son algo mágico para un deportista.

Les diría que amen y valoren todo lo que nos ofrece y enseña este deporte. Que aprendan de cada derrota y de cada victoria, sí, en ese orden porque las derrotas son las que más nos hacen crecer.  Que trabajen para superarse a sí mismas y luchen por sus objetivos,  que es duro,  a veces demasiado, pero merece la pena luchar por lo que se quiere.

Pero sobre todo les diría que DISFRUTEN, que lo hagan y mucho porque es sin duda lo más importante de todo esto.