Entrevista a MANOLO LAGUNA - BalonmanoVeteranos.comEntrevista a MANOLO LAGUNA - BalonmanoVeteranos.com

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Entrevista a MANOLO LAGUNA

Entrevista a MANOLO LAGUNA

Una ocasión especial ésta, en la sección “BalonmanoVeteranos.com entrevista a…“, y es que tenemos el inmenso placer de recibir a uno de los grandes sabios de nuestro deporte, al Maestro de Maestros, Manolo Laguna.

Un entrenador increíble y una persona espectacular que solo deja amistades y admiración allá por donde pasa gracias a ese inmenso conocimiento y esa forma de ser tan humana y humilde que tiene. Sumamente querido no solo en Alcalá de Henares, Guadalajara o Torrevieja donde su imagen estará siempre ligada al balonmano local, sino en toda España, Portugal y Latinoamérica donde ha ido enseñando a grandes entrenadores que hoy día triunfan por todo el mundo.

Como la ocasión es ciertamente especial también para nosotros, hemos querido que participaran algunas de las grandes amistades de Manolo Laguna. El prólogo corre a cargo de uno de sus grandes amigos, un tipo fantástico como es  Fernando Gil

Y para las preguntas, hemos tenido el placer de contar con la participación de gente espectacular e increíble como es Manolo Laguna, y es que quizá sea esa una de sus cualidades, saber rodearse de gente excepcional como él. Somos perfectamente consciente de que hay mucha, mucha gente que podría haber participado, y pedimos disculpas por no haber contado con todas ellas, pero tampoco queríamos excedernos y tuvimos que establecer ciertos límites.

Desde entrenadores a los que ha formado o con los que ha convivido como Falo Méndez, Juan Luis Arnedillo, Antonio Pastor, José Ramón Villa, Toni Gerona o Manolo Cadenas, a jugadores que tuvo en algún momento de su carrera como Antonio Román, Demetrio Lozano, Rafa Guijosa, Boris, Zapa, Javi Valenzuela u Oleg Lvov, sin olvidar al gran fisio Ali Kazemi, han contribuido con una pregunta en esta atípica entrevista que busca más servir de pequeño homenaje a un persona esencial de nuestro balonmano, que cualquier otra cosa.

Sólo hubo una persona que no quiso participar en esta entrevista, y lo entendimos perfectamente, y es su mujer Lucia. Persona esencial en la vida de Manolo Laguna sin la cual probablemente no se pueda entender a Manolo. Empatizamos con Lucía a quien, plasmar en un pequeño vídeo lo que Manolo representa, suponía un esfuerzo titánico difícilmente realizable en apenas unos minutos. Desde aquí también nuestro abrazo más cariñoso a Lucia que nos ayudó en todo momento a realizar esta entrevista sin que Manolo sospechara nada.

Merece la pena ver las preguntas y leer las respuestas… Muchísimas gracias a todos !!!

Manolo nos escribió también su pequeño prologo, y obviamente, lo sumamos a este pequeño homenaje nuestro:

“Siempre he tratado de comportarme de la forma más equilibrada posible, aunque seguramente muchas veces no lo haya conseguido, no obstante me doy cuenta de que con el tiempo voy adquiriendo sesgos.
Concretamente, cuando BalonmanoVeteranos.com me mandó un cuestionario en forma de vídeos de gente del balonmano que me bombardeaba con preguntas de índole muy diversa, enseguida advertí que era una entrevista injusta. Pero no me importó, todo lo contrario, me di cuenta de que, en realidad, soy partidario de la injusticia… siempre que vaya a mi favor.

Si fuese honrado, me tendría que haber negado a responder al interrogatorio de un montón de amigos inquebrantables que lo único que hacen es hablar bien de mí y preguntarme cosas facilitas y sin malicia. Yo, como cualquiera que se precie, también tengo mi “club de fans”, con gente que tiene otro puntos de vista bien diferentes de los que aquí aparecen.

Pero, ya digo, resulta que no soy nada honrado, no me siento nada incómodo con eso ¡¡adoro la injusticia!!


TRAYECTORIA

1972-80 Colegio España (Madrid)
1981-88 CITD-Iplacea (Alcalá de Henares)
1988-93 Bm Guadalajara
1993-95 Juventud Alcalá
1996-01 RFEBM: Director Programa Detección de Talentos, Seleccionador Juvenil y Junior Masculino
2001-05 Seleccionador Juvenil y Junior, Coordinador de Base en Federación Portuguesa de Balonmano
2005-12 Bm Torrevieja
2013-16 Director Técnico de la RFEBM


GALARDONES

Medalla ORO Federación Madrileña
Medalla ORO Federación Española
Medalla ORO y BRILLANTES Federación .Española
Elegido 2 temporadas «Mejor entrenador de la Liga ASOBAL»


DOCENCIA
Profesor de la Escuela Nacional de Entrenadores de España desde 1991 hasta la actualidad.
Profesor de la Escuela Portuguesa de Entrenadores de 2001 a 2005.
Cursos internacionales impartidos en diversos países de América, Europa y África.

 

 

Preguntas

Vamos por partes, querido Falo, hablas de la guitarra y lo que te puedo decir es que hace bastantes años que ya no la toco, fundamentalmente por no perder prestigio. Es una prueba más de que el entrenamiento debe ser constante e intenso y si no, no.

Y esta comparación me sirve para responderte a la pregunta que me haces.

No me voy a esconder, entre otras cosas porque hace tres años publiqué una serie de artículos con el título común de “Algo que me preocupa”, que no dejarían que me escondiera ahora; en ellos hablaba de la zozobra con la que veía la evolución en la base y no hablaba de la calidad, tenemos entrenadores muy preparados, hablaba de los hábitos que, de forma prioritaria, se estaban estableciendo. No te voy a dar detalles, lo sintetizo en una frase

¡¡EL VOLUMEN DE ENTRENAMIENTO EN LOS EQUIPOS DE BASE HA IDO DESCENDIENDO SIGNIFICATIVAMENTE!!

No quiero discutir de formas de entrenamiento. El Alto Rendimiento se sustenta en tres pilares: La cantidad de trabajo, la calidad del mismo y la selección adecuada de la “materia prima” (buenos criterios de selección de jugadores)

Es como un banco de tres patas, si falla un soporte, se cae. Y tengo la sensación de que al menos uno de los soportes está empezando a flaquear, estoy muy preocupado por la disminución del trabajo, porque es uno de los cimientos de la competitividad.

Como esto no se publica en papel y no vamos a influir en la deforestación del Amazonas, te voy a responder a las dos preguntas que me haces

Respecto al trabajo sobre la detección de talentos que citas, me gustaría hacer una puntualización: el artículo que se publicó en su momento lo firmamos Luis Carlos Torrescusa y yo, a petición de Paco Sánchez, que entonces era Director Técnico de la RFEBM, pero en realidad lo que hicimos es acumular las experiencias de muchos años de Concentraciones Nacionales, es decir, las ideas que se exponían ahí no eras solo nuestras, sino la aportación de muchos que, antes y a la vez que nosotros, habían trabajado en el programa. Nunca me gustó apuntarme un tanto apropiándome de lo que es patrimonio de muchos.

Una vez dicho esto, tengo la idea de que no hay una única manera de hacer las cosas, hay que estar abiertos a propuestas diferentes.

No me atrevo a juzgar lo que se hace ahora en los programas de la RFEBM, porque no lo conozco a fondo; aunque confío en las personas y me parece que en el Área Técnica de la Federación estos años han estado unos entrenadores supercompetentes, dirigidos por un técnico contrastado (Jordi Ribera) ¿qué más podemos pedir? Los trabajos se deben evaluar a posteriori, no antes de que se concluyan.

En relación a lo de escribir de balonmano, solo te puedo decir que en eso estoy… pero voy despacio, siempre medité mucho (tal vez demasiado) cada paso que doy

Hablar de hipótesis siempre es arriesgado, Alí, pero en este caso no.

En las últimas décadas el Equipo Nacional Masculino ha estado disputando las medallas en la mayoría de las grandes competiciones y ha conseguido Campeonatos de Europa, del Mundo y medallas olímpicas, es decir, mejor no se puede actuar, a no ser que nos planteemos la utopía de ganar siempre.

Y esto se ha logrado teniendo al frente diferentes entrenadores, es decir, se ha demostrado el valor individual de cada uno de ellos, pero paralelamente se ha demostrado la solidez del colectivo.

Así que yo no hubiera podido mejorar nada de lo que se ha hecho.

Hablas de injusticia y yo creo que cualquiera, después de casi 50 años de actividad, está, más o menos, donde se merece.

No quiero hablar de profesión porque no empecé a entrenar buscando una profesión, sino siguiendo una pasión, no obstante mi trabajo en el balonmano, sin proponérmelo, se terminó convirtiendo en algo importante para mi sustento, aunque creo que nunca tomé mis decisiones condicionado por cuestiones económicas, pienso que siempre tuvo más peso la posibilidad de hacer lo que me ilusionaba en cada momento.

Esto de que cada uno está donde se merece, puede sonar a humildad (verdadera o con la boca pequeña) pero te tengo que aclarar que no.

Yo estoy muy contento con lo que he ido consiguiendo. Empecé tratando de parecerme a los “grandes maestros rumanos” que decía Xomin, y creo que me quedé mucho más enganchado con la idea de hacerlo bien, que con los sueños de grandes triunfos.

Nunca me marqué una meta, me conformé con la idea de avanzar, como cuando vas corriendo sin fijarte mucho en el camino, solo recreándote en el viento agradable que te da en la cara y en la sensación de avanzar, así, sin una meta determinada, pero con la impresión de estar progresando.

No todos nos motivamos por las mismas cosas, creo que yo crecí mucho más motivado por la tarea que por el logro. Quería ganar, sí claro, pero no de cualquier forma y esto, en el fondo, es mucho más presuntuoso que buscar el triunfo a cualquier precio.

Así que me considero muy justamente tratado por el entorno de nuestro deporte.

Antonio, hasta ahora eres el que más fácil me lo ha puesto. Dices que fui un entrenador influyente para el balonmano Guadalajara, pero no te puedes ni imaginar lo que la etapa de Guadalajara significó para mí.

Deportivamente fue mi primer reto frente a un equipo senior que tenía la ilusión de subir a la máxima categoría y, con mucho esfuerzo por vuestra parte, en poco tiempo se logró. Si te digo la verdad, yo previamente ni me lo había planteado, solo quería hacerlo bien, venía de entrenar categorías de base y tenía más el chip de formador que la ambición por los trofeos.

Pero eso solo fue una parte de la experiencia, la experiencia social fue tal que desde entonces me siento un alcarreño más.

Decía en una de las respuestas anteriores que ya no toco la guitarra, pero si estuviera con Nacho acompañando y con todos vosotros, seguro que se me pasaban los temores.

Larga vida juntos, si señor, quién nos lo iba a decir cuando con veintipocos años nos enfrentábamos con juveniles, cadetes o infantiles.

Mencionas como fuentes de inspiración algunas de las conversaciones que hemos tenido y me viene la vena nostálgica. Sabes que tengo una idea obsesiva: creo que el balonmano español llegó donde ha llegado porque, fundamentalmente FUIMOS CAPACES DE COMPARTIR CONOCIMIENTOS, IDEAS Y EXPERIENCIAS, y no solo tú y yo, sino la mayoría de los entrenadores.

Seguramente no fue deliberado, ni siquiera generosidad espontánea, creo que más bien empezamos tratando de imitar “a los buenos” y, con el tiempo, empezamos a cuestionar todo y, más por vanidad que por otra cosa, nos atrevimos a exponer nuestras propias opiniones, queriendo “tener razón” y distinguirnos de los demás. Pero en ese “querer tener razón”, unos y otros fuimos aportando algunas razones sólidas que, casi por ósmosis, fueron empapando el tejido de nuestro quehacer diario hasta llegar a los logros que todo el mundo conoce.

Con el tiempo, todo se relativizó y aprendimos a reírnos de nuestras pequeñas vanidades, ahora compartimos todo, conscientes de lo que hacemos. Confío en que este hábito no se vaya apagando.

Me preguntas que si me gustaría ayudar al balonmano español, y entiendo que es una pregunta retórica, porque sabes la respuesta de antemano: nunca he dejado de lado la idea de colaborar, casi siempre desde la actividad privada en los diferentes clubes por los que pasé, pero también, cuando me han pedido cualquier aportación desde las diferentes Federaciones (Española o Territoriales, incluso con otros países) no he puesto ninguna condición para colaborar, salvo las estrictamente ineludibles. No estoy en edad de cambios y creo que con eso queda respondida la primera pregunta.

La segunda es cómo me gustaría colaborar

Los últimos años de mi trabajo en Torrevieja, desde la Concejalía de Deportes me propusieron que hiciera un plan para crear un centro de alto rendimiento para jóvenes en formación. Al final, todo se quedó en un cajón y, tal vez, perdieron la llave. Pero en algo así sí me hubiese metido de cabeza, igual que hice en 1981 en Alcalá de Henares.

Recuerdo aquel niño rubio del Colegio del Val, con unas cualidades notables para el deporte y recuerdo a su padre, tu padre, preocupado cuando con 11 años te seleccionamos para el CITD (Centro de Iniciación Técnico Deportivo) de Alcalá de Henares, eso de entrenar todos los días le parecía mucho y me planteaba sus dudas sobre la idoneidad de lo que hacíamos. Entre sonrisas, lo comentaba con él muchos años después cuando, junto a tu madre, te seguían en Olimpiadas, Mundiales y Europeos.

Fue mi primer trabajo “profesional”, después de 10 años maravillosos entrenando únicamente por afición a equipos de base en el Colegio España de Madrid, que fue donde me quedé enganchado a esta pasión. Lo que abordaba en esa etapa que estaba iniciando, era un planteamiento global, unas escuelas con cientos de jugadores y jugadoras, un centro de Alto Rendimiento para niños y un equipo de entrenadores, jóvenes y supermotivados para hacerlo lo mejor posible.

Encaré ese trabajo con la determinación que nos proporciona la inocencia, que es la mejor aliada de los sueños.

Soñaba con una estructura de formación en dos vertientes interconectadas: el deporte social en las escuelas y la orientación hacia el Alto Rendimiento en el CITD, y ahí se paraban mis sueños, solo me imaginaba trabajando en la formación.

Cuando fui a Guadalajara, también planteé el tema de las escuelas, pero allí lo fundamental era el Equipo que subió a la Liga ASOBAL y, por el momento, tampoco se contemplaba la vertiente femenina.

El regreso a Alcalá para dirigir el club Juventud Alcalá, donde tú ya pasaste a formar parte del Equipo de División de Honor, cerró el círculo de mis aspiraciones: una ciudad con un equipo en ASOBAL y otro femenino en División de Honor, una estructura de formación para el alto rendimiento y unas escuelas sociales de balonmano para todo el que quisiera practicarlo… ¡¡y querían muchos!! Pero no pudo ser, todo se derrumbó sin que nos proporcionaran muchas explicaciones.

Ahí, con los sueños ya ampliados y con las miras de ser competitivos a cualquier nivel, basándonos fundamentalmente en nuestro trabajo de formación, se conformó la idea que luego se ha perpetuado en mi cabeza. Las etapas siguientes han sido una lucha por repetir este esquema (Portugal, Torrevieja) y, desgraciadamente, he tropezado siempre con un final parecido y sin muchas explicaciones de las causas. Cuando vienen mal dadas el silencio acompaña la perplejidad de los afectados.

Y esta es la respuesta a lo que me preguntas, este es el proyecto ideal que nunca logré completar.

Se necesita bastante tiempo y suficiente paciencia para armar algo así, y tiempo y paciencia es lo que no abunda, tenemos mil ejemplos en nuestro balonmano, donde grandes proyectos tuvieron su protagonismo, pero terminaron del mismo modo.

A pesar de todo, no considero que los esfuerzos hayan sido baldíos, la utopía es como el horizonte, nunca le alcanzas, pero si caminas hacia él avanzas. Todo esto me ayudó a avanzar mucho.

Escucho tu mensaje y termino pensando que, como sucedió con la pregunta de Antonio Román, me lo pones demasiado fácil.

Me quedo con la duda de si, en el fondo, me veis ya mayor y queréis protegerme. Realmente no merezco tanto elogio.

Antes de responder a tu pregunta, me gustaría reflexionar sobre un pensamiento que tú mencionas y que trato de transmitir frecuentemente: EL ENTRENADOR CREE QUE DEBE HACER COMPRENDER EL JUEGO QUE PROPONE A SUS JUGADORES, CUANDO EN REALIDAD DEBERÍA PENSAR EN SEDUCIRLOS.

A veces nos conformamos con justificar lo que planteamos, apoyándonos en la lógica, pero esto me parece insuficiente.

No basta con apoyar el juego que proponemos en razones más o menos firmes, el objetivo es que lo que se propone sea tan atractivo que los jugadores lo asuman como propio, confíen en lo que hacen y DESEEN hacerlo

Es posible que para seducir haya también que convencer, pero la mera justificación no afecta al ámbito emocional, que es un soporte clave en la actuación en situaciones competitivas de oposición y colaboración.

Los mecanismos para lograr una cosa u otra me parece que son diferentes.

Y ahora paso a ampliar la respuesta a lo que me preguntas, pues ya había respondido a Arnedillo sobre el mismo tema

Estoy escribiendo de balonmano, querido Rafa, llevo los dos últimos años dedicado a eso, pero escribo lento.

Ya tengo concluido un “CURSO BÁSICO”, donde abordo el balonmano de forma extensa (319 páginas) pero no excesivamente profunda.

Los “APUNTES DE TÉCNICA/TÁCTICA INDIVIDUAL”, donde reúno lo que he estado explicando todos estos años en el Curso Nacional de Entrenadores, los llevo muy avanzados.

En proyecto tengo un Libro de Iniciación al Balonmano (en colaboración con Deme) aunque solo tenemos hecho el esqueleto, ahora toca rellenar, que es lo que más cuesta.

Y en la cabeza la idea de escribir algo de Táctica Colectiva y Sistemas de Juego, bastante más profundo de lo que expongo en el “Curso Básico”, no sé aún si lo abordaré en un solo documento o será mejor fragmentarlo.

Ahora, parece que el libro ya concluido podrá editarse (no es fácil en la actualidad publicar libros de un deporte que no sea muy mayoritario, porque no dan mucha rentabilidad y las editoriales se retraen) y con los demás, según vaya concluyendo te iré contando.

Por último, tengo una idea menos clásica en la cabeza (ya te comenté en algunas de nuestras charlas) pero la veo más inviable y no quiero cacarear si no confío mucho en poder poner el huevo. El tiempo dirá.

No sé si cuando llegué a Alcalá conseguí aportar mucho o poco, pero la realidad es que Alcalá termino siendo más influyente en mi vida que yo en la vida de Alcalá. De hecho aquí sigo domiciliado y aquí está mi entorno vital.

Me preguntas qué le falta al balonmano y es una pregunta apropiada para perderse en divagaciones, por eso voy a tratar de ser lo más concreto posible, abordando la respuesta por puntos

  • Nos falta asentamiento social, porque en la dura disputa que hay entre los deportes tradicionales, para llegar al gran público (y muchos otros emergentes que amplían el espectro) hemos retrocedido y la ventaja que podíamos tener hace años, no solo se ha acortado, sino que tengo la sensación de estar siendo sobrepasados por otros que venían a rebufo nuestro
  • Si comparamos la evolución de nuestras ligas de máximo nivel con las ligas de otros países, vemos que en otras partes han ido dando pasos adelante y tienen estructuras de márketing potentes, que consiguen fidelizar público y espónsores.

Nosotros nos hemos quedado anclados en el pasado, con algunos esfuerzos de modernización, pero sin frutos apreciables.

El deporte de alto rendimiento, además de la faceta deportiva tiene que garantizar un espectáculo atractivo, y eso va mucho más allá de las meras habilidades de los equipos. El ejemplo paradigmático en nuestro deporte es la Final Four de Colonia.

Yo no pido  que logremos algo así a corto plazo, pero entre eso y lo que tenemos hay una distancia sideral, que en otras partes están acortando, aunque sea modestamente.

  • Si vamos a lo meramente deportivo, creo que nos faltan estructuras potentes que garanticen la formación de los jóvenes dirigida al Alto Rendimiento. Vivimos del voluntarismo de los clubes (a los que había que hacer un monumento) pero nos faltan Centros de Alto Rendimiento, Institutos Deportivos o cualquier modelo, que ya tienen en muchos otros países, para garantizar el volumen y la calidad del trabajo, a la larga esta carencia puede jugar en nuestra contra.

Conjugar entrenamiento para el Alto Rendimiento y estudios, en las categorías de formación, es básico y los clubes normalmente no tienen capacidad para controlar esto adecuadamente por sí solos.

Creo que en estos tres puntos te resumo mi opinión sobre nuestras carencias más importante.

Me apunto la sentencia que citas “La gratitud en silencio no sirve de nada”. Por eso no quiero dejar de darte las gracias públicamente, y ampliar este agradecimiento a todos los jugadores que me han tenido que soportar.

A estas alturas de mi vida, tengo la certeza de que mucho de lo que me hizo evolucionar lo aprendí de vosotros, los jugadores.

Parece que los entrenadores tienen que tener el perfil de “sabios que tienen todas las claves del juego”, pero yo no lo veo así, los dueños del juego siguen siendo los jugadores, muchas de las cosas que ahora vemos hacer rutinariamente en la competición no fueron planificadas en sesudos gabinetes de estudio y propuestas posteriormente a los jugadores, muchas veces ocurrió más bien al revés, fueron apareciendo en entrenamientos y partidos, como opciones creativas de uno o varios jugadores y posteriormente se fueron adaptando y sistematizando.

Creo que los entrenadores, a la vez que planificamos lo que queremos hacer con nuestro equipo, debemos permanecer con los ojos y la mente abierta, a las reacciones espontáneas (o no tanto) de los jugadores, porque la riqueza de opciones que aparece en un colectivo humano siempre está muy por encima de la capacidad de una sola persona.

En mi caso, la inspiración (y a veces la sorpresa) que encontré en lo que día a día veía en la pista, hizo que continuamente me viera obligado a revisar y matizar lo que estudiaba en los libros.

Me preguntas qué supuso el CITD de Alcalá para mí, y te podría responder de forma escueta: para mí, y poniendo cada cosa en su ubicación temporal, es el mejor trabajo que he hecho en mi vida y el que más ha influido para mi evolución posterior, tanto como entrenador como personalmente.

Algo explique en la respuesta que le doy a Deme, pero quiero explicarte un poco más.

Yo empecé como entrenador de base en el Colegio España de Madrid y fue la experiencia que me enganchó emocionalmente a esta actividad. Éramos un grupo de amigos, liderados por un profesor inolvidable, Fernando Hernández, que nos sedujo de tal forma que después de 10 años mis sueños en torno al entrenamiento superaban, con mucho, las posibilidades de lo que yo podía conseguir con los medios que manejábamos allí.

Así que decidí que era el momento de dejar aquello y seguir en el balonmano como mero aficionado. Lo tenía decidido y lo comenté con Fernando, que comprendía que era lógico que, con 30 años que tenía entonces, encaminara mi vida por otros caminos y dejara una actividad absolutamente amateur, que me absorbía mucho tiempo.

Justo en esa encrucijada, apareció un programa del Consejo Superior de Deportes de Centros de Formación para el Alto Rendimiento de niños con condiciones excepcionales para el deporte: los CITD. La Federación Madrileña me propuso ir, como especialista de Balonmano, al CITD de Alcalá.

Aparecí por Alcalá con más curiosidad por saber en que consistían esos centros que con la idea de trabajar en ellos. Pero las posibilidades que empecé a apreciar, despertaron en mí la idea de realizar esos sueños de trabajo sistemático y masivo, que había abandonado por imposibles. Lo demás ya lo conoces, porque lo has vivido en primera persona.

Como siempre en nuestro país, el programa de los CITD desapareció sin explicaciones y sin que se propusiera ninguna opción alternativa para seguir trabajando con los jóvenes con condiciones excepcionales para el deporte.

A estas alturas, Villa, creo que os tengo que recordar que soy diabético: tanto azúcar en lo que me decís no me va a venir bien.

Yo también os quiero, pero una de las cosas que más me agrada es ver la relación que tenéis entre vosotros, los entrenadores que en alguna época participasteis en el trabajo de detección de talentos. Me doy cuenta que, más allá de lo deportivo, la relación de trabajo condujo al desarrollo de amistades profundas, y eso sí que no tiene precio.

Ya que hablas de ello, te diré que a mí lo que más siempre me gustó fue el trabajo diario en la pista. Y así sigue siendo.

Me considero básicamente entrenador, todo lo demás siempre ha sido accesorio para mí.

He hecho otras cosas en el balonmano, fundamentalmente relacionadas con la formación de entrenadores, pero el corazón sigue en los pabellones, pensando siempre en entrenar y competir.

Es posible que en la actualidad muchos me vean más como profesor que como entrenador, el tiempo pasa deprisa y, por una parte, la gente que lleva bastante tiempo en esto se va quedando con las últimas imágenes y, por otra, los que han ido accediendo en los últimos ocho años a esto del entrenamiento, simplemente, nunca me han visto en la pista dirigiendo un equipo.

Me preguntas qué necesito para volver a trabajar directamente con los jugadores en un proyecto y me haces reflexionar sobre las distancias entre mis apetencias y mis posibilidades.

Entrenar no solo es llegar a la pista y proponer unos ejercicios. En realidad es diseñar un proyecto integral donde el entrenamiento solo es una acción más.

En la actualidad no me involucraría en un proyecto poco claro, donde tuviera que sacar las cosas adelante casi desde la nada, como me ha tocado hacer otras veces, y un proyecto sólido es difícil de encontrar en la actualidad.

Por otra parte, por edad y circunstancias, ya no voy a relativizar las necesidades familiares y de amistad. Lo prioritario ahora son “los míos”.

Veo difícil que me propongan algo que me interese y me mantenga “en casa”.

No se puede tener todo, hay que saber que siempre tienes que renunciar a algo, aunque sea algo que te apetece mucho.

A lo largo de la vida, no se dan siempre las mismas respuestas ante situaciones parecidas.

Querido Zapa, en tus palabras de introducción me nombras como tu entrenador, tu jefe, tu mentor, tu amigo.

Seguramente hemos tenido todo ese tipo de relaciones, pero permíteme que te diga que desde hace mucho tiempo cambié el orden. Para mí, la palabra AMIGO figura desde hace mucho tiempo en el primer lugar y en mayúsculas.

Ahora que vas a iniciar un proyecto vital y profesional totalmente nuevo, voy aprovechar esta pequeña entrevista para desearte públicamente la mejor de las suertes. Entras en un terreno difícil, pero ilusionante por las posibilidades de influencia en el desarrollo deportivo de la sociedad. Sé que por esfuerzo no va a quedar y por capacidad tampoco

Como me haces una pregunta técnica – la más técnica que me han hecha hasta ahora en esta entrevista – trataré de centrarme, a ver si la consigo responder sin extenderme demasiado.

Muchos entrenadores hacen publicaciones y trabajos donde explican “su método de entrenamiento”. Yo desgraciadamente no puedo generar trabajos con “mi método”, porque no tengo ningún método.

Es una forma retórica de explicarlo, en realidad quiero transmitirte la idea que tengo sobre los entrenadores que se hacen esclavos de un método. Todo empieza por escribir un libro, después el libro te atrapa. Cuando una idea queda plasmada en un texto, terminas por defenderla a capa y espada de forma inflexible y, de paso, atacas a los que no te dan la razón absoluta, porque los ves como una amenaza. No quieres aparecer como contradictorio. Esto termina por limitarte.

Yo defiendo que los entrenadores deben ser buenos conocedores de los diferentes procedimientos metodológicos y aplicarlos según las necesidades.

Es verdad que repito siempre que el entrenamiento debe incluir un porcentaje, más o menos importante, según el periodo competitivo en que se encuentre el equipo, de ejercicios que acerquen a los jugadores a las condiciones en que van a tener que actuar en el juego real. Pero no implica que TODOS EL TRABAJO TENGA QUE SER MUY PARECIDO A LAS EXIGENCIAS ESPECÍFICAS DEL JUEGO REAL.

Con banderas como esta, aparecen unos que defienden el “entrenamiento integrado”, donde parece que si un ejercicio no abarca todas las exigencias físicas, técnicas y tácticas de la competición, no es un ejercicio válido.

Otros que expresan las bondades del “entrenamiento analítico”, y piensan que la única posibilidad para progresar es aislar el parámetro que quieran mejorar (tanto si es mecánico, como si es intencional) y trabajarlo de esa forma para luego integrarlo en el total, como suma de progresos parciales.

Para mí todo es aplicable y, según el propósito que tenga, utilizo un tipo de ejercicios u otros (lo de analíticos e integrados es una reducción consciente que hago, por supuesto que hay muchas más tendencias y matices, pero yo no me declaro fiel seguidor de ninguna)

Te puedo poner un ejemplo rápido. Yo puedo pensar que necesito que mis jugadores lancen con potencia y precisión., y para eso voy a necesitar que mejoren mucho su capacidad mecánica.

Seguramente, la mejor forma de abordar esto en bruto es con ejercicios muy analíticos, que pueden llegar a estar bastante alejados del juego real. Pero solo con estos ejercicios no los voy a convertir en buenos lanzadores.

Me has oído decir siempre que los goles se consiguen con las manos, pero el derecho a lanzar se logra con los pies. Es decir, necesitamos jugadores que, más allá de la potencia y la precisión que puedan generar, se sepan mover en un campo minado, con oponentes y compañeros, y que en la ejecución misma del lanzamiento sean capaces de adaptarse a las situaciones del momento, que casi nunca coinciden con las circunstancias ideales que se trabajaron en los modelos clásicos que aprendieron como base. Y para esto si que voy a necesitar ejercicios que progresivamente les acerquen a estas situaciones de incertidumbre.

¿Cuánto de lo uno y cuánto de lo otro?

Querido Zapa, entrenar es un arte, no una ciencia exacta.

Vas a pintar un cuadro, y cuando te pones frente al lienzo seguro que tienes un proyecto en la cabeza, pero no sabes cómo vas a diseñar la perspectiva, ni como vas a tratar la luz, ni cómo vas a mezclar los colores. El camino y la evolución del cuadro te van dando ideas.

Por eso me apasiona nuestro oficio.

Me encanta, Toni, cuando citas con agrado las amistades que se fueron generando en las actividades de detección de talentos. A estás alturas de la vida valoro casi más ese aspecto social, que ha hecho que tengamos un balonmano más amable y más colaborador, que los logros meramente técnicos, aunque son muchos e importantes los que conseguisteis.

En esa lluvia de medallas en todas las categorías, que ha tenido en las últimas décadas el balonmano español, habéis tenido una importancia decisiva.

No podría decirte, sin consultar datos, cuántos jugadores y jugadoras medallistas, pasaron por las concentraciones donde seleccionabais, valorabais y sentabais las primeras bases del trabajo, pero sí me atrevería a afirmar que una inmensa mayoría, los primeros pasos en los Equipos Nacionales los dieron de vuestra mano.

El problema del tiempo de juego lleva siendo recurrente desde hace muchos años ¿poner un tiempo fijo? (como en el basket) ¿seguir con la idea del juego pasivo como límite?

La verdad es que no tengo una idea muy formada

Lo de poner un tiempo fijo se ensayó durante un tiempo en la Unión Soviética, pero luego no se llegó a sustanciar a nivel internacional. En cualquier caso, si se volviera a intentar, se tendría que matizar mucho la Regla 8 (comportamiento con el contrario) y la aplicación de las sanciones disciplinarias, porque si no, seguro que derivaba en situaciones que no beneficiarían la limpieza y la fluidez del juego.

Tal como está ahora, es verdad que deja bastante discrecionalidad a los árbitros, pero creo que la señal de advertencia y el límite de pases a partir de esta, uniforman bastante la aplicación del juego pasivo.

Aunque no estoy muy al tanto, he oído que se habla de reducir los pases permitidos a partir de la señal de 6 a 4. Sinceramente, creo que cuatro son demasiado pocos pases, no da tiempo en muchas ocasiones a armar nada. Si piensan en reducirlos, yo preferiría que lo dejaran en cinco.

Para ti, lo que se decida va a ser transcendente en tu tránsito por las competiciones de máximo nivel. Sé que, decidan lo que decidan, tu adaptación será óptima. Hemos hablado mucho y también he escuchado con atención muchas de tus conferencias y no tengo la menor duda de que, igual que me hiciste reflexionar a mí, harás adaptarse a los jugadores que dirijas a cualquier escenario.

Estoy de acuerdo contigo, Javi, lo importante es lo que queda de forma permanente y, para mí, la amistad es un tesoro incalculable y eterno.

Un tesoro que me habéis regalado todos vosotros. Y digo que me habéis regalado porque la amistad no se conquista luchando, sino que se va posando como lluvia fina, que solo cae cuando la otra persona se empieza a abrir libremente, solo se recibe por generosidad de los que se relacionan contigo.

En los videos de esta entrevista percibo un esquema común: habláis bien de mí y luego me hacéis una pregunta amable. Así que yo, tan contento.

No obstante, en esta respuesta voy a alterar un poco el esquema de las repuestas a otros amigos, me voy a dedicar a hacer justicia y hablar de ti como te mereces.

Javi: eres un genio. Lo has sido desde pequeño. Decían algunos – siempre hay gente que trata de buscar tres pies al gato – que estabas en el CITD (centro de alto rendimiento para niños) porque eras el hijo del alcalde de Alcalá. Otros apreciaban la “chispa” que tenías en el juego, pero con tu aspecto aniñado, pensaban que físicamente no eras gran cosa.

Eres licenciado en Educación Física y Entrenador Nacional de Balonmano, por lo tanto me vas a comprender bien.

En la detección de talentos en niños hay una norma que se suele aplicar: se buscan jugadores que tengan cualidades que, siendo importantes para el rendimiento, mejoren difícilmente con el entrenamiento. Estas cualidades pueden estar relacionadas con aspectos biomédicos, con aspectos psicológicos, con las cualidades físicas básicas o con cualidades específicas para el desarrollo del juego.

Pues bien, salvo la estatura (no eres una persona excesivamente alta) eras (y eres) excepcional en todo lo demás. La gente no sabe que tenías las mejores marcas en velocidad o fuerza, y de lo demás ni hablamos. Para algunos, solo seguías siendo el hijo del alcalde.

Has jugado, ya de mayor, a un nivel poco habitual pero, aún así, pienso que no tuviste toda la suerte que te merecías. Para mi eres uno de los jugadores que he visto en mi vida con más potencial.

Y no lo digo con pasión de entrenador. Creo que en general soy bastante objetivo, además, como yo piensa mucha gente que te conoce.

Pero admiro aún más tu posición en la vida. Tu lucha por tu familia, tu esfuerzo por titularte y seguir progresando y… tu actividad como “actor de películas para adultos”, broma que te he copiado y me ha proporcionado éxitos notables en las reuniones con todos esos amigos, que tu conociste, y que tocaban la guitarra conmigo (que es la pregunta que me haces).

Ya he dicho varias veces en esta entrevista que ya no toco nada, pero si tú me lo pides, llamamos a Oleg y le decimos a mi amigo Benjamín (que ya tiene 87 años, pero está como una rosa) que se vuelva a subir al escenario para que cante “una mexicana triste” que diría uno de los mejores jugadores rusos que pasaron por España… y el más sabio.

En todas partes hay estereotipos sobre las personas: los escoceses son avaros, los japoneses trabajadores y con sentido del honor, etc.

En el balonmano español de los años 90, también había ideas estereotipadas sobre las diferentes formas de jugar al balonmano. En general se veía a los balcánicos como muy creativos y el juego ruso como muy estructurado.

Eso hacía que muchos pensaran en los jugadores rusos como fuertes y disciplinados pero no tan creativos.

Yo no pensaba así, sino todo lo contrario, de hecho sigo pensando que los jugadores con mejor formación sistemática que he visto, son los rusos de esa época. Y tengo razones para apoyar lo que digo.

Muchos colegas me han sermoneado reprochándome esa opinión mía, como si fuese una manía y lo que opinaban ellos una evidencia. Sin embargo, sigo pensando que si hubiese un entrenador al que darle el “Premio Nobel del Balonmano”, yo votaría por Spartak Mironovich.

Admiraba, no ya su capacidad táctica colectiva – que también – pero sobre todo la capacidad de formar jugadores de una creatividad admirable. Y no solo él, paralelamente, esa forma de entrenar a mi me parecía que se había convertido en una característica de la escuela rusa y entrenadores como, Donner, con el que trabajaste en Astrakán, eran una auténtica máquina de formar buenos jugadores. Posteriormente pude compartir con él en Portugal y comprobar la calidad de su propuesta.

Yo había trabajado con algunos jugadores rusos en Guadalajara, no tenían ni el nombre ni la calidad de los que vinisteis luego a Alcalá, pero lo que veía en la pista confirmaba lo que pensaba sobre su excelente formación.

Estoy seguro de representar a todos los jugadores españoles del Juventud Alcalá si digo que ellos os admiraban y les ayudasteis mucho en su progresión, pero creo que no me equivoco si te digo que el más valorado de los tres que llegasteis juntos eras tú, como jugador, pero también como persona.

Me pides que nombre al mejor de mis alumnos y no lo puedo hacer. No por temor a disgustar a unos o a otros, sino porque nunca me gustó poner a los jugadores en fila, ordenados por su valor.

Esas cosas están bien para la prensa, pero los jugadores son incomparables, porque un ser humano siempre es polifacético y, aunque nos refiramos solo a las capacidades de juego, todos presentan aspectos donde destacan y otros menos eficaces.

Intuyo en quién estás pensando cuando me haces esa pregunta, pero no voy a hablar de otros que no seas tú. A ti no te podría poner en la lista, porque cuando trabajaste conmigo no eras un alumno, ya eras un maestro.

Pues sí, Edu, estoy respondiendo tus preguntas y van a ser las últimas, porque es el último video que me llegó.

La culpa de que más que una entrevista esto haya sido una lluvia de flores es de Óscar, que ha seleccionado a la gente idónea para que todo fuera amable. Pero entiendo que también habrán otras opiniones, es ley de vida.

Tú esto lo comprendes, porque eres el hombre más equilibrado que he visto en mi vida: todos las decisiones que has ido tomando en tu carrera deportiva han sido excelentes y en el momento oportuno, no es fácil acertar tanto, pero a los que te conocemos no nos sorprende, sabemos que no es casualidad.

Has llegado al estatus de figura internacional desde la tranquilidad, la modestia en el trato y la determinación en el trabajo.

Nunca subiste la barbilla pero nunca agachaste la cabeza cuando las cosas no te favorecieron.

Dice Lucía, mi mujer, que eres el yerno que querría cualquier madre para su hija y yo me quedo pensando que, probablemente, el padre de la chica también estaría de acuerdo.

Esto suena a formalidad, seriedad y, en el fondo, aburrimiento, pero no, no se confundan, Gurbi es el tipo más divertido que uno se puede echar a la cara.

Por eso empieza, con un poco de retranca, preguntándome por mi gusto por un determinado combinado alcohólico (no se lo ha inventado, cuando bebía, bebía moderadamente, pero eso) aunque el tiempo pasa y la salud hace que uno tome precauciones, hace más de diez años que no bebo, ni siquiera cuando celebro algo.

En el fondo, ha supuesto una frustración para mí. Tenía la idea de que algunas idioteces que decía eran debidas a haber bebido un poco, y eso me disculpaba ante mí mismo. Ahora he comprobado que sigo metiendo la pata… ¡¡y me he quedado sin excusa!!

Respecto a la segunda pregunta, te diré que, aunque ahora doy muchos cursos de formación de entrenadores y escribo algunos artículos, lo que me sigue apasionando es el trabajo en la pista, aunque supongo que difícilmente se darán las condiciones para volver a eso. En cualquier caso, tú ya estás en otros vuelos, que son los que conquistaste merecidamente.

Y para terminar, os dejamos las reflexiones finales de todo este pequeño gran proyecto que nos deja el propio Manolo Laguna…

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