Entrevista a JUAN FCO. MUÑOZ MELO - BalonmanoVeteranos.com

La verdad es que a veces te conocen por la calle y por supuesto que te halaga, y sobre todo cuando dicen que disfrutaron mucho viendo el balonmano en aquella época.

Respecto a que el buen aficionado te recuerde, significa un premio a todo el sacrificio que hubo que hacer en aquellos años.

Bueno, la valoración no la tendría que hacer yo, para eso están los periodistas y entendidos en la materia. Sí que cuando miras atrás te das cuenta de que has logrado muchas cosas, y sobre todo que has sido feliz haciendo un deporte del que has disfrutado muchísimo.

Yo no creo que tenga que cambiar nada. En su momento  hiciste las cosas lo mejor que pudiste o supiste. Y  es porque estabas convencido de que era lo mejor en ese momento.

Influyen muchas cosas para estar tanto tiempo en un club. Primero el compromiso siempre existe, pero creo que debe ser por las dos partes, el club y el jugador. Luego influyen los resultados y la propia dinámica del club. Ha habido veces que has deseado seguir en ese club, pero los problemas económicos han hecho que tengas que cambiar de aires.

El club balonmano Calpisa marcó mi trayectoria. Llegas a una ciudad como Alicante con 17 años y con toda la ilusión del mundo. El primer año estuve en juveniles y veías jugar al equipo de División de Honor y pensabas que al siguiente año podías estar con los “mayores”. Tuve la suerte de tener un gran entrenador como Miguel Roca, que apostaba por la gente joven, y esa fue parte de la clave del éxito.

Respecto a su desaparición, te da mucha pena, pero como he comentado anteriormente, los problemas económicos de los equipos estaban ahí, y ahí siguen estando, y provocaron que los equipos fuesen desapareciendo.

Fueron cinco temporadas, de 1980 a 1985. También fui allí porque en ese momento el entrenador era Miguel Roca y sabía cómo trabajaba. El F.C. Barcelona quería hacer un gran equipo para poder competir con clubes como el Atlético de Madrid o el Granollers, y además al irnos varios jugadores del Club Balonmano Calpisa, pues tenía un rival menos.

Lo que tenía ese club, es que ya no era un club de balonmano solamente. La estructura era diferente. Lo principal era el fútbol, si el equipo de fútbol iba bien y ganaba eso se notaba en el ambiente. Y luego estaban las secciones: balonmano, baloncesto, hockey patines, atletismo, hockey hielo,… Era totalmente diferente a lo que había vivido en el Calpisa.

La verdad es que la llegada al Teka fue para mí muy emotiva. Volvía a casa después de 12 años y suponía una ilusión muy grande, y también un gran reto porque se intentó hacer un gran equipo, y los resultados están ahí.

La desaparición del equipo lo viví con mucha pena porque la afición de Cantabria estaba con el equipo. El pabellón de la Albericia se llenaba cada partido, los aficionados estaban con el equipo, y creo que el equipo respondió a ese cariño de la afición. Es una pena que los clubes desaparezcan, pero el problema económico es decisivo en estos casos.

Bueno, era mi última temporada en el G.D. Teka, y tuve la mala suerte de romperme el ligamento cruzado cuando faltaban tres partidos para terminar la competición. No sé si hubiera seguido jugando uno o dos años más de no haberme lesionado.

Creo que hay que mirar y comparar los resultados en el momento que se obtuvieron. Entonces había grandísimas selecciones como las dos Alemanias, la URRS, Rumanía, Yugoslavia, Hungria… Creo que el 5º puesto obtenido en los Juegos Olímpicos de Moscú fue para nosotros como si hubiésemos conseguido una medalla. Y creo que aquella generación de jugadores hizo que el balonmano subiese de nivel.

Ya no sigo vinculado al balonmano. Suelo ver algunos partidos por la televisión, pero a veces es difícil verlos. Creo que el balonmano fue muy importante en los años ochenta, cuando cada semana había un partido que lo podía ver todo el mundo.

Cómo he dicho anteriormente el problema económico es un factor determinante. En aquella época venían a España grandísimos jugadores de otros países porque aquí se les pagaba mucho más que en sus países. Esa llegada de jugadores hizo que el nivel del balonmano subiese muchísimo, junto con la labor de los entrenadores que había en ese momento. No existía un solo equipo que pudiera ganar la liga, y menos sin haber perdido un solo partido en toda la competición, como ocurre ahora. Ahora los jugadores españoles, como tiene un grandísimo nivel, son los que se van a otros países porque allí van a cobrar mucho más dinero que aquí. Y eso se nota en la competición.

Al principio si que lo echaba de menos. Jugaba con los veteranos de Alicante y la verdad es que nos lo pasábamos muy bien. Pero el tiempo pasa para todos, y tu vida va cambiando. Los efectos de las lesiones no perdonan. Es un precio que tienes que pagar.

No, al menos para jugar. Uno tiene ya una edad, y las lesiones de aquella época pasan factura. Ahora es imposible que pueda jugar un partido.