Entrevista a JUAN DOMINGUEZ - BalonmanoVeteranos.comEntrevista a JUAN DOMINGUEZ - BalonmanoVeteranos.com

LigasEquiposEntrevistasReportajesNoticias Multimedia Contacto
Entrevista a JUAN DOMINGUEZ

Entrevista a JUAN DOMINGUEZ

Pese al mal tiempo de estos días en Galicia, merece la pena acercarse para hablar con nuestro protagonista de “BalonmanoVeteranos.com entrevista a…“, toda una leyenda de nuestro deporte como es Juan Dominguez.

Con un apellido ilustre de nuestro balonmano, Juan Dominguez fue un fantástico jugador y todo un referente en la década de los 90. Militó en varios de los grandes como el Atlético de Madrid, Bidasoa o sobre todo su G.D. Teka de Santander, sin olvidarnos del Teucro y Barakaldo.

Pese a coincidir en el tiempo con otros grandísimos extremos nacionales, supo hacer valer su calidad y fue 26 veces internacional absoluto disputando el Mundial de Islandia en 1996. Probablemente el adjetivo que mejor podría definir su juego era eficacia, y es que tenía una estrecha relación con el gol que le llevo a ser nombrado, en la temporada 1998-99, como máximo goleador nacional de aquella Liga ASOBAL.

Siendo un jugadorazo y militando en grandes clubes, era normal que su palmarés estuviera salpicado de grandes títulos como los de Liga, Copa del Rey, Copa Asobal, Recopa, EHF y como no, aquella mítica Copa de Europa con el Teka.

Pero de nuevo nos encontramos con un gran jugador que además tuvo la visión a largo plazo y supo sacrificarse para preparar un futuro tras el 40×20. Juan Dominguez es Licenciado en Ciencias de las Actividad Física y del Deporte y tras una etapa como entrenador, se encuentra centrado en otra de sus grandes pasiones como es la Gestión. Admirable el esfuerzo que realizó durante años compaginando entrenamientos, viajes y partidos con los libros, las clases y los exámenes.

Una vida ciertamente interesante y una persona a la que admirar por muchas razones, que nos ha regalado una entrevista fantástica para disfrutarla en un día tan poco apacible como el de hoy.

Muchas gracias Juan!!!!


TRAYECTORIA

Como Jugador
1990-92 SDTeucro
1992-93 Atlético Madrid Alcobendas
1993-96 G.D. Teka
1996-98 C.B. Cantabria
1998-99 SD Teucro
1999-03 C.D. Bidasoa
2003-04 C.B. Barakaldo

Como Entrenador
2008- 11 Adelma Sinfín
2007-08 C.B.Teka Cantabria
2004-07 C.B. Barakaldo


PALMARÉS

Como Jugador
Copa de Europa
Campeón del Mundo de Clubes
Liga Asobal
Copa del Rey
2 Copas Asobal
Recopa de Europa
Copa EHF

Preguntas

Natural de Pontevedra, tierra de mucho balonmano, ¿cómo recuerdas tus inicios en nuestro deporte? ¿Por qué balonmano y no cualquier otra disciplina donde también habrías triunfado dadas tus fantásticas cualidades físicas?

Pues básicamente, porque en mi casa se respiraba deporte y sobre todo, balonmano y tenis. Mi padre fue un mítico capitán del Teucro y nos entrenaba ya desde muy pequeños. Recuerdo que íbamos con mi madre a verle al actual Pabellón Municipal de Pontevedra. Jugueteábamos con los hijos de otros jugadores y de vez en cuando nos metíamos entre las piernas de los espectadores para poder ver alguna jugada en la que le público se ponía de pie.

Como dices, era todo un espectáculo el ambiente balonmanístico que había los domingos por la mañana en Pontevedra y el que yo viví cuando empecé debuté con el primer equipo siendo juvenil.

Cuando fui creciendo, en el Colegio Atlántico, uno de los de más tradición balonmanística de la ciudad, me entrenó Paulino Martín, exigente profesor de Historia y “ gran culpable” de la afición de muchos de los que jugábamos en esa época.

En el cole, jugaba en la categoría de mi hermano Ricardo, que despuntaba en todos los deportes y que, para mi suerte, en infantiles, se decantó por el tenis, momento en el que tomé su relevo en el equipo, sin ser muy consciente.

Debo decir, que tenía en casa también, los referentes de mis otros hermanos mayores, Vicente y Quique, el primero también dedicado al arbitraje y el segundo que acabaría dándome la alternativa en el equipo de ASOBAL.

Sin duda, cuando el ambiente familiar y el entorno proporcionan tantos estímulos positivos hacia un deporte, no es difícil que acabemos siendo apasionados del mismo, llegando a ser mi  profesión.

Un total de 14 años como jugador profesional. ¿Cómo definirías cada uno de los clubes en los que has estado?

SD TEUCRO: Pues un estilo a lo que hoy en día se conoce como el sentimiento Atlético de Madrid… un club representante de la ciudad donde has nacido, donde ha jugado mi padre, mi hermano y mi primo Coté (otro referente deportivo de mi infancia)…

El Teucro y el Cisne son los dos grandes clubes de Pontevedra.. algo que alimentaba una sana rivalidad y que contribuía a incrementar la afición por el balonmano.

En ese momento, el Teucro era el club que estaba en mayor categoría y el Cisne aportaba un gran trabajo de cantera y social.. hoy en día, están ambos en División de Honor Plata.

AT. MADRID ALCOBENDAS: Para mi fue la ventana al mundo profesional. No podía ser mejor club y mejor plantilla. Una combinación en la que llevaban el peso, por un lado las “vacas sagradas” (dicho con gran cariño y mucha admiración), todos ellos plagados de internacionalidades, como Juanqui Román, Chechu Fernandez, Velo Rajic, o Igor Vasiliev, también Tito Urdiales, que llegaba de los JJOO de Barcelona… vaya máquina!!… otro veterano como Santi González en la portería y por otro un buen grupo de jóvenes, muchos ya con  internacionales juniors y que teníamos muchas ganas de hacernos un hueco, en unas plantillas donde no era tan accesible para un joven meter la cabeza, como opino que lo es ahora…. , Ahí estaba el “flamante” Joaquín Zafra, no solo un jugador con un brazo asombroso sino el mejor Cicerón para conocer de Madrid,  los jovencísimos Joseja Hombrados , Juan Rentero, Nacho, Ramón…

Lo dicho, una plantilla excepcional para los jóvenes que nos queríamos subir al carro. Además teníamos un entrenador fantástico, Paco Parrilla, también extremo izquierdo, y a Ángel Linaje como segundo, para estar encima de los jóvenes y exprimirnos un poco más… todo un lujo en un Club, que a pesar de estar en horas bajas y haberse desplazado a Alcobendas, mantenía muchas cualidades de GRAN CLUB. Recuerdo, como anécdota, herencia del club de fútbol, que me sorprendió enormemente que existiera la figura del utillero, que te preparaba la ropa lavada y planchada en el vestuario el día del partido (calzoncillos incluidos!!!),, y esto es algo que todos los que estamos en este mundo sabemos que no es habitual…

Otro referente especial a mi llegada a Madrid, fue Chus Amigo, también internacional y otro “mítico” que me ayudó personal y deportivamente a introducirme en el equipo y el la ciudad. Una de esas personas, con las que además de compartir el presto de extremo, compartes algo más…. Gracias Chus!!!

TEKA: Puff!! Si en en el Atleti estaba en modo “esponja” aprendiendo cada minuto, en le Teka tuve que hacer horas extras para que no se notase “el parche”….

Era como un regalo llegar a un equipo con todos esos cracks: Javi Cabanas, Juanito Melo, Mats Olsson, Talant Dujshebaev, Mihail Yakimovich, Luisón García, Chechu Villaldea, Xabier Mikel Recondo, Mateo, Juri Nesterov (fichado sólo para jugar la Copa de Europa)… ese año nos incorporamos Tito Urdiales, Joseja Hombrados y yo procedentes del Atlético. La primera temporada en Santander pasaron muchas cosas y rapidísimo, incluyendo el cambio de entrenador en mitad de temporada, donde Javier García Cuesta fué sustituido por Julián Ruiz.

El G.D. TEKA, como club  nacido en la propia empresa, acababa de marcar una era en el mundo del ciclismo, y su presidente D. José Casuso y Jose Antonio Revilla, su gerente, se habían propuesto hacerlo también en el balonmano, y quedó demostrado, que sabían cómo hacerlo.

Y creo que tuve la fortuna y la oportunidad de incorporarme a este proyecto en el momento de su culminación, en la temporada 93-94 en la que conseguimos los títulos de Liga y de Copa de Europa….algo que no se volvería a repetir.

Luego fueron llegando grandes jugadores como Jovanovic, Jaume Fort , Yukov,  Kislelev  o  Salvita Esquer y Gustavo Alonso, con quienes sigo teniendo una gran amistad.

Además el ambiente en Santander, en esa época era espectacular. Acababa de haber dos equipo en la División de Honor, el Teka y el Clubasa, y en los coles se practicaba balonmano en los recreos… el pabellón de la Albericia estaba siempre lleno y venía gente de toda Cantabria a vernos…. cada partido era una fiesta, con la Peña de los Boinas y después La Pera animando desde el primer minuto… íbamos en volandas.

BIDASOA: Otro club con una estructura y medios por encima de lo que es habitual en nuestro deporte. Una afición y un pueblo volcado con el equipo. Para mí, fueron unos años fantásticos donde creo que estaba en mi mejor momento deportivo, con el equilibrio entre experiencia y condición física, que en nuestro deporte suele rondar los 26 – 28 años.

Me quedo con la gente fantástica deportivamente y personalmente, como los hermanos  Aguinagalde, Nachito Vico, Javi Barreto, Ibón Embil, Unai Arrieta, Julio Fis, Cazal, Aitor Etxaburu, David Rodriguez… pero también con todo el entorno del club, los del Peña Bidasoa, los de la Sociedad gastronómica, vaya momentazos tras los partidos con Javi, el carnicero… un kilo de chuleta por cada gol de Julen…. y es que la cultura gastronómica allí estaba por encima de todo… También recuerdo el enorme esfuerzo de toda la directiva con Javier Sema a la cabeza , para recuperar los momentos de gloria del club.

Creo que es especial la manera de vivir el balonmano en Irún, y los jugadores que hemos pasado por el club lo admiramos…

BARAKALDO: El Barakaldo ha sido un equipo especial en mi carrera… el más modesto de todos y tal vez por ello, el más familiar… Creo que esta situación, no todos los jugadores la supimos valorar en su justa medida y, en mi modesta opinión, una de las causas por las que está en la situación actual.

Aquí conocí el tandem Chandro – Champi, que ponían al servicio del club cada minuto de su tiempo y a los que admiro y agradezco tanto, que me convencieron para colgar la camiseta y coger la alternativa como entrenador, ya que mis planes, al finalizar la temporada, eran dar el salto como jugador al extranjero.

Obviamente tu paso por el Grupo Deportivo Teka resulta especialmente significativo por los títulos cosechados y también por la categoría de los compañeros de vestuario. ¿Cuál de todos ellos te sorprendió especialmente por su calidad física o técnica? ¿Cómo era la convivencia en un vestuario con tanta estrella?

Bueno, creo que la elección era muy complicada…  cada día escogía uno en el que fijarme… la raza de Chechu Villadea, la condicion Fisica y técnica y la profesionalidad de Mats Olson, la muñequita de Tito Urdiales (solo para verla… era consciente de que mis fuertes eran otros) la calidad de Javi Cabanas,  de Luisón, el carisma y la competitividad de Talant, el  amor propio de mi compañero de puesto Rodrigo Reñones… daba igual donde mirases que algo podías aprender.

Pero si alguien me parecía una ”bestia” que podía hacer todo lo que quería en el campo, cuando quería, ese era Mihail Yakimovic. “Miguel” tenía la facilidad de fintar al mejor defensor cuando y como quería, de lanzar por encima de su cabeza midiese lo que midiese, de meter gol por donde se lo propusiera, de correr más que cualquier extremo… solo tenía que decidir hacerlo o que alguien le hubiese enfadado. Sin embargo tenía un carácter tranquilo, de no darse importancia, incluso de esperar al momento crítico para resolver partidos y situaciones que el resto no podíamos permitirnos… sencillamente un portento y una garantía para cualquier equipo del mundo en esa época.

Tu palmarés tiene muchos y muy distintos títulos, desde Liga a Copas, Recopas, EHF, Copa de Europa… ¿Qué título recuerdas como el más complicado? ¿Alguno tiene alguna significación especial para ti? ¿Qué valor le diste a esa gesta que supuso la Copa de Europa del 94?

Pues, contrariamente a lo que pueda parecer, la Copa de Europa del 94, dada mi juventud y todas las cosa que estaba aprendiendo con mi llegada a Santander, la viví como uno de los títulos más sencillo de conseguir. Obviamente hoy no lo pienso así, sino todo lo contrario, pero entonces no fui consciente de todo lo que había detrás de la confección de esa plantilla a la acababa de incorporarme y todo el camino que había recorrido el club para llegar a ese momento culminante.

Yo bastante tenía con la vorágine de viajar, jugar partidos sábados y miércoles, ir a Madrid al INEF a realizar exámenes cuando podía etc… eso si que era todo un reto semana a semana, y cuando llegó el final de la temporada, estábamos en el balcón del Ayuntamiento celebrando los títulos de Liga y Copa de Europa… una pasada!!

Sin embargo, otros objetivos, otra metas menores, como la clasificación para la Copa del Rey con el Teucro en mi segunda etapa en el club, o cuando con el Bidasoa llegamos a semifinales de Recopa, son clasificaciones de las que tengo la sensación de que han costado más, dadas las dificultades  o las circunstancias que rodeaban a nuestras plantillas.

Máximo goleador en la temporada 1998-99 militando en la SD Teucro. ¿Cómo te definirías como extremo? ¿Cómo fue tu relación con el gol durante toda tu trayectoria? 

Bueno, no me gusta mucho definirme, pero creo, que  a diferencia de la mayoría de los cracks con los que he compartido vestuario en los clubes o en la selección, considero que he sido un jugador de “pico y pala” y más físico que técnico… como muchos amigos me dicen… “para técnicos y habilidosos  ya están tus hermanos”.

Mi respuesta era que lo importante era que el portero recogiese el balón de la red… ese era mi punto fuerte, creo que era efectivo y hacía lo fácil: unos cuantos contraataques, las que llegaban al extremo , un par de circulaciones por detrás de la defensa y algún lanzamiento en circulación desde 9 metros (sobre todo en mi primera etapa), incluso los últimos años, en Bidasoa y en Teucro  lanzaba los penaltis… que, por cierto,  tampoco eran de habilidad.

En cuanto al año de máximo goleador, fue en mi segunda etapa en el Teucro, recién llegado del C.B. Cantabria y con la misión de pasar a ser “cabeza de ratón”… para eso era muy bueno el mago Modesto Augusto, que sabía cómo tocar la tecla en cada momento… Ahí estábamos Rafa Dasilva y yo, sacando el brazo a paseo sin conocimiento… un año fantástico, con Javi Diaz sacando contraataques a la mano y Fran González poniéndolas en bandeja… un chollo que acabó con Rafa y yo como máximos goleadores de la liga… muy divertido!!

Vitales suelen ser los referentes cuando uno está en periodo de formación. ¿Quiénes fueron los grandes extremos que te impactaron e impresionaron durante tu juventud? ¿Cuáles definirías como los mejores extremos mundiales de los últimos 15 años?

La verdad es que no soy muy mitómano, pero sí que he tenido gente muy determinante en mi carrera como jugador. Desde mi padre y mi hermano Quique, pasando por Chus Amigo, tener a Paco Parrilla y a Julián Ruiz como entrenadores a los 18 y 19 años, hacer pareja con Tito Urdiales, con Nacho Vico son cosas que sin duda me han aportado mucho.

Y hay otros extremos con los que he jugado que me parecen muy grandes y con los que me motivaba enfrentarme, como Valery Gopin, Irfran Ismailvich, Piere Thorson, Filipov, Nichoay Jacobsen, Binselman, Bilal Suman, Memic… no me gusta comparar, pero España también estaba Samuel Trives, Jordi Fernández, A.C. Ortega, Óscar Mainer, Otero, o Fernando Barbeito… no sigo, pero, la verdad es que me fijaba más en los zurdos, porque era con los que tenía que “pegarme”.

Te has enfrentado a grandísimos porteros durante toda tu etapa. ¿Qué porteros fueron especialmente complicados para ti? ¿Quiénes fueron tus “bestias negras? Por el contrario, ¿qué grandes porteros se te dieron especialmente bien sin razón especial?

Bueno, de los porteros que se me daban bien no me acuerdo mucho, pero sí de algunos que se me atragantaron más veces de la cuenta, incluso de alguno te podría decir el partido y donde me las paraban… como David Barrufet, Tomas Svensson, Peter Norckic, Biro, o mis grandes amigos Joseja con Ademar o Ciudad Real o Mats Olsson con Suecia en el Mundial de Islandia 95. No sigo pensando, porque empiezan a salir demasiado nombres…

Las lesiones son una parte amarga que rara vez evita un jugador. ¿Cómo fue tu relación con las lesiones? ¿Cuál fue la más grave y que conseguiste aprender de todas ellas?

Pues mira, en esto he sido muy afortunado.

Bien por genética o porque he sido de los que se cuidaba bastante, puedo decir que, hasta la fecha, no he tenido ninguna lesión grave ni operación alguna (aparte de la operación apendicitis en cadetes).

Aunque si recuerdo, en la temporada 95-96 que tuve un distensión del ligamento lateral de la rodilla izquierda, que me tuvo más de un mes parado y me supuso no entrar en la siguiente convocatoria de la selección cuando estábamos preparando los JJOO de Atlanta. Esa la recuerdo bien, porque coincidió con el final de mi etapa internacional.

En 2004 pones fin a tu etapa como jugador, y como ejemplo que eres tanto como deportista como persona, eres Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte porque hay vida después de jugar. ¿Qué tipo de futuro fuiste preparando para cuando decidiera dejar el 40×20? ¿Cómo de importante es saber aprovechar el tiempo e invertir en tu futuro a largo plazo cuando estás jugando, ahora que nos leen también los jóvenes?

Una de las cosas que siempre he tenido clara como jugador, es que era un privilegio poder poder hacer lo que más te gustaba, que te divertías mucho, la gente te quería, viajabas y además te pagaban por ello…

¿Que más se podía pedir? Pues algo había que sacrificarse para que cuando se acabase ese privilegio, poder volver a la vida del “resto de los mortales” con la mejor formación posible. Y eso mis padres, mis abuelos y mis tías se encargaban de recordármelo en cada visita. Por eso cuando me fui a Madrid con 18 añitos, en mi maleta, además de mi ropa de deporte, mis rodilleras y mi chaleco talismán,  no faltaron mis libros y además, una de las condiciones de mi contrato con el Atlético de Madrid era que el Club me consiguiese una  plaza en un colegio mayor, para así no perder el ambiente universitario y poder compaginar los estudios con lo que podría ser mi nueva profesión.

Así fue durante toda mi carrera deportiva… seguir estudiando cuatro o cinco asignaturas por año, ya que desde que me fui de Madrid nunca jugué en el misma ciudad donde tenía la Facultad, aunque fui cambiando el expediente para estar lo más cerca posible. Así me saqué primero la Licenciatura, después el Doctorado y ya cuando era entrenador el Master. de Gestión Deportiva.

Ese esfuerzo es el que me está dando sus frutos hoy, 15 años después de haber dejado de jugar. Pero hay anécdotas curiosas sobre esta tema que sorprenden a algunos, como estar estudiando Fisiología, durante 4 horas muertas, en un cinta transportadora en el Aeropuerto de Zurich con Chechu Fernández y Miguel Ángel Díaz que hacía Empresariales, en la etapa del Teka, mientras el resto del equipo jugaba a las cartas o se relajaba. O que, en varias ocasiones, tuve  que coger el coche después del entrenamiento, a las 11 de la noche, y de manera “clandestina” para hacer exámenes en Madrid a las 8 de la mañana,  y volver nada más terminar el examen a Santander para llegar justo al entrenamiento de la tarde, y sin que se notase la paliza que me había metido… lo dicho, para mi !Todo ha merecido la pena!

Tuviste también tu etapa como entrenador entre 2004 y 2011 entrenando a Barakaldo, Cantabria y Sinfín. ¿Cuánto de lo que aprendiste como jugador te sirvió luego como entrenador? ¿Haber estado en ambos lados permite entender mejor las reacciones de unos y otros? ¿Por qué a partir de 2011 dejas de entrenar?

Sin duda que la experiencia de jugador y todos buenos entrenadores que he tenido ayudan mucho!  Aunque, una de las cosas que siempre había pensado como jugador, era que nunca sería entrenador… pero el Gran Champi me convenció y empecé a entrenar en Barakaldo con 32 años.

Fueron años duros en División de Honor B, para intentar implantar un modelo de trabajo más profesionalizado, pero una etapa muy enriquecedora, tanto a nivel de entrenador como de experiencia en la gestión, colaborando con Chandro en la dirección deportiva.

Fui evolucionando como entrenador y disfrutando cada vez más, porque al principio, adoptas  modelos por imitación y poco a poco afianzas tu personalidad en tu estilo de dirección y eso ese punto es con el que más disfrutas, porque como líder, conectas y enganchas a tus jugadores. Además, pude contar con la experiencia y asesoramiento de Pedro García el primera año y Carmelo Uriarte después, como segundos entrenadores, que me proporcionaron el equilibro y el apoyo necesario  para conseguir un banquillo eficaz.

Curiosamente, aunque inicialmente marcaba mucho la distancia con mis jugadores, con el tiempo acabé siendo más cercano y obteniendo más rendimiento juntos.

Después llegó la oportunidad de entrenar al C.B. Cantabria, en un momento delicado para el club, pero un reto muy atractivo para mí, sobre todo por ser en Santander. A pesar de todas las dificultades económicas y de otra índole, conseguimos  salvar la temporada deportiva en casa del Ademar de León y el último segundo.  Inolvidable recuerdo, en un año de mucho sacrificio y gran unión de toda la plantilla, que culminó con la decepción de la desaparición del club en agosto y muchos de los componentes de la plantilla sin un “Plan B”.

Fue entonces cuando me puse a estudiar el Máster de Gestión en Madrid y en Diciembre llegó la llamada de Lon y Servando para proponerme la aventura del Sinfin, con el sueño de afianzarse en División de Honor B. Estos son otros, a los que es difícil decirles que no, así que me embarqué en este otro reto, que era sentar las bases del club, que estaba llamado a ocupar el hueco que existía, en ese momento, en el balonmano de élite en Santander.

Finalmente, cuando comenzaba mi tercera temporada en el Sinfin, en Octubre de 2011, me llegó la llamada para dirigir el Instituto Municipal de Deportes de Santander, y la oportunidad de poder desarrollarme en mi otra pasión, la Gestión Deportiva. Otro mundo nuevo, en el que fue muy valiosa también la experiencia dirigiendo banquillos.

Imaginamos que seguirás la actualidad de La Liga Asobal. ¿Cómo resumirías el devenir de nuestra competición desde los años 90 en los que empezaste, hasta nuestros días? ¿Por qué el balonmano, pese a ser el mejor deporte del mundo y haber conseguido infinidad de títulos internacionales tanto a nivel de clubes como de selección, no tiene una masa de aficionados realmente grande? 

Bueno, se ha hablado mucho de la situación actual y de que el tiempo pasado fue mejor… Yo creo que hay cosas mejores y peores.

Lógicamente el balonmano mundial ha evolucionado, y este proceso, los grandes entrenadores españoles han sido determinantes. Creo que la parte menos bonita de esto es globalización actual del juego. Para mí, sinceramente, pierde cierto atractivo que tácticamente casi todas las selecciones nacionales jueguen a lo mismo…

Por otro lado, creo que la Federación Española está haciendo un trabajo excepcional, por un lado, por liderarla a nivel técnico el gran Jordi Ribera, y por otro, por la dimensión actual en cuanto a la visibilidad, el trabajo de promoción de base y presencia internacional de nuestro deporte. Creo que esta proyección interna y externa era una de las grandes carencias años atrás…

La liga femenina, con Iberdrola tiene un gran aliado, como gran parte del deporte femenino. Y tenemos que agradecer todo lo que este estratégico patrocinio está ayudando a las diferentes federaciones deportivas.

En cuanto a la Liga ASOBAL actual, es una pena y un gran handicap para el Barca, la diferencia con el resto de los equipos, lo cual resta aliciente a todas las competiciones nacionales. Pero, por otro lado, el hecho de que no estén actualmente los mejores extranjeros en nuestra liga, como sucedía antes, tiene la parte buena, y es que los jóvenes tienen más oportunidades para competir en la máxima categoría. Esto se notará sin duda en nuestras selecciones Juniors, donde habrá bastantes  jugadores que ya están teniendo, cada semana, mucha responsabilidad en sus clubes de origen.

Por otro lado, es  preocupante que nuestros mejores jugadores y jugadoras tengan que emigrar a otras ligas para poder tener contratos profesionales que antes teníamos en nuestra liga.

Tratando de ser optimistas y pensando que hay soluciones para mejorar la realidad de nuestro balonmano, ¿qué cosas crees que se podrían hacer para que la gente fuera a los pabellones a ver los partidos, las empresas decidieran apostar por nuestro deporte, y los medios de comunicación le dieran cabida y protagonismo?

Sinceramente creo que somos una sociedad enormemente influenciable y consumimos aquello que se nos vende bien. El problema es que en España llevamos muchos años en los que sólo se nos ha vendido el fútbol, y con mucho éxito.

Por otro lado, para conocer, practicar o consumir otro deporte, tiene que existir alguna relación escolar, familiar o similar que provoque esa afición. Pero la riqueza y belleza de nuestro deporte hace que cuando se produce esta circunstancia en un porcentaje muy alto, los niños, los padres, las familias acaban enganchándose. Esto, no solo sucede con el balonmano, sino con otros deportes más minoritarios y que tienen que luchar más por conseguir cada licencia.

Por tanto, y reconociendo las enormes dificultades existentes, creo que, a pesar de no ser los mejores momentos para las competiciones nacionales, la imagen de nuestro deporte se está trabajando muy bien y ha mejorado notablemente en los últimos años., por lo que poco a poco iremos recogiendo estos frutos, incrementándose el número de aficionados en las pistas.

Pero no somos alemanes, ni nórdicos que animan todo el partido, creo que el modelo a seguir es el francés y se pueden volver a llenar los pabellones.

Copyright 2019 - BalonmanoVeteranos.com. - Powered by jmmunozsantos.es