¿Cuántos sueños, de los que tuvo aquel niño de Moguer que empezaba en el balonmano hace ya unos años, se han cumplido ya y cuántos quedan aún por cumplir?
Sinceramente, con aquella edad solo pensaba en jugar. Me divertía con mis amigos jugando al balonmano y jamás pensé que quería o que llegaría a ser profesional.