Llevas desde 2001 como jugador profesional, y con mucha cuerda por delante para seguir aún varios años más. ¿Dónde está tú secreto para seguir a tan alto nivel tantos años? ¿Fortuna, buena preparación física, ausencia de lesiones?
Bueno, hizo falta un poco de todo. La genética hizo que no tuviera grandes problemas musculares pero también tuve fortuna de no haber tenido lesiones muy serias. Luego está claro que también depende de la preparación física, a la que hay que dar muchísima importancia, y también a la alimentación. Con los años he ido cambiando eso, la preparación acondicionada cada vez mejor, cambiando la alimentación y la mente porque con 20 años o con 30 años puedes hacer algunas cosas distintas, pero con 40 hay que ser mucho más serio. He tratado de marcarme pequeños o grandes objetivos a no muy largo plazo, cosas a las que quieras llegar y me ayudasen para que seguir compitiendo al más alto nivel y para que ese esfuerzo no sea tan pesado y sea mucho más llevadero.