El maestro Veselin Vujovic, con quien coincidiste en el FC Barcelona, dijo que eras el mejor extremo del mundo… palabras muy parecidas a las que te dedica otra leyenda como Lorenzo Rico. ¿Cuánto trabajo costó llegar al nivel que tú alcanzaste durante tu carrera deportiva? ¿Dónde estuvo la clave para llegar tan alto y mantenerte tanto tiempo?
Antes que nada, agradecer muchísimo las palabras de dos de los mejores jugadores del mundo con los que coincidí en el FC Barcelona. El trabajo y la exigencia, siempre están presentes en los clubs y equipos que aspiran a ganar títulos o a superarse.
Tuve la suerte de estar en un equipo exigente en este sentido, rodeado de excelentes jugadores y con muy buenos entrenadores, tanto en el ámbito técnico, táctico y físico. Poder trabajar con los mejores día a día y enfrentarse a los mejores equipos hace que puedas mejorar y exigirte cada día para poder dar lo máximo.
En toda carrera deportiva, hay un punto de suerte, en cuanto a la posibilidad de jugar regularmente y que las lesiones te respeten. En ese sentido, evidentemente, hubo lesiones a lo largo de los dieciséis años que estuve jugando, pero no tuve ninguna que me apartara un largo periodo de tiempo.