Hemos leído en alguna ocasión que de niño no eras el más fuerte ni el más alto de tus compañeros de equipo, pero si el que mayor dedicación, empeño, tesón y entrega ponía. ¿Han sido esas las cualidades clave en tu éxito deportivo?
Creo que si. Yo empecé a jugar a balonmano en un club con mucha tradición en la antigua Yugoslavia, y muchos de los niños que se apuntaban eran más fuertes o más grandes que yo, pero lo que a mí me ha hecho tener éxito en el balonmano es la constancia, el trabajo y sobre todo la pasión y querer triunfar. Y eso ha sido así hasta los últimos días de mi carrera. He disfrutado cada entrenamiento, cada partido, y no solo de niño sino también de profesional.