Entrevista a DIEGO "CHINO" SIMONET - BalonmanoVeteranos.com

Todos los años se fue creciendo. En la época en la que mi viejo jugaba el logro era jugar contra Cuba, USA o Brasil  y poder ganar un partido de esos, o ir a jugar un Panamericano que era increíble para ellos.  La generación siguiente dio un paso más y llegaron a un Mundial. Por último la generación actual, que hemos logrado por primera vez clasificarnos para unos terceros Juegos Olímpicos y que somos los que estamos actualmente en la selección. Hemos dado un salto más para posicionarnos y hacer que todo el país pueda conocer el balonmano y conozca a los Gladiadores, que somos la selección. Cuando yo empecé y me preguntaba a que jugaba, no conocían este deporte, y ahora sí que es conocido en Argentina. Creo que es mérito de todas las generaciones y en especial de la actual que ha logrado algo que nadie había logrado que es clasificarnos por tercera vez para unos Juegos Olímpicos.

En Argentina, todo aquel al que le interese un poco los deportes sabe quiénes son los Simonet, Carou, Vieyra… Hoy en día todos los jugadores de la selección empiezan a ser conocidos. Obviamente nos hacemos conocidos por la Selección, gracias a que tuvimos buenos resultados, que nos fuimos a Europa a jugar o cosas así, y es por ello por lo que nos hemos hecho un nombre.

El problema de Argentina es que es un país recontrafutbolero, más que España incluso, y las ligas nacionales argentinas son muy bajas. La gente se interesa mucho en los deportes pero la tele solo pasa futbol, futbol, futbol y eso hace que otros deportes no puedan crecer. Falta una política deportiva que ayude a todos los deportes y que haga que las empresas apoyen los deportes amateurs. Veo a Francia como tiene ligas fuertes en todos los deportes y es una envidia tremenda.

La verdad es que no les pregunté pero sé que mucha gente les ha dicho que por qué  no hicieron alguna chica así para que llegara a la selección argentina. Pero ahí estamos mi hermano Sebas que tiene dos niñas, y yo una para ver si lo conseguimos(risas).

Creo que el juego de mis hermanos es muy parecido al mío, todos tenemos más o menos un estilo parecido. Creo que Pablito es más show, improvisador nato, lanzamiento de fuera, penetración y ahora mucha experiencia que le tiene en el mejor nivel. Creo que va a ser el momento en el que explote.

El juego de Sebas es más organizador, más de llevar bien los tiempos, transmitir calma al equipo y paciencia. Un jugador así hay que tenerlo en el central. Fue muy tirador al principio y luego más fintador.

Creo que me diferencio en muy poco, si soy sincero. Mi mayor virtud creo que es la improvisación y que no pierdo muchos balones por partido, uno o dos como mucho. Me gusta que cada jugada acabe en una situación clara de gol y que no haya pérdida tontas de balón. Quizá debería tirar un poco más porque estoy bien físicamente pero no sé muy bien que responderte (risas).

Antes de llegar a España estuve en Brasil un año y medio, y en mis vacaciones del Sao Caetano me fui a entrenar a Torrevieja. Viví con Sebas y Fede y me entrenaba con el equipo donde me usaban medio de cono (risas) y también entrenaba con los jóvenes donde podía lucir un poco más. Fue ahí cuando Manolo Laguna me dijo que me quería para la temporada próxima. Fue obviamente etapa de crecimiento, con más minutos fuera que dentro de la pista. Fue difícil aguantar estar en el banco mucho tiempo pero aprendí muchísimo.

Mis recuerdos de la etapa en Torrevieja son de entrenar mucho y jugar poco… aprender mucho eso sí, y de tener un gran entrenador y muy buena persona como es Manolo Laguna que me encantó tener y recibir sus consejos. También recuerdo haber jugado con mi hermano y Fede, que había mucha rotación en la plantilla y que había un nivel increíble donde estaba Rochel como gran central, del que aprendí mucho. Pero más que nada tenía a Sebas como un gran ejemplo.

Jugar contra grandes jugadores y grandes equipos de aquella época fue un gran aprendizaje. Había partidos imposibles donde era muy complicado poder ganar, como por ejemplo contra el Barcelona o el Ciudad Real y allí nos mandaban a los más jóvenes. Pero servían para aprender mucho y es que meter uno o dos goles ante estos equipos era increíble. Lo que más recuerdo es haber jugado contra estos equipos.

De España, la vida es muy parecida a Argentina. El español es más abierto que el francés. En España hay más salidas, más reuniones, se juntaban las mujeres antes de los partidos y había una vida más social que en Francia. También se extraña mucho la comida de España, no voy a mentir.

Sigo mucho la Liga Asobal y obviamente bajó el nivel pero no tanto como por ejemplo dicen aquí en Francia. El nivel sigue siendo muy bueno, quizá con jugadores menos conocidos, pero se juega un balonmano que a mí me gusta mucho porque es más táctico y menos de uno contra uno. Predomina la jugada y el juego en equipo y cada vez que un extranjero se enfrenta a un español se ve el nivel del balonmano español. España ahora es ejemplo de lo que se puede lograr con equipos sin tanta estrella. La liga española estaría en cuarto lugar en el mundo ahora mismo, para mí.

Francia porque nos llegó la propuesta a Sebas y a mí. Sabíamos la situación en España y Torrevieja y el proyecto además era cerca de París, en un equipo conocido como Ivry del que nos habían dicho que iban a armar un equipo para entrar en Europa aunque al final acabamos jugando por no descender aunque también jugamos una final de la Copa de Francia. Era una experiencia nueva, aprender un idioma nuevo pero como somos de aprender, lo vimos como un gran desafío muy atractivo.

Respecto a la competición francesa, Paris es el equipo más regular, con una plantilla donde entran los suplentes y son mejores que los titulares (risas) y ahí está la diferencia con el resto. No pierden un partido y se marchan al descanso todos los partidos con 5-7 goles de ventaja  y los equipos ya sacan a los suplentes en la segunda parte. Después, todos los equipos están muy igualados y en ese sentido se parece mucho a la Asobal.

La Federación y la Liga francesa han conseguido un salto de calidad, han hecho las cosas muy bien y son ejemplo de cómo hacer las cosas y llamar la atención de todos.

Fue increíble haber ganado la Champions, no solo para mi sino para todo Montpellier. También para los argentinos, que el que más cerca estuvo fue Eric Gull que se quedó en la final pero fue un gran impulsor para que saliéramos afuera y ver que se podía llegar y lograr. Lo del MVP dio más valor a lo conseguido. Yo contento de ambos premios y ver que en Argentina se retransmitieron los partidos. Eso me llena.

Para nosotros jugar con la Selección es lo máximo. Todos los jugadores somos amigos y juntarse con esa gente, con la que compartes tantas cosas es lindo. Jugar con ellos y entenderse bien es genial aunque tenemos nuestras limitaciones, por ejemplos lanzadores en grandes clubes, pero lo que nos hace fuertes es nuestra actitud y nuestras ganas, donde podemos ganar partidos a equipos europeos de más talento y talla, pero les falte actitud.

Esa rivalidad es más del futbol si bien jugamos finales contra Brasil, pero nos conocemos muchísimo, hemos jugado juntos muchas veces y somos amigos antes de los partidos. Nos podemos quedar charlando o comer juntos, así que no hay tanta rivalidad como antes donde se acababa de otra manera.

Creo que Brasil tiene más equipo, más individualidades, pero que les falta más regularidad en los torneos. Ser igual de competitivos durante todo el torneo es lo que les falta. Si logran eso, estarán ganándolo todo en América porque ellos tienen más jugadores jugando en equipos importantes de Europa, algo que nos falta a Argentina.

Todavía no me he puesto fecha, solo tengo 29 años y contrato en Montpellier hasta el 2022. El año pasado tuve un año complicado con lesiones, pero los cambios de rutinas de alimentación, de sueño y de descanso  espero que me dejen jugar durante muchos años más. Depende también del disfrute jugando, luego ya veremos lo que me depara el deporte, la vida o la familia… queda mucho para eso, tengo muchas cosas en mente pero no es algo que me inquiete en este momento.

La verdad es que mi sueño es jugar Tokio. He dejado mucho y he puesto mucho para estar ahí. Se logró clasificar y espero poder estar, y también, por qué no, volver a ganar la Champions. En Montpellier estas construyendo algo bonito, con mucho talento y muchos jóvenes y el proyecto va en la línea de poder lograrlo.