Natural de Ponte Nova (Brasil), con tan solo 20 años llegaste a España para jugar en el Bm Murcia. ¿Por qué en su día elegiste el balonmano? ¿Cómo se produce tu llegada a España? ¿Qué recuerdos tienes de aquella primera temporada siendo tan joven?
Desde jovencita fui muy activa para los deportes. Me gustaba el atletismo, el fútbol y el balonmano. Empecé en el cole y seguí jugando fútbol y balonmano al mismo tiempo. Me seleccionaron para jugar en la selección autonómica de Minas Gerais y después de que mis padres se mudaran a Río de Janeiro, seguí jugando por la autonómica de Río hasta llegar a la selección brasileña juvenil. Entonces me decidí por el balonmano y dejé el fútbol de lado. Jugué competiciones internacionales con la juvenil, y con la junior fui a mi primer mundial en verano del 2001 en Hungría. Hice un muy buen campeonato teniendo el mejor porcentaje de la competición y de allí salió la invitación de jugar en España. Volví del mundial, hablé con mis padres que siempre me han apoyado y en verano del 2002 me mudé a Murcia donde hice mi primera temporada en España. La verdad es que tengo una memoria de pez (risas) pero recuerdo que éramos un equipo de la Universidad de Murcia y yo vivía en la universidad. Para mí era todo perfecto, era todo nuevo. Las chicas y el club me acogieron muy bien y me facilitaron la vida. Es muy importante tener ese apoyo cuando sales de tu país de nacimiento tan joven y te vas al otro lado del océano. Me ayudó mucho a tener fuerzas para seguir lejos de mi familia.