Entrevista a DANI SARMIENTO - BalonmanoVeteranos.com

No te voy a mentir, al principio fue duro. Salí de casa con 17 años y creo que lo más difícil es separarte de la familia, es lo que más he echado en falta aunque tarde o temprano te adaptas. Sin duda alguna, la familia es lo que más echo de menos.

Pues la verdad que no sabría decirte si se puede apreciar en mi juego, pero sí creo que lo que me ha marcado son los diferentes entrenadores que he tenido y las experiencias vividas en los diferentes equipos. También tengo que decir que he aprendido mucho de mis compañeros de equipo ,he tenido la suerte de jugar con auténticos cracks de este deporte.

Bueno, quizá sea la pregunta más difícil. Tengo defectos y virtudes como todo el mundo pero siempre he intentado ser buena persona. Como jugador soy muy trabajador, profesional y competitivo, para lo bueno y para lo malo.

Creo que es, por supuesto, mucho trabajo pero también capacidad de adaptación. Yo no tengo un físico de 2m y 100kg así que tienes que explotar otras cosas como la velocidad y el juego sin balón.

Me encanta jugar de central y estar continuamente pensando en táctica colectiva para enfrentar a la defensa rival. Sobre el tamaño de los contrarios, me gusta jugar contra defensas grandes y fuertes, adoro los retos. También creo que tengo algo de masoquista (risas).

Para mi fue una pasada jugar en León. Tengo muy buenos recuerdos, es un sitio muy especial al que le debo mucho. Es una ciudad que respira balonmano, me acuerdo que jugábamos un partido de Champions contra el Kiel , teníamos muchos jugadores lesionados y ellos venían al completo. La gente se volcó con nosotros y una hora antes de empezar el partido ya estaba el Palacio lleno y la gente animando. Ganamos de 4 , fue una noche mágica.

Cuando llegué al Barça, al principio tenía mucho respeto. Había grandes jugadores y tenía dudas de cómo iba a encajar, pero la verdad es que los compañeros me acogieron muy bien y fue más fácil la adaptación tanto al club como a la ciudad. Pero es verdad que cada entrenamiento y cada partido eran muy exigentes.

Créeme que cuando has probado la derrota y la victoria prefieres la victoria, aunque perder forma parte del deporte como de la vida. Pero cuando ganas, que no son muchas veces, es una sensación que no te cansa.

Trabajo, trabajo y trabajo. No creo que haya otra manera. Para mí fue un privilegio jugar en un club como el Barça. Pude jugar mejor o peor, pero di el máximo siempre en cada entrenamiento y cada partido. La salida del Barça fue un poco por las dos partes, yo cada vez jugaba menos y quería jugar más, y el entrenador quería otro tipo de jugador así que me tocó cambiar.

Es una liga muy profesional. Cada año los equipos se refuerzan mejor y el nivel ha aumentado mucho las últimas temporadas. Creo que en nivel físico nos ganan por goleada. Trabajan mucho físicamente, basan mucho el juego en el 1×1, tanto en ataque como en defensa, por lo tanto es más físico que nuestro balonmano. Pero creo que no son tan ricos ni técnica ni tácticamente como nosotros. También es verdad que empiezan a fichar muchos jugadores y entrenadores extranjeros y eso les da más riqueza en este sentido.

Para mí,  jugar en la Selección es un honor, por eso cuando voy me lo tomo como si fuese la última vez e intento disfrutar al máximo cada partido y cada entrenamiento. Y  si a eso le sumas que he podido disputar grandes torneos y ganarlos… es un auténtico privilegio.

Todos los títulos son especiales para mí,  porque en todos hay mucho trabajo detrás.

No tengo obsesión por ganar ningún título pero si me gustaría una medalla olímpica.

Pues me gustaría seguir vinculado al mundo del deporte y en concreto al balonmano. No sé a qué nivel, pero siempre me ha gustado trabajar con la base.