Entrevista a CLEO DARLEUX - BalonmanoVeteranos.com

El año 2020 estuvo marcado por el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Verano. El primer encierro me fue muy bien porque disfruté de tiempo con mi familia, con mi niña que era todavía muy pequeña… tenía 4 meses en ese momento. Lo más complicado para mí fue no poder enfocarme en proyectos, ni en lo profesional en el deporte con partidos anulados, fórmulas de campeonato modificadas…, ni en mi vida personal con tema vacaciones, planificación del tiempo con mi familia…. Hoy en día, lo más duro para mí es el distanciamiento social, el no poder ser libre de ver a la familia y a los amigos cuando quiera y sin peligro para su salud.

Me gusta el trabajo de portero porque es un puesto de responsabilidad. Tenemos la capacidad de ganar un partido y es divertido. También es una posición que puede ser espectacular, con un montón de técnicas diferentes. Me encanta la competición y soy muy trabajadora, no me gusta perder, por eso también soy una buena portera.

Hay muchos modelos para mí en esta posición, la lista es larga: Philippe Médard, Bruno Martini, Thierry Omeyer, Valérie Nicolas, Djukanovic, Landin, Sterbik…  y entrenadores como Pierre Taille, Marie Christine Colignon, Sébastien Gardillou que han sido grandes motivadores.

Me encanta la acción contra Noruega en la que marco el gol en 2016. ¡Claro que me hubiera gustado ser jugador de campo en otra vida! ¡Me parece mucho más divertido que estar en la portería! También jugué en el campo cuando era más joven, hasta los 14 años. Después de esta acción, las chicas estaban eufóricas, sabían que podía hacerlo porque ya lo había hecho en los entrenamientos pero nunca en un partido oficial.

Es un puesto de responsabilidad, para la preparación el vídeo juega un papel importante. Pero también todo el trabajo físico a lo largo del año. El trabajo mental también, es importante conocerse. Es una presión que a veces no puedes manejar, pero creo que con la edad maduras. Siempre hay un poco de estrés, pero tienes que estar seguro de tus fuerzas antes del partido. Estamos acostumbrados a jugar solos en nuestra área de gol, ¡sólo podemos culparnos a nosotros mismos!

Llevo 13 años como jugadora profesional. Al principio de mi carrera no había una formación específica. Tuve la suerte de jugar siempre en clubes donde había un entrenador específico, así que siempre trabajé mucho. Creo que la diferencia también se marca en el trabajo personal que hacemos fuera del entrenamiento: en el estilo de vida, la nutrición y la salud mental. Todas las facetas que no necesariamente tenemos en cuenta.

Hago sesión de vídeo antes de cada partido, estudio a todos los jugadores del equipo contrario, suelo ver de 2 a 5 partidos dependiendo del equipo.

Le doy mucha importancia al aspecto mental del juego y creo que juega un papel muy importante en el rendimiento. También en cuanto a nutrición, cuanto mejor te sientas en tu cuerpo, mejor jugarás. Es un todo, luego hay que divertirse, y eso es lo más importante.

Los porteros que más me han inspirado: Philippe Médard porque me entrenó cuando jugaba en París, Bruno Martini porque fue el primero que vi en la televisión, Thierry Omeyer porque estuvo al máximo nivel durante muchos años y fue impresionante por sus actuaciones y su longevidad. También me gusta mucho Sterbik, y sus particulares técnicas en tiros de 6 metros, Landin también en tiros de extremo y paradas abajo.

Soy una portera explosiva, me gustan las paradas de 6 metros porque suelen ser espectaculares. Soy rápida en los tiros bajos y soy flexible para poder ocupar el espacio en esos tiros. Tengo una muy buena calidad de recuperación y eso me gusta, me gusta asumir riesgos, así que me encanta este juego rápido y me encanta correr el balón con mis compañeros. También me gusta la complementariedad con la defensa y leer lo que hacen en los tiros largos. Soy una jugadora que me gusta poner trampas a los tiradores en las extremos.

ISSY LES MOULINEAUX: Fue mi primer club como jugadora profesional. Descubrí el alto nivel y di mis primeros pasos en la selección francesa. Era un equipo homogéneo entre jóvenes y veteranas, tuvimos dos temporadas muy buenas.

METZ HANDBALL: Mis primeros títulos, mis primeros partidos en la Liga de Campeones. Era el nivel más alto, un equipo y un club muy competitivo que quiere ganar títulos.

ARVOR 29: Me fui allí para tener más tiempo de juego y ganamos el campeonato y la copa de Francia con un equipo extraordinario, mi mejor temporada y recuerdos del club.

VIBORG HK: El descubrimiento de países extranjeros, jugadores excepcionales… ganamos la Copa de Europa. Es un club que tiene un gran pasado con títulos en la liga de campeones. Es un club enorme con una gran estructura de entrenamiento, donde todo está hecho para que no tengas que pensar más que en jugar al balonmano, fue una gran experiencia.

NICE HANDBALL: Quería volver a Francia, así que fui a Niza, donde estaba el entrenador francés Sebastien Gardillou. Un regreso con un club que tenía ambiciones, en una ciudad donde se vive bien.

BREST BRETAGNE HANDBALL: Uuna vuelta a mis orígenes después de una gran temporada en el Arvor 29. Un deseo de volver a este club y a sus bellos valores. Es un club que se ha reestructurado y ha tenido ambiciones. Hoy podemos ver que han puesto los medios y el club ha evolucionado año tras año para llegar a la máxima categoría e incluso a la Liga de Campeones.

Sí, es cierto que tengo un gran palmarés. Cada club ha significado algo para mí, cada título es parte de mí, de mi vida, de mi evolución. Todo eso forma parte de mí, de mi vida, de mi evolución. Todo eso me ha hecho crecer como persona, como mujer. Creo que haré un balance al final de mi carrera porque durante mi carrera es complicado, siempre quiero más, quiero ganar todos los partidos, quiero progresar, quiero ganar títulos, eso es lo que me motiva.

El título más especial es el de campeón del mundo en 2017, porque es excepcional. Siempre he tenido modelos, ya sea en el equipo francés femenino o masculino, que son campeones del mundo, y hoy soy parte de esta hermosa historia del equipo francés, con los campeones del mundo de 2003, estoy orgulloso de ser parte de estos campeones.

Es menos a nivel internacional, pero también está el título de campeón de Francia con el Arvor 29 en 2012 porque fue emocionalmente un año maravilloso con un equipo de ensueño.

Siempre es un orgullo representar a Francia en partidos o competiciones internacionales. Siempre es una sensación especial cuando canto la Marsellesa, no siempre es la misma sensación, pero a menudo me dan escalofríos, a veces derramo una lágrima dependiendo de cómo me sienta en ese momento, según el partido y lo que esté en juego. Tengo un bonito recuerdo, aunque sea de un partido amistoso, pero una vez jugamos un partido contra Dinamarca y estábamos esperando el himno, pero no llegó. Así que empezamos a cantar el himno a capela, fue hermoso.

En mi opinión, el camino de un deportista de élite nunca es fácil. Siempre hay obstáculos, más o menos difíciles de superar. Siempre hay que ir hacia adelante y hacerlo lo mejor posible. En cuanto a las lesiones, siempre pensé que había una razón para cada una de ellas, y siempre perseveré y aproveché el momento presente para progresar en otra cosa.

Por las tres derrotas en la final, por supuesto que hay frustración al final de los partidos, pero también orgullo por haber ganado una buena medalla.

Quiero ganar la Liga de Campeones con el Brest, y los Juegos Olímpicos con la selección francesa, eso es todo lo que quiero hacer después de parar (risas), pero esos son mis objetivos.

Creo que el balonmano femenino necesita la presencia de más mujeres como entrenadoras, directoras, personal… necesitamos involucrarnos más, por lo que me gustaría aportar a mi deporte después de mi carrera, pero no he decidido en qué sector o qué misión, ¡lo que es seguro es que no seré entrenadora!