Desde que en 1996 empezaras tu andadura con el Ivesur Málaga, han pasado muchos años, muchos equipos, muchos amigos y muchas vivencias. ¿Cómo resumirías tu dilatada trayectoria como jugador?
Una experiencia y un aprendizaje de valor incalculable, de la que he disfrutado mucho a su vez y me ha ayudado a formarme como persona. De hecho continúo viviendo y trabajando respetando los valores que el balonmano me enseñó desde benjamín a profesional.