Barcelonés, de la cantera del FC Barcelona en cadetes y juveniles (1983-86) y también jugador del primer equipo en la temporada 1986-87. ¿Resulta especial jugar en el equipo de tu ciudad cuando además es un gran equipo como el Barça? ¿Quizá te llegó demasiado joven la oportunidad de jugar en un grande y tuviste que marchar a buscar minutos y maduración lejos de Barcelona? ¿Qué recuerdos guardas de aquella temporada en el primer equipo y qué jugadores te llamaron más la atención por su calidad?
Posiblemente si. Estuve entrenando con el primer equipo las temporadas de segundo y tercer año juvenil, hice pretemporadas y jugué algunos torneos. En esos años, el Barça no tenía segundo equipo y el salto arriba era complicado para los jóvenes por lo que el Barcelona decidió cederme al Naranco. Después de ganar el Campeonato de España Juvenil en el Barça entrenado por Xesco Espar, pasé a jugar directamente en Asobal.
En el Naranco debutó Manolo Cadenas en la categoría y construyó un equipo muy joven. Del Barça veníamos Paré y Sergi Ferrer. El objetivo era mantenerse pero acabamos clasificándonos para jugar la Copa del Rey. Para mi fue un año fantástico, con Cadenas exigiéndome mucho y trabajando continuamente la mejora en el puesto específico de extremo, eso tuvo como resultado finalizar máximo goleador del equipo y entre los primeros de la Liga 1987-88 con 126 goles. Con Cadenas todavía tengo contacto actualmente, hablamos de balonmano, es un entrenador que me marcó mucho, por su capacidad de trabajo y su pasión por nuestro deporte.