Entrevista a ANTONIO CARTÓN - BalonmanoVeteranos.comEntrevista a ANTONIO CARTÓN - BalonmanoVeteranos.com

LigasEquiposEntrevistasReportajesNoticias Multimedia Contacto
Entrevista a ANTONIO CARTÓN

Entrevista a ANTONIO CARTÓN

De la inagotable y excelsa cantera asturiana volvemos a recibir un gran talento en nuestra sección de “BalonmanoVeteranos.com entrevista a…“, nada más y nada menos que el extremo zurdo Antonio Cartón.

Este gijonés, forjado en la cantera del colegio Inmaculada, militó en la máxima categoría desde la temporada 2000-2001, cuando se proclamó campeón de Liga con el Ademar de León. De allí pasó al Teka Cantabria y Bidasoa, para finalmente llegar al Aragón donde jugó 8 temporadas.

Fue internacional en las categorías inferiores hasta la junior, y sólo la enorme competencia que tuvo en su puesto le dejó fuera de la Selección Absoluta, algo que muchos técnicos califican de injusticia porque calidad y cualidades siempre ha tenido… muy reconocibles son sus lanzamientos liftados que llegó a dominar y con los que nos deleitó.

Pero Antonio Cartón es además de un ejemplo como deportista, todo un ejemplo de sacrificio y previsión. Durante su etapa como jugador de élite supo organizarse para completar los estudios de Fisioterapia y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, demostrando que no es incompatible jugar al más alto nivel y ser capaz de preparar el futuro para la etapa siguiente a la de jugador.

Afincado definitivamente en Zaragoza, donde desde 2013 es también profesor de la Universidad San Jorge como nuestro amigo común Demetrio Lozano, “mata” su gusanillo por el deporte entrenando y disputando pruebas de triatlon. Y conociendo sus virtudes, seguro que no lo hace nada mal porque es un ganador nato. Un tipo fantástico con el que es un placer departir.

Muchísimas gracias Toño !!!


TRAYECTORIA

1998-00 Deportivo Gijón Balonmano
2000-03 Ademar León
2003-05 Club Balonmano Cantabria
2005-06 Club Deportivo Bidasoa
2006-14 Balonmano Aragón
2014  Bm Huesca


PALMARÉS

Liga ASOBAL con el Ademar de León (2001)
Copa del Rey con el Ademar de León (2002)

Preguntas

Eres otro asturiano más que ha demostrado ser un excepcional jugador… ¿Qué tiene Asturias para generar tanto talento? ¿Cuál crees que es el secreto?

El secreto está en la base. En Asturias hemos tenido grandes entrenadores como Alberto Suárez o los hermanos Arribas, que hace tiempo entendieron que para cultivar el talento no existen atajos. En chicas ya se están recogiendo los frutos de ese trabajo con el Balonmano La Calzada, pero la tendencia en el deporte es hacia la profesionalización y esos “locos” que vivían por y para el balonmano van teniendo difícil recambio.

Extremo zurdo, que siempre sois muy cotizados, y jugador habilidoso y con unas condiciones físicas increíbles. ¿Cuáles crees que fueron tus virtudes como jugador y que te llevaron a jugar en la élite de nuestro balonmano durante tantos años?

Siempre he sido muy competitivo y los grandes rivales me hacían sacar lo mejor de mí. Creo que de alguna forma les transmitía esa confianza a mis compañeros y sabían que podían contar conmigo en los balones complicados del partido.

La posición de extremo resulta ser bastante particular, y es que en ataque dependéis, en gran medida, de que la primera línea decida o encuentre el momento de habilitaros para el lanzamiento. ¿Cómo consigue uno estar centrado durante los minutos que está en pista, sabiendo que puede que el balón no llegue a tu posición?

Alcanzar el punto de concentración es lo más difícil de nuestra posición. Un poquito por encima estás sobreexcitado y la ansiedad hará que te precipites, y un poquito por debajo estás “con la empanada” y llegas medio segundo tarde a todo. Yo lo conseguía a base de vivir cada acción a tope, animar a mis compañeros y celebrar todos los goles. Recuerdo que empezaba todos los partidos anticipando el contraataque para tratar de lograr una acción positiva pronto y meterme en partido.

La falta de ángulo para el lanzamiento es otro de los obstáculos a los que se enfrenta un extremo. ¿Cuáles han sido los porteros más complicados de batir a los que te has enfrentado? ¿Hasta qué punto influye en un extremo, la figura de un portero que te ha cogido algún balón ya?

El año de mi debut le cogí miedo a Pasqui, el actual entrenador del Barça. Pese a ser un portero bajito me puso 2 auténticos tapones de baloncesto seguidos y yo ya no quería ni que me llegara el balón. Como rival y como compañero quien más me impresionó fue Saric. Se colocaba tan bien que lo difícil era no pegarle. La batalla extremo-portero tiene mucho de psicológica. La clave es que no te paren ninguna de las de meter, esas con buen ángulo. Si luego puedes colarle alguna de las imposibles entonces la presión cambia de bando y el miedo a fallar se le mete a los porteros en el cuerpo.

Fue muy característico en tí, una particular forma de ejecutar los lanzamientos liftados. ¿Qué extremos han influenciado más en tu juego y de quienes has tratado de incorporar cosas a tu juego?

El liftado recuerdo habérselo visto a Mirza Dzomba y practicarlo día y noche con Santi Urdiales en la selección y con Juanín en León. Luego viendo a Guijosa aprendí que esos lanzamientos son de recurso y no de habilidad. Cuanto más forzado iba o más apretado estaba el marcador, mejor era el momento para lanzarlos. Otro descubrimiento fue observar a Denis Krivochlikov, que a diferencia de todos los demás, rara vez lanzaba en caída. Él saltaba muy vertical y localizaba el lanzamiento a cualquier sitio sin dar pistas con el cuerpo. Lo gracioso de los extremos es que aprendemos entre nosotros, los entrenadores suelen desquiciarse con nuestras “probatinas”, pero a mí me encantaba ese aprendizaje por imitación-experimentación.

Los 3 años que pasaste en León fueron francamente positivos, no solo en lo que representó para ti el llegar a la élite, sino porque también se consiguieron títulos históricos. ¿Qué recuerdos guardas de aquellos años y compañeros? ¿A qué fue a lo que más te costó acostumbrarte?

Cuando me llamó Cadenas yo jugaba de forma amateur en Gijón con mis amigos, entre los que estaban Raúl Entrerríos, Javi Ancizu o David Pellitero entre otros. Ni siquiera había tenido tiempo de soñar que debutaría en la mejor liga del mundo, y menos aún ganarla!

Lo más duro de aquel año fue adaptarse al nivel de los entrenamientos. La exigencia era mayor aún que en los partidos. El único que parecía siempre tranquilo era Alberto Entrerríos, porque se le salía el talento por las orejas. Al resto de asturianos nos apadrinó y nos cuidó como un hermano mayor.

Después Santander e Irún, para llegar a Zaragoza donde jugaste un total de 8 años y donde finalmente echaste raíces. ¿Qué ha significado para ti haber jugado tantos años en el Bm Aragón de Zaragoza?

Salir de León fue dejar de ser una promesa, hacerse mayor y cobrar mayor responsabilidad dentro del equipo. En ese proceso fue fundamental la confianza de Julián Ruiz, que me enseñó a no dudar de mí mismo. Luego llegó Zaragoza con un proyecto ilusionante al que le faltó sólo un poquito más de acierto y algo de suerte para alcanzar un título europeo. Tantos años en balonmano Aragón te vinculan a la ciudad y al balonmano aragonés de una manera especial. Quizá por eso nos hemos quedado a vivir aquí.

El momento de la retirada es siempre el momento más complejo de todo jugador. ¿Cómo fue en tu caso? ¿Cómo recuerdas la meditación de aquella decisión y las dificultades para tomarla?

Bueno, cuando llegó el momento llevaba un par de años compaginando el deporte con mi trabajo como fisioterapeuta y profesor, y en ese sentido fue más llevadero. Lo duro viene después, cuando ves jugar a excompañeros y te entra “el mono” total. Yo me he tenido que pasar al triatlón para liberar el estrés… pero aún sueño que estoy en mi esquinita esperando el balón, entonces me despierto con morriña y le cuento alguna historia de abuelo cebolleta a mis compis del curro.

Licenciado en CC. de la Actividad Física y el Deporte y Graduado en Fisioterapia… todo un ejemplo de que el deporte de élite no está reñido con la formación siempre que se quiera, claro. ¿Cómo fuiste capaz de ir compaginando estudios con entrenamientos, viajes y partidos?

Estudiar siempre fue un buen refugio cuando las cosas no salían del todo bien jugando, o cuando el cansancio físico te dejaba KO. Además, las ciencias de deporte y la fisioterapia te ayudan a entender mejor la preparación física y las lesiones. Me tenían que haber convalidado las prácticas! (risas).

Desde 2013 vienes trabajando en la Universidad San Jorge de Zaragoza como profesor de Fisioterapia y CC. del Deporte, al igual que tu ex compañero en el Bm Aragón y amigo de esta web, Demetrio Lozano. ¿Cómo surgió la oportunidad? ¿Qué valor añadido crees que aporta tu vida como deportista de élite a tu actual etapa como profesor?

Terminé mis estudios de fisioterapia en la Universidad San Jorge y mis profesores de fisioterapia deportiva me propusieron entrar a colaborar al año siguiente. También tenía una propuesta para volver a Gijón y retirarme allí, así que la decisión no fue fácil.

La experiencia como deportista me permite reconocer patrones rápidamente. Me resulta útil en la gestión de equipos y en la prevención de lesiones.

Viviste la época dorada del balonmano español con la mejor Liga del mundo, los mejores jugadores, bonanza económica… pero también la cara contraria. ¿Cómo resumirías la trayectoria de nuestro balonmano desde tus inicios a la actualidad? ¿Qué futuro crees que le espera a nuestro balonmano los próximos años?

En 2001, cuando llegué a la ASOBAL, el Ciudad Real empezaba a construir su proyecto faraónico y el Portland fichaba a los Richardson o Balic. El nivel de la liga era bestial y en Europa éramos claros dominadores. A los 5 o 6 años más tarde, se vivieron situaciones disparatadas con clubes tradicionalmente de cantera, como el Balonmano Valladolid, pagando cláusulas de rescisión disparatadas. Luego llegó la crisis y la liga perdió a sus clubes históricos. Esa pérdida de identidad aún se nota. La liga se ha “ruralizado” y la brecha entre el Barça y el resto del mundo la hace menos atractiva a nivel publicitario.

El balonmano español dependerá de los resultados en las olimpiadas. El trabajo en la base sigue siendo muy bueno pero requiere fondos. A nivel de entrenadores estamos en la élite mundial, pero sin materia prima no se podrán mantener los resultados de la última década.

Deportista nato, ahora eres un asiduo del triathlon y del padel, aunque también en alguna ocasión se te ha visto jugar al balonmano playa. Pero el triathlon es la disciplina que más te ocupa en la actualidad. ¿Por qué esta modalidad? ¿Qué diferencias y similitudes le ves con el balonmano?

Después de tantos años entrenando a diario necesito hacer un ratito de ejercicio cada día. Si no saco tiempo estoy de mal humor y rindo peor. Con los horarios de trabajo y dos críos pequeños, el mejor momento para dejarlo hecho es a las 7 de la mañana. A esas horas es complicado montar partidillos de balonmano, fútbol sala o pádel, así que me junto con otro padre madrugador y le damos al triatlón. No es tan divertido como el balonmano pero es una buena opción para no castigar tanto las articulaciones. Te mantiene en forma y no hay que hacer cambios de dirección… (risas)

Ya sabes que hay infinidad de torneos de veteranos por toda España, además de un equipo de veteranos en Zaragoza que da mucha guerra en ellos. ¿Veremos a Antonio Cartón jugando algún torneo de veteranos?

Seguro. Aunque lo que realmente me enamora es el balonmano playa, ¡ojalá lo hubiera descubierto antes! Aun así la idea de volverme a juntar con viejos compañeros me parece divertida. Sólo por escuchar las historias de siempre en el vestuario ya merecerá la pena.

Copyright 2019 - BalonmanoVeteranos.com. - Powered by jmmunozsantos.es