Hay muchísimos adjetivos para definir a Antonio Carlos Ortega, pero para nosotros hay uno por encima de cualquiera y es COMPETITIVO. Probablemente seas una de las personas con el gen competitivo más marcado. ¿Con ese gen se nace o se desarrolla?
Yo creo que ambas cosas. En mi caso, creo que nací competitivo y doy gracias porque mis características físicas no me ayudaban mucho para destacar en el balonmano. Pero además tuve la suerte de desarrollar más esa facultad en mi club de toda mi formación, el Maristas de Málaga.