Entervista a ALEN MURATOVIC - BalonmanoVeteranos.com

Pues la verdad es que es una pregunta que me hago habitualmente y al final me engancha este deporte. Mientras sea útil para el equipo y pueda ayudar, ¿por qué no seguir si el Balonmano Cangas me quiere en sus filas? Aunque soy realista y sé que debería estar retirado hace años.

Quizás esa apreciación fuese hace diez años antes de mi lesión de hombro. Antes sí me definían como bien dices tú, como un cañonero letal, pero he sabido adaptarme a mi nueva situación y en los últimos siete años he aprendido a ajustar mi juego con el equipo y dejar de ser un mero chutador. Juego con cabeza en un juego más colectivo y trato de crear situaciones de gol. No sólo juego para meter goles. Y la experiencia me hace disfrutar más de este deporte.

La verdad es que tengo muchos e imborrables recuerdos de mi etapa en el Bm Valladolid. Con el equipo conocí el primer nivel de un balonmano que hace años por desgracia no se ve.

Con aquel gran equipo ganamos una Copa del Rey en 2005 en Almería, entramos en la semifinal de Liga de Campeones contra Flensburg y en una final de Recopa de Europa contra los rusos Chevkovsky Medvedi. Todo eso fue posible gracias a la experiencia de un gran entrenador como es Juan Carlos Pastor con quien aprendí mucho de balonmano, tanto técnico como táctico. Es uno de los mejores entrenadores del mundo y prueba de ello es que estuvimos siempre entre los mejores puestos de la Liga Asobal.

Sobre Valladolid, tengo muchos recuerdos de esa preciosa ciudad con una afición con la que disfruté grandes momentos y me dio mucho cariño.

Hay diferencia entre Alemania y España tanto a nivel de balonmano como de forma de vida. En cuanto al balonmano, nada que ver. En Alemania es puro trabajo físico y en España táctico. La adaptación me llevó su tiempo porque las ligas son totalmente diferentes. Venía de estar con Juan Carlos Pastor, que como dije anteriormente, era partidario de un balonmano más técnico y táctico a un balonmano de desgaste.

Por otro lado, siendo montenegrino y habiendo vivido en España la diferencia con Alemania es brutal ya no sólo por el clima sino por la cultura, más fría y distante.

Tuve la mala suerte de que la lesión se produjo en un partido amistoso a los cuatro meses de llegar a Flensburg. En un contacto con un defensor se me salió el hombro derecho, una luxación. Y ahí empezó el paseo por las clínicas. Una semana después de la lesión los médicos me dijeron que la potencia de lanzamiento no sería igual y me desaconsejaron seguir jugando al balonmano. Fueron momentos muy duros y al final acabé aceptándolo.

A Cangas siempre volví después de mi marcha y ahí conocí a mi mujer. Cuando nació mi primera hija quisimos que naciera en España y fue entonces cuando el presidente del Balonmano Cangas, Manuel Camiña, me convenció para probar de nuevo y ver cómo me sentía. Al principio me costó mucho entrar en toda la dinámica de pretemporada, partidos, entrenamientos… pero poco a poco volvió la adrenalina que me motiva a jugar como cuando era joven.

Cangas me dio la oportunidad de crecer y competir al máximo nivel. Además, mi mujer es del Morrazo y es donde trabaja. Tengo dos hijos que están encantados de estar aquí y además vivo tranquilo mientras puedo continuar dando lo mejor de mí en el balonmano.

Hubo varios jugadores que me impresionaron desde joven: Nenad Peruničić, Julio Fis, mi compañero en el BM Valladolid Eric Gull.

Sinceramente, han habido muchos buenos porteros que lo paraban todo pero recuerdo a Arpad Šterbik como el imbatible. Era tan grande que no veía la portería para lanzar (risas).

Destaco a parte de Šterbik a grandes porteros como David Barrufet, Kasper Hvidt, Tomas Svensson, Goran Stojanović, Dejan Perić…

Buena pregunta. Son tiempos distintos y generaciones muy distintas. Nosotros éramos auténticos luchadores, teníamos hambre por jugar. Me gustaría ser un ejemplo para que los jóvenes crezcan. Las nuevas generaciones han tenido la suerte de nacer con todo hecho y quizás ahí esté la gran diferencia.

Pues la verdad es que vivo día a día y de momento estoy disfrutando del balonmano donde espero que me queden muchos años (risas). El futuro es ver crecer a mis hijos y todo se verá con el tiempo. Día a día, mira como es la vida en estos momentos.