Todos recordamos a Csaba Bartok como un jugador de gran talento y de una fortaleza física impresionante con el que era mejor no chocar porque suponía la misma sensación que chocar contra un muro. ¿Dónde estaba el secreto de tu fuerza? ¿Qué parte era genética y que parte trabajo duro de gimnasio?
No había secreto, por supuesto que un gran parte de mi fortaleza era gracias a la genética heredada de mis padres, pero trabajé mucho para estar a tope físicamente durante mi trayectoria.